Parte 3 εïз

758 119 116
                                    

"Cuando encuentres el amor, no lo sabrás tú, pues el primero en saberlo será tu corazón"

KL



¡Feliz jueves! Les dejo el capitulo #3 de Faith

Para ti mi adorada manis, gracias por acompañarme en este nuevo viaje. 



—Luciana Virginia Alvarado Quinn.

La orgullosa familia se colocaba de pie mientras Luciana, recibía su título de Bachiller. Su madre, hermano mayor, tíos y algunos primos, se encontraban allí. Luciana, había culminado una etapa más, una meta más, un sueño más. Eso, era definitivamente más felicidad para la chica. Con una flamante sonrisa en los labios de esas que iluminan el rostro, recibió su titulo de manos del director de aquella secundaría en la que ella estudió desde que inició su etapa preescolar. Tantos años en aquella casa de estudio, tantos recuerdos y anécdotas. Luciana, salía por la puerta grande, graduándose con los mejores honores al obtener el máximo promedio dentro de aquel recinto de estudio. Sus profesores se colocaron de pie, aplaudiendo tan efusivos como su familia, salvo que Rubén, lanzaba unos silbidos y vítores a todo pulmón.

Luciana, tras recibir su titulo, se giró para levantar este en su mano, en señal de triunfo. Al tanto elevaba su vista arriba, dijo:

Espero te sientas orgulloso de mi, papá. Aunque no te encuentres físicamente aquí, sé que lo estas. Te amo.

El padre de Luciana había fallecido cuatro años atrás. Un infarto fulminante apagó la vida de su príncipe, como ella solía decirle al hombre que la hizo tan feliz y fue el mejor padre mientras estuvo vivo.

Luego del acto todos se fueron a almorzar para celebrar a la agasajada, y también a desearle la mejor de las suertes pues, la recién graduada, se iría a estudiar lo que le apasionaba durante un par de años en el Instituto de Fotografía de Nueva York.

Ella, amaba la fotografía, por ello su familia le daba el total apoyo en lo que ella quería estudiar. Y entre todos, ayudaron con el dinero para los estudios de la futura fotógrafa.

Dos días después, Luciana iba montada en un gigantesco avión, rumbo a otro país, llena de nervios, ilusiones y expectativas, con el corazón latiéndole emocionado, era la primera vez que se alejaba de su entorno, de su familia, era la primera vez que se separaba de ellos. Sonrió al recordar las recomendaciones de su madre y hermano antes de abordar el avión.

—Hija, debes llamarme todos los días.

—Sí, mami. ¿Por qué no lo haría?

—Promételo.

—Sabes que voy a telefonearte a diario, no necesito prometértelo.

—Luciana...

—Ok. Si eso te hace estar tranquila. Lo prometo.

—Oye, hermana. Ya sabes, no aceptes comidas, ni bebidas de gente extraña y mucho menos en la calle.

Luciana, rodó los ojos.

—Te hablo en serio. Por favor cuídate hermanita.

La menor, se dio cuenta que su hermano tan solo deseaba saberla bien y lo abrazó enternecida.

—Te voy a extrañar, comelón.

Rubén, rió con fuerzas, mostrando todos sus dientes.

Faith  © (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora