CAPITULO 11

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El día más esperado había llegado, luego de las largas noches de constante terror y sufrimiento, habían llegado a su fin...o solo hasta que la siguiente semana comenzara. Pero esas eran preocupaciones para más adelante, ahora disfrutaría de lo que el día le aguardaba.

Al salir, una leve brisa le dió la bienvenida, y los cantos de las aves alegraron su visita. Una sonrisa se dibujo en su rostro.

Cerró la puerta de su hogar detrás para luego ir en encuentro con su amigo.

Durante toda la semana, han estado esperando ese día para reunirse, luego de varios años.

Las llamadas diarias, y conversaciones por mensajería, lo habían mantenido esperanzado y emocionado, algo que le ayudo durante aquellas oscuras noches para completar sus jornadas de trabajo.

Caminaba por la acera con un ritmo lento y constante, tratando de hacer tiempo para que su amigo llegará mientras pensaba en la semana anterior.

Las pesadillas habían cesado por suerte, pero el miedo hacia los animatronicos, irse no estaba en su lista de pendientes. Seguía allí como los ojos del águila sobre su presa, antes de atacar.

No quería pensar mucho en su trabajo, por el simple hecho de que no quería estresarse en vano y arruinar su tarde con su mejor amigo. Suspiró pesadamente.

Su mente estaba decidida y no tenía control alguno sobre sus pensamientos.

Al recordar aquellas pesadillas, a los animatronicos y la pizzería, un escalofrío recorrió su espalda, de inicio a fin y su corazón comenzó a acelerar su ritmo.

Disminuyó su velocidad, al llegar frente a la entrada de la cafetería, en el lugar donde su amigo supuestamente le estaba esperando. Cerró sus ojos, respiro hondo para relajar y soltar el nudo que se había formado en su garganta. Tragó pesado.

Al abrir sus ojos, notó que su respiración había vuelto a la normalidad, su corazón estaba relajado y sus nervios se esfumaron, una leve sonrisa se formó en las comisuras de sus labios.

Ese era un truco que había desarrollado en su tercera noche de trabajo, le funcionaba a la perfección.

Luego de calmar sus nervios entró al local. En su interior, un pequeño combate se cernía entre alegría, emoción y tranquilidad, todo al mismo tiempo.

Al entrar vio a su amigo en una mesa cerca de la ventana, con una silla frente a él vacía lista para ser ocupada. Sin dudarlo se acercó.

Justo al momento de correr el asiento hacia atrás, el joven elevó su vista con una gran sonrisa.

POV FLEX

Me hallaba sentado en espera de Sparta, en la "Nuez Moscada". Durante la semana anterior hemos estado planeando en reunirnos y finalmente aquí nos encontrabamos, no podía esperar a que llegase, estaba muy emocionado pero también sentía algunos nervios combinados con felicidad, era algo confuso pero decidí dejarlo de lado. La última vez que nos reunimos fue hace tres años.

Estaba concentrado en mis pensamientos hasta que alguien se sentó frente a mí.

FIN POV FLEX

El joven de cabellos castaño oscuro se hallaba sentado en una mesa junto a la ventana. El lugar irradiaba felicidad, los colores cálidos por donde posaras tu vista, las tazas y utensilios ordenados con suma precisión, una suave música sonando de fondo opacando los sonidos metálicos y secos de los cubiertos provenientes de la cocina, el aroma a canela y vainilla inundaba el ambiente. El lugar estaba casi lleno; los clientes disfrutaban de sus postres y bebidas con una sonrisa en sus rostros, mientras el personal limpiaba y tomaba las ordenes de los clientes.

Distraído en sus pensamientos, esperaba con ansias y alegría la llegada de su amigo, hasta que un joven de cabellos castaños y ojos cafés corrió la silla frente a él y tomó asiento con una gran sonrisa, que sin dudar fue correspondida por él.

SPARTA:¡Hola Flex!

Sin esperar más, el castaño se levantó de su asiento para abrir los brazos y con ellos rodear con mucha emoción y felicidad al menor, quien rápidamente respondió de la misma manera.

FLEX:¡Hola Sparta!

Dijo con una gran sonrisa, para separarse de repentino abrazo y quedar frente al joven, a quien, sin duda alguna estaba muy feliz de ver a su amigo, las duras y eternas noches de trabajo, las constantes rarezas de los animatronicos, el local, básicamente todo, le había sido difícil de soportar, pero la constante idea de la reunión con su mejor amigo le daba energías renovadas, y la esperanza regresaba continuamente, negándose a irse por completo. Como recompensa de su sufrimiento, pasaría una gran tarde con su mejor amigo.

FLEX:¿Cómo has estado?

SPARTA:Muy bien¿Y tú?

Tomó asiento, al igual que su contrario. Flex tenía el cabello castaño oscuro, con unos reflejos azul marino que brillaban con los cálidos rayos del sol; al su parecer se había teñido el cabello hace algún tiempo atrás y todavía no se le quitaba, sus ojos azules como el hielo brillaban como las estrellas en medio de la noche, llevaba una sudadera azul con capucha, pero como estaban dentro del local no la utilizaba, tenía un pantalón negro y zapatillas deportivas cafés.

FLEX:¡Como loz diozez!

Dijo resaltando las "S" como si fueran "Z" y ambos jovenes rieron, eran amigos desde que tenían memoria, cada uno disfrutaba de la compañía del contrario sentían que eran hermanos aunque claramente eran de familias distintas. La última vez que se habían reunido fue hace tres años, en ese momento Sparta tenía 12 y Flex 13 años, con una clara diferencia de estaturas, siendo Sparta el más joven. Con el paso del tiempo crecieron; las tareas, deberes y el estudio les obligaron a tomar caminos diferentes y dejaron de encontrarse. Flex, a los 13 se había mudado a otra ciudad debido al trabajo que su padre tenía, pero luego de un tiempo fue ascendido y regresó a su ciudad natal con su familia, en ese tiempo Flex tenía 15 años. Ahora su padre era jefe en una empresa importadora y exportadora de nivel mundial. El joven de mechas cafés no sabía que un tiempo después, se encontraría con su mejor amigo, Sparta. En cambio el joven de cabellos castaños, nunca dejó su ciudad natal, creció y estudió allí.
Dentro de unos meses comenzaría cuarto año. A los 15 decidió vivir solo, al comenzar el año, durante las vacaciones de verano se mudó, y durante el mismo receso, buscó un empleo para mantenerse, fue allí donde encontró el trabajo que sin saber…le cambiaría su vida por completo.

Cuando las risas se apaciguaron, se dispusieron a charlar.

SPARTA:No sabes lo mucho que esperé este día, creí que nunca llegaría.

FLEX:Igual yo, a diferencia claro de que para mí la semana pasó volando.

Sonrió divertido, para ambos el día más esperado finalmente había llegado.

Ambos jóvenes optaron por dejar de lado el trabajo, las obligaciones y tareas diarias, para comenzar a disfrutar de su reunión, la cual han anhelado y esperado durante mucho tiempo.

UNA NOCHE MAS//AU//compadretes y fnafWhere stories live. Discover now