¿Cerezas? o ¿Naranjas?; omegaverse Aristemo.

Volverás.

Narra Aristóteles:

Mis pies se mecen intentando tocar el suelo sin poder lograrlo, no tengo ánimos de pararme, después de todo lo que vi; todo anhelo por continuar con mi vida se había esfumado.

Escucho el golpeteo de unos zapatos cerca de la puerta, levanto el rostro para averiguar de quien se trata y al girarse el picaporte entra mi primo Robert con una bandeja con comida.

-¿Como estas?.- Pregunta mientras cierra la puerta.

-¿Como esta?.- Preguntó casi al instante.

Mi primo suspira antes de dejar la bandeja en la mesa de noche junto a la camilla, mis ojos siguen cada uno de sus movimientos.

-Ari, Temo esta muy grave, al escuchar tu voz, todo su sistema se alteró; Temo al escucharte quiso despertar pero su cerebro sigue muy inflamado por eso tuvo la convulsión.- Como a una flor con un buen baño de sol mi animo crece a pasos agigantados.

- Dejame verlo de nuevo, estoy seguro que si vuelvo a hablarle, él despertará.- Suplico con euforia.

-No.- Abro los ojos con sorpresa.

-¿P-Por que?.-

-Ari, esto depende de Temo, el reaccionará cuando lo tenga que hacer, entre mas alteres a su sistema mas convulsiones tendrá y entre mas convulsiones tenga, mas al borde de un paro cardiaco se encuentra.- Acaricia con su pulgar y dedo indice sus sienes en señal de estres.- No podras verlo hasta que me informen la total desinflamacion de su sistema.- Dice finalmente y yo comprendo  que nada de lo que haga lo hará cambiar de opinión.

Me quedo callado y observo nuevamente mis pies, se siguen meciendo con intenciones de tocar el suelo pero de nueva cuenta aquella sombra de tristeza se posa sobre mis hombros arrebatando todo deseo de caminar.

-Lo amo.- Le suelto sin mas, no busco una respuesta o que cambie de opinión, busco drenar un poco el dolor que siento.

Lo escucho suspirar, se acerca a mi cuerpo y coloca una mano en mi hombro en señal de apoyo.- Lo siento, llamare a tus padres; ya estas dado de alta.- No le respondo, él da una ultima palmada y abandona la habitación.

No puedo pararme, no siento mis manos, ni mis pies y mucho menos mi corazón, él se quedo junto a Temo, totalmente inerte, bajo el velo oscuro de mi tristeza.

Me siento vacío, mi boca no responde, mi estomago carece de apetito.

Escucho un taconeo desesperado al otro lado de la puerta pero esta vez no alzó el rostro para averiguar de quien se trate por que ya no me importa.

-¡Aris!.- Grita mi mamá al mismo tiempo en que corre y me envuelve entre sus brazos, sin embargo, yo no me muevo.

Estoy totalmente rígido, como una estatua de piedra sin vida.

-¿Que le pasa Robert?.- Pregunta mi papá.

-Es el lazo, lo esta afectando, esperemos que pronto Temo despierte.- Es lo último que se oye en toda la habitación, nadie mas vuelve a emitir sonido.

La habitación de hospital se ve envuelta en un mar de profunda oscuridad despedida de mi cuerpo.

En mi mente no dejan de pasar recuerdos constantes de Temo, mi Temo.

Mis oídos captan a duras penas el instrumental de la canción que escribí para Temo.

Mientras mi mamá me ayuda a cambiarme, mi voz susurrando aquella cancion al oido de Temo no me abandona.

Al terminar ella me mira triste, no me obliga a hablar y yo se lo agradezco infinitamente.

Los tres salimos del hospital, aun sin alzar la visto escucho a mi padre silbar, seguramente para llamar un taxi.

En un par de minutos mi mamá me conduce dentro de un auto, escucho a mi papá decir la dirección del edificio Córcega.

Sus voces son tenues susurros, lo que acapara mi sentido auditivo es aquella canción, no termina, por un instante me siento como un disco rayado.

Al llegar, camino lo mas rápido que puedo hasta nuestro departamento, al entrar me dirijo a mi cuarto y me encierro bajo llave.

Al alzar la vista, mi piano me saluda desde mi escritorio.

Con cautela me acerco a el, lo rozó apenas con la llema de mis dedos provocando notas desafinadas y sin un orden en especial logrando una tenebrosa sinfonía sin pies ni cabeza.

Justo ahora esa desafinada sinfonia representa el caos que siento dentro de mi, representa mi mente envuelta entre telas oscuras y rasgadas que nos envuelven a mi y a Temo en recuerdos lejanos.

-Se que algún dia despertarás- Susurro apenas.- Y cuando lo hagas, te amaré con mucha mas fuerza.- Me dejo aplastar por la soledad que ahora mismo busca mi lado mas vulnerable para atacarme y tal parece, lo esta logrando.

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Hola amigosssssssssssssss, ¿Como va todo? Los quiero ❤
Por favor platiquenme que opinan de la historia, que les va pareciendo hasta el momento, ¿creen que Temo despierte? ¿Que creen que pase si despierta?

Con amor, Litzy❤