Capítulo 7

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-¡¿Hasta cuándo Megan?! ¡No puedes seguir evadiendo el tema!- grita mi madre alterada.
-Megan tu madre y yo hacemos un esfuerzo por pagarte el mejor psicólogo y tú no haces ni el más mínimo de ayudar. ¿Es tan difícil contestar las preguntas de tu psicólogo y no molestarte con él?- me regaña mi padre.
-No estoy loca, no necesito un maldito psicólogo.
-No se trata de si estás loca o no, se trata de intentar entender por que escuchas una voz que más nadie escucha- reprocha mi madre.
-Si eso fuera cierto no me llevarían a un psicólogo que lógicamente busca una enfermedad en mi.

Me levanto bruscamente y salgo de la sala sin esperar la respuesta de mis padres, esta pelea ya la hemos tenido millones de veces y sinceramente no quiero escuchar la misma estúpidez de siempre.

Entro a mi habitación cerrando de un puertazo, me tiro en mi cama y caigo en un profundo sueño.

...

Bring! Bring! Bring!

Me despierto por el sonido de mi celular indicando que alguien me está llamando. Tomo mi teléfono y antes de contestar al número desconocido que muestra mi pantalla veo que son las 11 pm del domingo... dormí todo el día.

Después de devatir un poco sobre contestar o no decido que si ya que la curiosidad me mata.

-¿Aló?
-Megan- escucho la voz de Nathe al otro lado sorprendiéndome.
-¿Nathe?
-Si, soy yo.
-¿Cómo conseguiste mi número?- pregunto.
-Tengo contactos.
-Si si.
-¿Estabas durmiendo?
-Sip.
-Lo siento, no quería despertarte pero no sabía a quién llamar.
-Descuida, ¿qué sucede?
-Peleé con mis padres.
-Oh, ¿estás bien? ¿dónde estás?
-De hecho... estoy debajo de tu edificio- dice rápido y me imagino la cara "angelical" de "yo no fui" que debe de tener en este momento.
-Oh Dios, ya bajo.

Cuelgo la llamada y me coloco un sueter grande, me dejo los shorts que llevo puesto y el moño desarreglado con el que dormí. Cubro mis pies con unas pantuflas y bajo rápida y silenciosamente.

-Hey- saludo a Nathe sentándome a su lado en la banca que está fuera de mi edificio.
-Hola- saluda- Siento despertarte, pero de verdad no sabía a quién llamar.
-No te preocupes. ¿Por qué no llamaste a alguno de tus amigos del instituto?- pregunto extrañada.
-La mayoría de ellos están en una fiesta y los otros la verdad no son para hablar de temas serios. Además, tú eres mi amiga- dice y una sonrisa se dibuja en mi rostro.
-Bueno... igual yo dormí toda la tarde, digamos que estamos conectados, yo también peleé con mis padres hoy.
-¿Enserio?
-Si...
-¿Qué ocurrió?
-Bueno fui a mi primera cita con mi nuevo psicólogo, en el que nos vimos el otro día, y después de algunas preguntas terminé gritándole y tirando su puerta al salir- digo y él ríe- no es gracioso- lo amenazo con la mirada y el sube sus manos en señal de inocencia.
-Admite que si lo es.
-Un poco...- me rindo- ¿y tú por qué peleaste con tus papás?
-Ellos quieren que dedique mi vida 100% a la natación y que muestre una vida perfecta ante todos, no les gusta que esté tomando un descanso de la natación pero yo estoy agotado Megan, de verdad necesito como un break de todo esto. Además he bajado mis notas, y mentalmente estoy estresado. Siento que ellos no se ponen en mi lugar, y ya de verdad no se que hacer.
-Oh, siento que tengas que pasar por eso. Debe ser horrible que tus padres quieran controlar tu vida de esa manera, elegir todo por ti y no dejarte un poco de libertad para que elijas lo que realmente deseas.
-Lo sé... a veces quisiera simplemente escapar, irme muy lejos sin mirar atrás, irme a un lugar feliz donde pueda desestresarme y empezar de cero, un comienzo diferente.
-Ni que lo digas... amaría irme muy lejos, dejar toda esta ciudad y sus problemas atrás, para empezar mi nueva vida en otro lugar.
-Si puedieras elegir un lugar para irte ¿Cuál elegirías?- pienso un poco antes de contestar.
-Creo que Costa Rica me gustaría.
-¿Enserio?- pregunta sorprendido y lo miro confundida- Yo también amaría vivir allí, su gente es muy alegre, vivir allá debe ser súper relajante, perfecto para escapar de todo el caos de aquí.
-Exacto, las personas de allá tienen muy buenas vibras, además es un lugar tropical, sería mi país ideal para empezar de cero- explico mirando el cielo.
-Cuando nos graduemos nos iremos- me mira serio.
-¿Qué dices?
-Nos vamos a ir muy lejos, a Costa Rica de viaje si quieres y después nos iremos a vivir a otro lado. Solos, para empezar nuestras vidas de cero, seremos felices- me mira a los ojos y no puedo evitar sonreír.
-Dos locos adolescentes viajan sin ningún plan a Costa Rica- digo irónica y ambos reímos.
-No suena mal.
-Si tu lo dices.
-Hablo muy enserio Megan, nos iremos y seremos felices, dejaremos todos estos problemas de aquí. Para empezar una vida feliz en otro lado. Te lo prometo.
-Bien- sonrío y él también.
-Wow, es tarde- dice Nathe viendo la hora en su reloj después de hablar un rato más de otras cosas- llevamos una hora hablando y pareció un minuto.
-Si, creo que ya debemos irnos.
-Megan... ¿crees que me pueda quedar en tu casa? No quiero ir a la mía- pregunta avergonzado.
-Está bien, descuida, solo procura ser silencioso para que mis padres no te vean.
-Vale.

Ambos subimos silenciosamente como espías y entramos a mi habitación exitosamente, nos acostamos en mi cama y solo vemos el techo en silencio, un silencio cómodo y tranquilo, hasta que mi tortura vuelve nuevamente.

-Lo estoy escuchando de nuevo- digo nerviosa.
-¿A Travis?- pregunta Nathe preocupado.
-Si...
-Ven aquí- abre sus brazos para que me abrace a ellos.

Me acerco a Nathe hundiendo mi rostro en su pecho, un olor delicioso a perfume inunda mis fosas nasales. Él me rodea con sus brazos y acaricia suavemente mi cabello.

-Está todo bien Megan, no está sola- susurra en mi odio haciéndome sentir segura.
-Gracias por todo Nathe- susurro y cierro mis ojos fuertemente intentando quedarme dormida él responde algo pero no alcanzo a escucharlo ya que caigo en un sueño profundo.

Por primera vez en muchísimo años dormí mejor que nunca, no me sentí sola ni asustada, me sentí bien, completa.

Más allá de la puertaWhere stories live. Discover now