✧ :・゚➽ Tan complicado.

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Cerré en cajón creando un ruido sordo que recorrió el salón completo

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Cerré en cajón creando un ruido sordo que recorrió el salón completo.

Llevé una mano a mi frente y me senté desbalanceada sobre la silla frente al escritorio, lleno de cartas, tinta y hojas.

Solté un chillido al analizar la situación.

Se había ido, por mi culpa, Link se había ido. Mi egoísmo, lo había alejado.

Miré la ventana con los ojos acuosos, la larga llanura verde bajo la noche me alteraba.

Sin embargo, ya no podía echarme para atrás. Me casaría y viviría.

Pero Link...

Miré hacía abajo soltando la menor cantidad de lágrimas posibles, no pude contener mi dolor.

El sonido del tocar de la puerta me sacó de mi monólogo de una hora.

—Princesa, Shad está esperándola.

—Deja qué entre.

Me miro y frunció el ceño.

—¿Lloraste?— Sonrió, sentí mis ojos hinchados —. Adivinaré... por ese idiota.

No contesté e intente abrazarlo.

—Basta de juegos—.Paré —. No seas ilusa, ¿Qué creías? ¿Qué alguien se casaría contigo por algo qué no fuera poder?

Solté un jadeo y retrocedí.

—Si te matara ahora, no llegaría a ser rey—. Una sonrisa burlona se formo seguida de una mueca de disgusto—. Tonta...

Sacó su característica daga y la acerco a mi cuello, intenté parecer calmada en vano.

El corazón me latía demasiado rápido.

—Si hablas, te mato, cariño—.Volvió a sonreír

—Ha... Hazlo...—.Devolvió la mirada hacia mi —¡Mátame, quédate sin trono!

—Eres la única de la familia real restante...

—¿Y ?—.Interrumpí

—Que si mueres alguien tendrá que ser rey—.Sonrió sarcásticamente.

—Pero si lo hubieras pensado detenidamente...

Resoplo y se volvió hacía mi.

—No eres el segundo al mando.

—¿Qué?—. Susurró.

—.Es Link

...

Me arrodillé. Doblé el vestido blanco con las cadenillas doradas.

Y sentí el extraño peso sobre de mi cabeza.

—¡Larga vida a la reina!—.Empezó un coro escaleras abajo

Era eterno el caminar por una largisíma alfombra rojiza y dorada, a través de todo el castillo.

Era un ritual raro, pero necesario.

Después de eso, creo qué solo entretuve a varias personas que llegaban de diferentes poblados.

ooO0Ooo

—¿¡Porqué no te casaste!?—.Me apartó.

—Por qué me amenazó y por qué...—Miré el suelo— Olvídalo

—¡Dígamelo por favor!—. Insistió—.¿Con qué le amenazó?—

—.Con... —. Resople —.Con matarme

Se estremeció y miro un poco atónito para luego recobrar la mirada.

—De todas formas es su elección, Majestad

—¡Qué es solo Zelda!—. Dije con un gruñido.

—Bien, bien, solo Zelda—. Levanto las manos de forma inocente.

El sonido de la puerta, finalmente nos interrumpió y atendí.

—Majestad, otro pretendiente llegó.

—Bien, adelanten la cena y en un momento estaré ahí— Se retiró y me giré hacía Link, quien veía con curiosidad las repisas—. Oye...

Capté su atención.

—¿Cenarías con nosotros?—Pregunté —. Sería incómodo qué él y...

—No lo sé—.Se llevó la mano al mentón, como si tratara de recordar—.Claro

—Bien—. Acerté.

Más y más platos llenos de comida llegaban a la mesa del refectorio.

Estaba sentada en el extremo contrario al joven, creo qué se llamaba... no lo recuerdo, pero era albino con ojos oscuros y piel bastante palida.

A mi derecha, Link trataba de no llenar su boca con comida.

El callado tipo de enfrente, hizo una extraña seña a los guardias quienes me entregaron una carta, junto al chico, se retiraron. Denegué cualquier propuesta de todos los del otro lado.

El resto de la cena fue normal, callada.

...

—¿Si?

—Soy... Link—.Se oyó al otro lado de la puerta.

—Perdón por haberte llamado tan tarde, lo lamento... —.Formé una sonrisa sincera y larga.

—No se preocupe—.Contestó al instante.

—Yo...—. Bajé la mirada al piso y junte mis manos—. Lo siento... no tenía en cuenta cuanto daño te hacía en ese momento—.Se me hizo un nudo en la garganta- Fuí... te traté de una forma demasiado... egoísta, no sé si Shad regresé, pero no me interesa—.Me contenía, mis ojos acuosos se llenaron de lágrimas—.Perdón... por quebrarte, por no decirtelo.

—De verdad...—Susurró con su voz grave —.De verdad no te preocupes.

Se acerco a mi, me abrazó y solté el remordimiento de haberlo dañado. Sabía qué había hecho algo... irreparable.

Sentirlo rodear con sus largos brazos mi cuerpo me provocaba un sentimiento amplio de calidez.

Me tomó de los hombros y me volteó con su mirada azulada.
Hasta qué se dedico a hablar rompiendo el silencio...

—Así qué con todo respeto y de la manera más atenta... ¿Podría besarte?

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Perdón, capítulo corto espero poder actualizar más pronto, una vez más, gracias por su apoyo, los quiero.

¡Nos leemos luego!

✦ ❥ ¿Y qué si tengo celos?  [ Zelink ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora