Lealtad // [danyxarya]

Capitulo 4

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Hace un año-

Realizar la danza del agua aún era dolorosa para sus músculos, y los moretones cubrían su piel bajo su túnica. Ella era más rápida ahora, lo suficientemente rápida como para sacar espadas de práctica de manos grandes y fuertes, y lo suficientemente rápida como para esquivar golpes que la habrían marcado hace solo unos meses. Se vendó las muñecas y practicó con diferentes cuchillas -dagas, estoques, puñales, espadas cortas, palabras largas- hasta encontrar un ritmo con cada una de ellas. Se levantó la manga y comenzó a untarse ungüento en su brazo, mezclando hierbas del este en una pasta que hacía que su piel ardiera a medida que se asentaba. El olor era desagradable, pero si lo dejaba puesto durante la noche, sus moretones se desvanecerían por la mañana.

Aunque cada uno de los hombres sin rostro era experto en matar usando cualquier método, cada uno de ellos tenía una especialización preferida. Algunos han jurado por el cuidadoso arte de cambiar el entorno, girando la esquina de una alfombra pesada en el momento perfecto o dando a un ladrillo un pequeño empujón sobre una cornisa. Otros presumían de las virtudes de dar la apariencia de una muerte natural a través de la enfermedad; con la preparación adecuada y una mano hábil, plagas, manchas de sangre y fiebres de todo tipo podían ser embotelladas y almacenadas para su uso futuro. El veneno era empleado por necesidad en ocasiones por cada uno de ellos, pero aquellos que se destacaban en ello raramente usaban otra técnica, por que estaban convencidos de su superioridad. Ella era parte de una pequeña minoría que prefería una muerte rápida y práctica, usando la velocidad y la habilidad física para dar a una persona un final "limpio".El hombre que dicta la sentencia debe balancear la espada.En su mundo, esa era la única manera en que ella podía acercarse a honrar esa filosofía, por retorcido que haya sido el esfuerzo.

"Valar Morghulis".

Se giró, enderezándose. "Valar Dohaeris".

"Una chica ha estado aquí desde hace tiempo. Ha aprendido nuestras costumbres y practicado nuestra magia. Pasó de ser un niño enojado a ser un siervo competente del Dios de muchas caras".

Ella inclinó su cabeza en un respetuoso silencio.

"El regalo debe ser dado. El Dios de muchas caras te ha elegido a ti y sólo a ti para esta tarea".

"¿Cómo es eso?" Su frente se arrugó un poco. "No somos todos nadie."

"No nos corresponde cuestionar, sino servir." Levantó la mano y le extendió una bolsa. "Necesitarás esto."

Cogió la bolsa y la descubrió llena de monedas. A través del fino cuero podía sentir sus diferentes tamaños y formas, y sabía sin mirar que eran monedas de todo el mundo. Este trabajo la llevaría a un lugar muy lejano. " ¿Qué nombre llama el Dios de muchas caras?"

"Daenerys Targaryen, gobernante de los Siete Reinos."

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Después de casi dos semanas en la estrecha bodega de un barco de carga Braavosi, se sintió como si fuera el mismo desaliñado niño que había abandonado estas costas años atrás. Se paró en la cubierta mientras el barco comenzaba a disminuir su velocidad en la bahía de Aguas Negras, preparándose para atracar en Desembarco del Rey. Incluso años después de que el wildfire se hubiera extinguido, el agua aún tenía un aspecto brillante y quemado. Esperó a que el ancla cayera y buscó al capitán. Él había rechazado el pago cuando ella reservó el pasaje por primera vez, reclamando el Valar Dohaeris, pero sabía que él tenía una familia numerosa en su país. Ella lo encontró y le estrechó la mano, agradeciéndole su traslado y deseándole mares tranquilos para su viaje de regreso a casa. Él sólo notó las monedas de oro que ella había dejado en la palma de su mano después de que ella ya estaba fuera de su vista.