❧06 ☙

2.5K 198 157
                                    

"You're a goddess, but I'm a fool.
What should I do?"

Eso decía aquella nota pegada en la puerta de entrada, la puerta que me dirigía a una casa abandonada, aquella a la que Jaemin me incitó a concurrir.

Era como esos cazones que se ven en películas de blanco y negro, y de no ser por aquel incendio que se hace notar en esta, la casa seguiría igual de impecable y bella.

Arranqué la nota, la doblé y guardé mientras me adentraba a aquella mansión, se podría decir, y noté que en el suelo había un camino hecho de pétalos de rosas.

Seguí el camino, mientras no despegaba mi vista de aquellos petalos y encontré otra nota.

"I saw an angel."

Esta simplemente la dejé donde estaba y seguí mi camino.

Estuve caminando alrededor de cuatro minutos. Subí escalones, encontré cuadros cubiertos por polvos, pero lo más extraño fue encontrar a Jaemin en uno de estos. Era un Jaemin de unos ocho años aproximadamente.

Hubo un momento en el que el camino terminó y terminé en una habitación grande donde se reproducía un video, un video donde yo aparecía, pero era extraño, yo nunca supe sobre esas grabaciones.

El video se reproducía mediante uno de esos aparatos que utilizan en los cines, y el video tenía como fondo "sing for you" de exo, pero las voces que sonaban no eran de los integrantes de aquel grupo. La voz que cantaba era la de Jaemin.

- Creí que nunca llegarías, si que caminas lento.-dijo.

- ¿De dónde sacaste aquellos videos?-pregunté.
En serio quería saberlo, me daba intriga y un poco de miedo a la vez.

- Wow,-dijo soltando una risa pícara.- preparo un camino hecho de pétalos de rosa, te canto una canción desde lo más profundo de mi corazón, hasta te dejo entrar a mi casa y, ¿solo eso quieres saber?

Sentía como la sangre subía y se hacía mucho más notoria en mis mejillas. Tenía razón, en serio se había esforzado en todo esto y yo solo preguntaba eso.

- ¿Dijiste tu casa?

Bien Mei, otra pregunta que no deberías hacer.

- Sí.-dijo secamente.

- Pero nadie podría vivir aquí, digo, está destrozada.

Vi como unas lagrimas luchaban por salir de sus ojos. Verlo así me dolía, no quiero decir que me guste y por eso me duele verlo así, ¿cierto? Simplemente es tener compasión por otros.

- Verás, querida Mei. -dijo mientras se sentaba en el suelo, yo hice lo mismo.- Un día, cuando yo dormía y apenas tenía ocho años, mi madre cocinaba para el almuerzo del día siguiente...-una lágrima logró su cometido.- la verdad ella no debía hacerlo, simplemente quiso. Teníamos sirvientes de sobra, pero ella quiso. Se descuidó por un momento ya que mi padre quería hablar con ella...-lo interrumpí abrazándolo. Logrando que suelte una sonrisa falsa.

No aguantaba verlo así, en serio no podía, estaba muy acostumbrada a verlo sonreír siempre.

- Mi papá quería pedirle el divorcio, -prosiguió.- parecía que había conseguido a otra familia. Mi mamá no supo como tomarlo. No por el dinero, eso era lo de menos. Ella en serio lo amaba. Entonces, mi mamá se volvió loca y volcó gasolina a todo lo que pudo. ¿Por qué había gasolina ahí? Los sirvientes no lo habían dejado en la cochera. Y bueno, mamá prendió un fósforo ocasionando que llamas empiecen a brotar. Papá subió e inmediatamente fue por mí, me rescató junto a mi peluche. -dijo señalando uno que tenia en una repisa de aquella habitación.- Volvió a entrar a casa encontrando a mamá rodeada en llamas y quiso ayudarla, pero como es obvio, no pudo.

Yo estaba abrazando a Jaemin mientras él lloraba.Yo no sabía que más hacer por él.

- Promete que cuando nos casemos, si yo consigo otra mujer, no harás lo mismo que mamá. -dijo entre sollozos.

- ¿Por qué me cuentas esto?-pregunté.

Jaemin se separó de mí y agarró mis mejillas, las empezó a sobar con sus dedos y depositó un beso en mis labios. No fue un beso como los anteriores, este fue suave y lento, además no duró mucho.

- Ya te he dicho que me gustas. Quiero enamorarte y pasar mucho tiempo junto a ti. Quiero poder contarte mis cosas, como tú cuentas tus cosas a Renjun.

Dejé caer mi cabeza sobre su hombro.

- ¿Estás celoso de Renjun? -pregunté.

- Claro que sí. Le cuentas tus cosas, no se esconden nada, están siempre juntos y ustedes corresponden sus enamoramientos.-confesó.

- Yo no le gusto y a mí tampoco me gusta.

- ¿Estás segura?- se separó de mí y sonrió, haciendo que sus ojos se achinen mucho.- entonces yo le pertenezco a tu corazón.
Empecé a ver aquel atardecer que era notable por una gran ventana de la habitación.

- Renjun y yo...-empecé a contar.

Y así pasamos aquel sábado. Contando cosas que no imaginabamos del otro. Entre risas y algunas lágrimas. Mientras observábamos el atardecer por esa ventana y nosotros nos abrazábamos y bromeábamos.

Aquel sábado supe que Na Jaemin vivía con la nueva familia que su padre construiría. Me contó que no la pasaba mal, pero tampoco era un goce total.

Quién diría que pasar tiempo junto a Jaemin me haría sentir tan bien.

Si me hubiese preguntado si su reto iba en buena dirección, si lo hubiese hecho, hubiese respondido que ya había ganado y yo era presa de sus encantos.

Si me hubiese preguntado si su reto iba en buena dirección, si lo hubiese hecho, hubiese respondido que ya había ganado y yo era presa de sus encantos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Espero les guste este capítulo. Lo escribí escuchando sing for you y casi suelto una que otras lagrimitas:,)
🧸💛

Wrong revenge ● Na Jaemin ●Where stories live. Discover now