Parte 2

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Vuelvo al mundo real después de recordar aquel día tan raro con el ruso, día que para mi mala suerte aún no termina.

Miro la botella a lado de mí, casi vacía y la agarro para beberla de un profundo trago, siento como el líquido baja por mi garganta y aturde aún más mi confundida y borrosa mente.

En el fondo del lugar se comienza a escuchar una de mis canciones favoritas, y percibo como todos mis sentidos explotan dentro de mí.

~Cuando la noche ha llegado y la tierra está oscura

y la luna es la única luz que vemos...

No, yo no tendré miedo. No, yo no tendré miedo

Mientras tú estés, estés conmigo~

Un impulso se estrella en mi cuerpo haciéndolo cosquillear, pienso en todos los posibles futuros que pueden suceder si nunca llego a revelarle mis sentimientos al euroasiático, y como si fuera la señal que tanto tiempo esperé, tomo una decisión. Ya era la hora de actuar y dejar mi cobardía ¿qué es lo que espero? ¿perderlo y lamentarlo toda mi vida? No, ya he perdido muchas cosas antes por la misma razón y Rusia no se añadiría a mi miserable lista.

Camino con paso decidido hacía donde él esta, y les juro que podría llorar de tantos sentimientos que traigo sobre mi piel, pero este no era el momento de flaquear en mi decisión.
Me paro frente mientras en un movimiento certero lo tomo de la mano, el sentimiento es como estar sosteniendo mi hermoso mundo, y en este instante todo me dejo de importar a mi alrededor hasta las miradas de los otros dos países que acompañaban al ruso, a MI RUSO.

-Ven, conmigo. Por favor baila conmigo-. Le digo mientras mi voz tiembla y solo soy capaz de decirlo en un hilo de voz casi inaudible, su presencia me mata en tantos sentidos y me aterra su silencio sin respuesta.

Rusia solo se limita a sonreírme, y sencillamente me vuelve loco, y mi corazón trabaja más acelerando mis nervios, por un momento siento miedo de que él sea capaz de oírlo. Aprieta más mi mano, mirándome directo y transmitiéndome una respuesta positiva a través de ese brillo que surge en su par de hermosos ojos. Comienzo a recordar todas aquellas veces que soñé despierto por un momento así, pero esto no era un sueño, era realidad y me siento mucho más vivo que nunca.
Sin tiempo que perder nos conduje hacía la pista del lugar, a través de la gente y de una que otra mirada curiosa, hasta llegar al centro de la pista.
Me armo de valor y paso mis manos por sobre su cuello acercando mi cuerpo al suyo, él toma mis caderas con sus fuertes par de manos. Me siento tan pequeño al lado de él, tan vulnerable y puedo asegurar que soy jodidamente suyo en tantos sentidos indescriptibles.
Mis ojos se cristalizan cuando siento su toque hacerse más fuerte sobre mi piel. No puedo dejar de ver sus ojos y me pierdo en las constelaciones maravillosas de sus cuencas, porque para mí es el universo entero, este es el momento más puto erótico que he tenido en mis doscientos años.

Comenzamos a bailar lentamente mientras nos perdemos entre aquellas palabras de la música del fondo, que sin saberlo eran promesas supremas para ambos. Y este es el momento en que el significado de amor cobra sentido. Amor no es algo que puedes describir con una canción o un poema. Si me preguntan a mí lo que es amor, mi respuesta es qué es sentir sus manos sobre mí, aspirar su aroma, admirar su fuerte mirada sosteniendo la mía y sin dejarla en ningún momento. Amor eran las palabras escondidas en aquellos ojos, era recordar el momento en que nos conocimos, o mirar el pasado y poder contar cada mirada que compartimos, era aquellas noches de insomnio que estaban a su nombre, era la manera en que me tocaba pensando en él. El amor era mi jodido y brillante Rusia confesándome que me ama de la manera en que yo lo amo a él.

Y esa noche sin planearlo ni esperarlo, el amor toca nuestras puertas para consumirnos y hacernos presos de un mar de emociones.

Y el amor nos hace prometernos una infinidad de cosas mientras lloro en su presencia.

El amor nos hace besarnos lentamente, mientras cerramos nuestros ojos, para perdernos en nuestra sola presencia.

El amor nos hace caminar hasta mi casa, entre risas, besos y caricias en los callejones.

El amor nos hace desvestirnos lentamente y admirar cada centímetro de lo que somos.

Nos hace desvestir nuestras almas y compartir cada momento del pasado, del presente y del futuro para volverlo uno solo.

El jodido amor nos hace marcar nuestra piel, con nuestros labios y manos, sin tener nunca suficiente.

El amor nos lleva a nuestro jodido primer orgasmo y tocar el cielo, "El único cielo al que seré enviado será cuando esté a solas contigo"

Porque en cada paso, en cada acto, cada caricia, cada mirada, cada beso, cada gemido y cada penetración no somo Rusia Y México, somos uno. Nosotros somos títeres del amor.

Y no sé porque presiento que desde este momento el amor jamás saldrá de aquí, y puedo verlo en cada rincón de esta casa, pero sobre todo puedo sentirlo en nuestros corazones.

-"Rusia, eres mi todo, para toda la vida."

Thinkin Bout You |RusMéx|Where stories live. Discover now