JungKook tarareaba la canción del momento (según la radio), era una canción pegadiza de una boyband que se llamaba one algo, no podía recordarlo, sin embargo si pudo recordar cuando JiMin lo escuchó cantando dicha canción, le había dicho que era muy viejo para escuchar esa música, JungKook le había lanzado un juguete de Mung en respuesta.
Sonrió recordando cómo JiMin lo había perseguido por toda la casa y cómo habían terminado teniendo sexo contra la pared de la sala.
De pronto, de muy buen humor, oprimió el botón de fotocopiado en la máquina frente a él. Cuando nada sucedió fue que se dio cuenta que no había hojas, así que tomo un puño, y se agachó, sin doblar las rodillas, para poner las hojas. Había comenzado a tararear de nuevo, acomodando bien un par de hojas rebeldes que se negaban a ser utilizadas cuando alguien lo agarró de las caderas y lo pegó a un duro bulto que quedó justo entre sus nalgas. JungKook se paró rápido, golpeando su cabeza con la copiadora y sin soltar el par de hojas que había estado acomodando. Con un salto se separó del agarre y dio media vuelta, asustado y adolorido de la cabeza como el infierno.
John estaba frente a él con una lujuriosa mirada, mientras se toqueteaba la entrepierna sobre el pantalón, una sonrisa surcando sus labios.
—Vamos, amor, sé que quieres algo de ésto —dijo agarrándose la entrepierna. Dio un paso hacia adelante y JungKook uno hacia atrás, la sonrisa creciendo en el rostro de John—. No seas tímido.
JungKook entró en pánico cuando John dio otro paso, así que hizo lo único que se le ocurrió.
Gritó, agarró la carpeta sobre la copiadora y se la lanzó a la cara, después le lanzó las hojas.
—¡Renuncio! —gritó antes de empujarlo y echarse a correr.
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