Corazón Salvaje [EunHae]

Capítulo 14: "Encuentros"

Me desperté con un dolor fuerte en el pecho, el calor de su abrazo era algo que jamás en la vida pensé que podría llegar a experimentar. Ni siquiera en mis sueños con Siwon. No sé en qué momento de la noche Eunhyuk me había abrazado por la espalda, pero al parecer llevábamos largo rato durmiendo acurrucados en esa posición.

Muy lentamente me giré para quedar con mi rostro en su pecho. Quería olerlo, quería sentirlo. Quería convencerme a mí mismo de que no era un sueño. Era real, quizás el no sentía lo mismo que yo, pero por lo menos en ese momento era yo el único que estaba en sus brazos.

Su olor comenzaba a embriagarme y me dejé llevar por el sueño otra vez cuando de repente mi celular vibro. Pensé en ignorarlo, pero se mantuvo así hasta despertar a Eunhyuk también, quien se quejó medio dormido y me lo alcanzó.

La realidad me golpeaba como un balde de agua fría, volví a mirar su rostro. Tan varonil, tan único, tan perfecto. Chasqueé la lengua, y me levanté de un salto de la cama.

Realmente quería llorar, y seguramente ya me estaba cayendo alguna que otra lágrima. Pero debía ser fuerte así que le dije que debíamos alistarnos y bajar enseguida.

Él no comprendía nada, pero por suerte no preguntó mucho e hizo lo que le indiqué.

Una vez abajo en el salón principal, nos cruzamos con todos los demás. Heechul estaba bastante enfadado, los gritos de la madrugada fueron de él. Y a juzgar por la cara de todos, él no era el único que no había podido dormir bien.

Tanto mi madre como Wookie y Jungsoo estaban bien. Por lo menos como personas que no discutieron con nadie de los presentes. O al menos eso parecía, porque en cuanto mi tía Jieun entró por la puerta principal acompañada por tres personas más sus rostros cambiaron.

Hubo un intercambio general de miradas, que no logré comprender. Incluso Hyuk que estaba a mi lado tembló por un segundo. ¿Acaso todos conocían a los recién llegados? Como solía pasarme normalmente, de algo me estaba perdiendo.

Mi tía nos clavó la vista a todos, recordándonos dónde estábamos e hicimos todos juntos una reverencia en forma de saludo. Jungsoo se quedó pálido, tenso. Mi madre había hecho que el hiciera la reverencia empujando su nuca.

Nadie habló excepto Jieun, que explicó lo importantes que eran nuestros invitados, y su renombre. Todas las personas que nos rodeaban en las fiestas lujosas eran así, por lo menos ante mis ojos todos éramos iguales, aunque por lo que entendí que dijo mi tía estos eran de mayor jerarquía.

Poco me importaban sus títulos en ese momento. Desvié la mirada de ellos para ver a los demás a mí alrededor. Heechul tenía los ojos vidriosos. Jamás hubiera imaginado verlo así.

Siwon en cambio, estaba más recto y se había acomodado el cabello rápidamente. Dio unos pasos adelante y extendió su brazo, indicado que los invitaba a pasar de la manera más cordial y respetuosa posible.

-Permítanme llevarlos al comedor- Dejó ver sus hoyuelos en una sonrisa.

Su madre en cambio, esbozó una sonrisa falsa, pero bella a la vista, y se acercó a su hijo bajando su mano en un cariñoso gesto. –Cariño, creo que otra persona debe encargarse de nuestros invitados.- Su voz sonaba dulce, pero en mi cabeza provocaba repulsión. Entendí muy bien a lo que se refería.

Aclaré la garganta haciendo que todos voltearan a mirarme. Entonces di un paso al frente –Disculpen que haya tardado tanto en reaccionar, por favor acompáñenme hasta el comedor- Hice mi mejor acto de gente adinerada. Tantas veces odié las clases de etiqueta y ceremonial. Y ahí estaba una vez más, hablando como un completo idiota.