Capítulo 24: Tratando de ayudar

149 5 0
                                    

6 de Noviembre del 2014

Justo cuando creíamos que esto acabaría, la misma camioneta DODGE Jurney había atropellado a la mitad de la horda de muertos que venía detrás del mutante, por lo que él la siguió junto con los muertos sobrantes.

Gracias al cielo, ya no tenía munición - dijo Marcos aliviado.

Dimos un grito de alivio y Marcos volvió a tomar el volante y yo volví al asiento del copiloto. Seguimos nuestro camino y mientras lo hacíamos, pudimos escuchar explosiones y disparos, pero no nos importó ya más, por lo que seguimos conduciendo hasta que llegó un momento en el que los disparos dejaron de escucharse.

 10 de Diciembre del 2014

Ya habían pasado varias semanas desde nuestro último enfrentamiento con esa cosa, no a pasado nada interesante la verdad, tampoco hemos vuelto a ver a esos supervivientes, espero que hayan podido escapar.

Pasando a otra cosa, Marcos y yo nos habíamos refugiado en una casa de dos pisos a las afueras de Tamaulipas, decidimos viajar a otro estado para no volvernos a topar con ese mutante.

Estebamos desayunando cuando pasó algo interesante, habíamos escuchado un sonido muy familiar… un helicóptero… salimos a la azotea de la casa y logramos ver con unos binoculares de alta potencia a un helicóptero aterrizando en un gran edificio. Por un momento pensamos que venían a evacuar, pero después de observarlo más de cerca nos dimos cuenta de que solo venían a dejar a alguien, nos dimos cuenta de eso porque vimos a un hombre con sable en mano bajar del helicóptero y luego se fue.

Marcos y yo pensamos en un plan y terminamos decidiéndonos por explorar los alrededores de la ciudad, para ver si así nos topábamos con él para ver si era amistoso o no.

Pasaron horas sin encontrarnos con nada ni nadie. Hasta que nos topamos con un taller mecánico del que se había escapado un grito. Marcos fue el que lo escucho, yo al principio no le creí, pero decidí ir con él a investigar, porque en estos momentos, por insignificante que sea la situación, hay que investigar a fondo, hasta que no quede nada que ver.

Entramos y nos quedamos congelados por unos segundos, porque habíamos visto a tres personas… habíamos visto a tres personas amarradas, dos chicos y dos chicas. Nos acercamos un poco y las chicas gritaron.

¡Ahhhh! - gritaron al vernos acercándonos.

-¡Tranquilos, los vamos a sacar de aquí, no se asusten! - dijo Marcos levantando las manos para darles a entender que éramos inocentes.

-No, ¡atrás de ustedes! - gritaron los cuatro rehenes.

Después de que gritaron, Marcos y yo volteamos atras para ver lo que los rehenes nos habían indicado.

Era un hombre de barba, con un conjunto de los que usan los motociclistas rudos, pantalón de mezclilla azul fuerte y un chaleco de cuero...

Zona ZeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora