Pequeñas historias sin solución

Ya casi llegas...

A todos aquellos a los que les gusta decir "ya casi acabas, un empujoncito más, has llegado tan lejos" cómo para motivar a alguien deprimido... Déjenme decirles que no siempre funciona. A veces frustra. Frustra porque sabes el esfuerzo y tiempo que hay detrás... Pero sientes que ya no habrá delante. Porque a veces vas caminando y te cae una roca sobre las piernas y no puedes avanzar. Te aplasta. Por mucho que hayas recorrido ya, ¿Cómo terminar con una roca en las piernas? Muchos dirán "arrastrándose". ¿Alguna vez se han arrastrado ustedes? ¿Alguna vez se han arrastrado estando heridos?
Duele, arde, pesa, cuesta... Sí, uno puede tratar de dar ese empujoncito... Pero cuando estás en el suelo inmóvil, cuando sientes ese empujón como un salto directo al abismo... Cuesta, cuesta mucho. Sé que lo usan como motivación, "mira, todo eso lo has hecho tú, puedes hacer más" pero, depende la persona, se puede sentir como una presión, cómo otro agobio más. Porque lo sabes y te duele, te tortura, te pesa sentir que caíste cuando te faltaba tan poco. A todos nos ha pasado alguna vez... Ver algo tan cerca pero tan lejos, darnos cuenta que, de haber hecho sólo una acción más, lo habrías logrado... Por una acción, un mes, un día, unas horas que hubieras seguido... Lo habrías logrado. Pero, por desgracia, muchas veces tú no decides ni escoges que la roca caiga sobre ti, que te aplaste, que te impida mover cualquier músculo... Tú no lo quieres, tú no lo decidiste...
Hay muchas frases, motivaciones y actitudes o actos que creemos que son buenos, que le pueden ayudar al otro... No siempre es así. Muchas veces sólo lastiman más...