Capítulo 9: "El Celo"

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Heechul había intentado sacarme todo el chisme de una, simplemente entró a la casa como si fuera suya, como si alguien lo hubiera invitado. Sin siquiera pensar en si Siwon o Yesung le permitirían estar allí y se sentó en el sillón del hall principal.

Me obligó a sentarme a su lado y me acarició la herida. No era nada grave, simplemente me había salido mucha sangre, pero no tenía de que preocuparse. Él sabía muy bien que muchas veces estuve en situaciones peores.

Apenas me senté a su lado me bombardeó de preguntas, pero ese día realmente no tenía ganas de contestar a ninguna. Muy seguramente a la noche con una película y un par de bowls con palomitas podríamos hablarlo mejor.

Para mi suerte, Leeteuk bajó corriendo las escaleras, con la respiración agitada y los ojos exaltados. Se paró frente a Heechul que en cuanto lo vio entró en modo diva. El abogado estaba en problemas, todos en la sala lo sabíamos.

La estrella más grande del universo se paró poniendo todo el peso en una pierna, pronunciando con cierto sarcasmo y enojo la palabra "Teukie". Mi pobre amigo se arrodilló. Ambos ignoraron mi presencia totalmente. Podría haberme quedado a escuchar su discusión, pero sabía que en cuestión de minutos se arreglarían, y su reconciliación sería de las que a todos nos gusta, con sexo.

Pero esa era una escena que realmente no quería ver. Así que subí las escaleras muy lentamente y me dirigí al balcón.

Normalmente nadie se asomaba a ver. Estaba completamente seguro, ya que llevaba días espiando a Donghae desde allí y nunca me había cruzado a nadie, hasta ese momento.

En el balcón se encontraba la parejita de casados, Yesung con cara de pocos amigos y Siwon con su sonrisa perfecta y su pose de ganador. Ambos apreciaban la vista, y la curiosidad le ganó a mi desprecio por esos dos. Me acerqué a ambos, sin interrumpir nada y observé hacia el horizonte.

Mis ojos se abrieron como platos cuando vi la escena que sucedía en el patio de abajo.

Donghae con una fuerza impresionante estaba golpeando a una cantidad enorme de empleados. Se veía sumamente sexy. Estaba en remera de mangas cortas pegada al cuerpo, con un escote en v que lograría mover más de un bulto en kilómetros a la redonda.

La transpiración le caía de manera sexy, además de que tenía un olor especial y atrayente que llegaba hasta arriba donde nos encontrábamos todos.

-No es la primera vez que aprecio esta escena- Yesung habló llamando tanto la atención de Siwon como la mía.

-¿A qué te refieres?- Le preguntó su esposo.

-Mi hermano está en celo, y por primera vez en muchos años se ve que no llevaba encima sus inhibidores- Se notaba en su tono de voz el disgusto que provocaba en él la situación. Seguramente estaba celoso de su esposo. Pero a Siwon no parecía afectarle el olor de Donghae, en cambio a mí en pocos segundo estaba llevándome a la locura.

Por suerte tenía mucha experiencia y sabía controlarme en situaciones límite, por lo que no salí corriendo al campo de batalla, donde claramente el omega ese estaba dando una paliza a cualquiera que osara querer tocar su culo.

-Donghae está así de entrenado por casos como estos, él no deja que nadie lo toque cuando está así. Se cree muy importante, realmente me irrita-

Siwon y yo miramos al mismo tiempo al omega frente a nosotros. Hae no es como su hermano cree. El realmente tiene ciertos valores que para muchos pueden sonar tontos.

-Voy a ver si necesita ayuda- Las palabras salieron de mí como si fuera lo más normal del mundo, la pareja de casados se quedó mirándome, un poco impactadas por mi buena intención. Normalmente frente a ellos actúo como un marginado engreído.

Me fui sin más en busca de Donghae, quizás podría alcanzarle unos inhibidores sin atacarlo a la fuerza. O por lo menos ayudarlo a golpear algunos imbéciles enceguecidos por su celo.

Simplemente seguí su olor hasta el sótano, seguramente el omega estaba allí escondido para no tener que golpear a nadie. Así que bajé las escaleras hasta toparme con una imagen indescriptible.

Él estaba allí, sentado sobre una mesa, con ambas piernas colgando balanceándose de manera juguetona. Estaba un poco sudado y con ropa de verano. Los jeans ajustados dejaban ver sus piernas bien marcadas.

Era digno de un altar.

Me acerqué a él, muy lentamente para no asustarlo. Una vez estuve parado frente a él su olor me invadió. Y el levantó su mirada hacia mí.

Las respiraciones de ambos comenzaron a acelerarse, mi corazón latía muy rápido. Y algo dentro de mi pantalón comenzaba a despertarse también

Estiré una mano temblorosa hacia su cabeza, y revolví su cabello despeinándolo. Era tan sexy, tan tentador, además sus ojos se veían inocentes hacia mí.

Pero yo sabía que no debía aprovecharme de su celo, y muchos menos déjarme llevar. Puse unas pastillas en una de sus manos, pero no pude apartar la que tenía en su cabeza. Seguía acariciando su pelo, y sus ojos me rogaban por más.

Su respiración iba cada vez más rápido, y mi fuerza de voluntad decaía, con la mano que ahora tenía libre comencé a acariciar su muslo, y me agaché para juntar nuestras frentes.

Mi mano subía y bajaba por su pierna, cada vez más cerca de su miembro. Provocando temblores en él. Cuando acerqué mi mano más a su entrepierna la dejé ahí y Donghae soltó un gemido bajo, aferrándose a la camisa que yo llevaba puesta.

Me perdí completamente.

Agarré su cabello con fuerza y acerqué su boca a la mía. Él me acercó más a su cuerpo rodeándome con sus piernas, y yo comencé a mover los labios con deseo. Jugué con su boca, hasta que ambos necesitamos besarnos con más fuerza.

Él llevó sus manos hacia mi nuca empujándome más contra él y abriendo su boca.

Su actitud me ponía más y más, haciendo que mi miembro comenzara a necesitar más atención. Entonces metí mi lengua y lo besé con muchísima necesidad mientras Hae se aferraba más a mí.

Agarré su trasero con fuerza clavándole los dedos, y el hizo lo mismo con mi espalda.

Lo levanté de la mesa, llevándolo hacia la pared, sin separar nuestras bocas.

El beso se hacía cada vez más húmedo. Yo jugaba con su lengua y el me respondía como podía.

Lo pegué a la pared con fuerza haciendo sonar su espalda en un golpe seco. Pero a ninguno de los dos nos importó. Él con una mano tiró de mi pelo y con la otra se agarraba de mi espalda.

Junté nuestras erecciones frotándolas sobre los jeans, y ambos gemimos al mismo tiempo, separándonos un instante. Nos miramos a los ojos, y comencé a embestirlo, lo que hizo que Donghae gimiera casi en mi oído, y me clavara sus uñas.

Me rodeaba con sus piernas, y sus talones me empujaban más sobre él. 

Eso solo hizo que me excitara aún más y lo empujara con más fuerza contra la pared.

Comencé a gemir también por tanto placer, mientras apretaba las nalgas de tan perfecto omega. Donghae gemía cada vez más fuerte y terminó arañándome la espalda al mismo tiempo que tiraba de mi cabello y gemía mi nombre.

En cuanto lo vi correrse me vine, su rostro sonrojado, su voz, mi nombre saliendo de su boca. Era demasiado para mí.

Temblé contra él teniéndolo aún de piernas abiertas contra pared. Entonces mis piernas flaquearon y ambos caímos al suelo. Sin dejar la posición abrazados. Yo escondí la cabeza en su cuello, y él se abrazó más, dejando caer su cabeza por encima de mí. Y comenzó a acariciarme la espalda.

Ambos estábamos tan avergonzados que no podíamos vernos las caras. Pasé ambas manos por su cintura, y comencé a acariciarlo también. Su olor era mi droga, pero todo él era mi perdición.

Después de eso me di cuenta de que me había sobreexijido. No había dormido en toda la noche, había perdido bastante sangre y encima de todo había usado toda mi fuerza cargando a Donghae, así que me desmayé en sus brazos. De todas formas confiaba en él, estaba tan relajado que simplemente se me cerraron los ojos.

Esperaba que al despertar el omega no me despreciara más de lo que imaginaba.

Corazón Salvaje [EunHae]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt