Utopía

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Campanella, Moro y Bacon son los tres pensadores que han escrito las utopías más grandes e interesantes de la historia.
Utopía consiste en un sistema ideal en el cual se concibe una sociedad perfecta, justa, donde todo ocurre sin conflictos y en impecable armonía. Dónde los individuos no tienen porque preocuparse por ser mal gobernados, o tener empleos injustos. Y en los tres casos la ética y la moral se eleva por sobre todas las cosas.

México, dista mucho de ello. Sus gobernantes, digamos, la gran mayoría, en lugar de todos, solo por dar el beneficio de la duda. Realizan todo tipo de actos en contra de su pueblo, buscando sólo un beneficio individual.

Victoria, sabemos, contrajo nupcias con un político. En torno a él giran un montón de habladurías, hasta cierto punto es normal, debido al rol que desenvuelve ante la sociedad. Lo perturbador de esto es que van desde sus consumos de sustancias ilegales, orientación sexual, nepotismo, nexos con el crimen organizado como el narcotráfico e incluso tráfico de personas, y lo más lamentable de todo es que supuestamente está relacionado con varios asesinatos. Por supuesto hay quienes dicen que omar no tiene la capacidad intelectual para realizar nada de esto y solo es un títere más del gran sistema de corrupción que es el partido a donde pertenece.
Por las dudas es mejor no indagar mucho al respecto y guardar las distancias.

...
ninguno de los dos había despertado aún, parecía que pasaba del medio día. Y es que últimamente se les estaba haciendo costumbre que el único lugar donde se sentían cómodos para poder descansar como se debe era en los brazos del otro.

Por un sonido incesante César se despertó, cuando tomó conciencia de dónde estaba, con quien estaba y que había pasado, sonrió. Vio que Victoria lo tenía abrazado como si de un gran oso de felpa se tratara, beso su frente y comenzó acariciar su espalda desnuda. Estaba embelesado viéndola y sintiéndose tan afortunado, porque por primera vez en varios días el corazón estaba tranquilo, no le dolía nada, no había angustia oprimiendo su interior.... cuando de pronto... el sonido molesto que lo había despertado. Prestó un poco más de atención y se dió cuenta que era el celular de ella. No quería despertarla se veía tan angelical, pero sabía que allá afuera, en el mundo donde ella era primera dama de Hidalgo y una actriz reconocida tenía responsabilidades, así que tranquilamente por medio de besos en el rostro, caricias en la espalda y brazos comenzó a espantarle el sueño.
-no amor, dos horas más- dijo perezosa y sonrió sin abrir los ojos, César rió fuertemente
-generalmente se piden cinco minutos más mi vida- continuó dándole pequeños besos en los párpados
-¿cinco minutos? Es que esas personas no saben lo bien que se duerme a tu lado- abrió un ojo para toparse con la mirada y sonrisa que le hacía tan feliz, abrió el otro -¿o no?- preguntó ella
-pues no sé, solo sé que te estoy agradecido por haber venido....- Victoria no lo dejo terminar y lo besó, el la tomo posesivamente por la cabeza para profundizar dicho encuentro, pero se vieron interrumpidos por el timbre del celular:
-amor- dijo César entre el beso y sobre los labios de ella
-¿qué?- contestó con enfado, pero sin dar por concluido del todo aquel pasional jugueteo de labios
-no quisiera ser yo el que tenga que parar tan delicioso despertar a tu lado... pero...-
-¿pero qué?- se separó pero continuó dejando pequeños besos en los labios de su amado
-ha estado sonando constantemente mi amor, puede que sea algo realmente importante- y finalmente paro el beso para permitirle incorporarse para contestar. Ella no muy gustosa tomó el móvil y dijo en voz alta
-¿cincuenta y seis llamadas?- se alertó y comenzó a ponerse nerviosa. César lo noto enseguida la rodeo con sus brazos, y entre besos es su cabeza trato de calmarla.
-devuelve la llamada amor, yo estoy aquí contigo- ella se aferró al abrazo, no cabía duda que en ese lugar nada malo pasaría
-Es omar, mi amor, lo más probable es que no sea nada importante- hundió su cabeza en el fornido pecho, ahí en ese sitio era capaz de olvidar todo lo que sucedía alrededor
-tu decides amor, puedo estar aquí a tu lado para darte ánimos o te dejo sola para darte privacidad- le sonrió mientras besaba su frente -Victoria eres tan hermosa-
-mi vida, no mientas- lo miró dudosa
-no miento Victoria, así recién levantada, con el cabello alborotado, sin maquillaje y con los ojitos dormilones eres la mujer más hermosa que haya visto- ella entrecerró los ojos
-no sé si creerte- se quitó la sábana de encima y se levantó de la cama, César admiro el cuerpo femenino totalmente desnudo, suspiro, no podía creer que tan magnifico ser humano estaba de vuelta a su lado. La amaba completamente. Ella se dirigió a una cómoda y sacó una una playera de él, le quedaba perfecta de bata
-eres actor, y un actor guapo, por tu cama han desfilado infinidad de mujeres. No creo ser la más hermosa-
-me ofende señora Ruffo, no niego que antes de casarme por primera vez muchas mujeres conocí. Pero jamás ninguna como usted- ella se cruzó de brazos, debía aplicar como dicen por ahí "lo que no fue en tu año no te debe de molestar", pero todo lo que tenía que ver con César la ponía muy celosa, imaginarlo en brazos de otra le revolvía el estómago.
-pero mi amor, ven, mírate- también él se levantó de la cama y tomándola de la mano la llevo hasta un gran espejo que estaba en la habitación, se colocó detrás de ella posando su barbilla en el hombro derecho y sus manos rodeando su pequeña cintura
-bien iniciemos por abajo: ¿vez esos pequeños pies perfectos, que en tiempo de frío buscan calor entre los míos? Los amo porque son ellos los que te permiten venir hasta mi, tus tobillos, pantorrillas, rodillas y muslos- dijo esto último subiendo un poco la gran playera -son el camino al paraíso, mi paraíso, no quiero ni veo otras piernas enredadas a mis caderas -sonrió pícaramente- lo que sí veo es que tienes que lucirlas más, nadie puede tocar -le decía al oído- pero pueden disfrutar viendo, tampoco soy tan envidioso -subió sus manos y las posó en sus caderas -tus caderas tienen como todo tu cuerpo unas dimensiones insuperables, no le pides nada a ninguna jovencita y ellas al contrario, tienen mucho que envidiarte. Tu abdomen que es maravilloso, albergo tres vidas, nos dio la posibilidad de conocer a tres grandes personitas que al formar parte de ti, amo y respeto mucho- dió un tierno beso en su cabeza -Oye que a mi me sorprende como es que te mantienes así tan menudita, que te he visto comer y no me engañas - sonrió mientras miraba al espejo y la veía sonreír
-tampoco seas tan exagerado- se rió ella
-¿qué no? Victoria en ocasiones comes más que yo
-Es que a tu lado me da mucha hambre, lo que no como en casa, lo como en los pocos días que pasamos juntos. Recuerda cómo subo de peso cada que trabajamos juntos.... o ¿acaso no te gusto?- hizo un puchero
-no desvirtúes la conversación me encantas toda... seguimos a una de mis partes favoritas de tu cuerpo, y es de mis favoritas porque es altamente sensible que son tus senos, subió sus manos y tomó por encima de la playera uno en cada mano. No son grandes ni son pequeños son como deben de ser, perfectos, cambió sus manos de posición y las poso en sus brazos entregando algunas caricias a lo largo de ellos, tus brazos y manos es otra parte que me encanta con ellas me has regalado las más tiernas y pasionales caricias y.... bueno....también me castigan- recordando la cachetada del día anterior, ella abrió los ojos pero no dijo nada
-tu cuello y clavículas- dijo cambiando de tema y pasando una suave caricia -sabes que tengo una obsesión con ellos, quisiera vivir pegado aquí, adoro el rostro que pones cuando te acaricio en esta parte- decía mientras le entregaba pequeños roces, ella disfrutaba amplíame la cercanía -llegamos a tu cabello, sujetado, suelto, rizado, liso, peinado o desordenado es el marco perfecto para tu rostro, lo mismo tus cejas, esas que ayudan a tus maravillosos ojos a ser aún más expresivos, esa mirada verde es el mar donde me pierdo sin pensar en nada ni nadie. Porque no hay ojos más tranquilos que los tuyos- decía mientras corespondían miradas -eres y serás el único ser humano que con una mirada me puede dar o quitar de tajo la felicidad, con una sola mirada me das la vida Victoria, mi victoria. Tu sonrisa es otra parte de ti que adoro con devoción, esa sonrisa que cuando no es dedicada a mi me dan unos celos enormes, quisiera ser yo el dueño de todas ellas- ella giró y le sonrió mirándolo a los ojos
-amor mis sonrisas, todas ellas a partir de este momento son tuyas-
-te amo Victoria, te amo como lo más grande y preciado que se me ha permitido conocer- le regalo una sonrisa llena de genuina alegría -y a pesar de ponernos en un tiempo complicado, porque estoy seguro que habrá tiempos más bellos, este tiempo es el nuestro, y lo acepto como es. Le agradesco a la vida que nos permita estar juntos- la envolvió en un abrazo
-hay mi gordo, te amo tanto, solo tú me devuelves las ganas de seguir-

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