2. ¿Quién es?

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ㅡMinghao. ㅡLe llamó el mayor con dulzura.

ㅡ¿Sí? ㅡRespondió este, algo despistado, mientras se giraba para mirar a su novio, que caminaba a su lado.

ㅡLlevas raro varios días, ¿va todo bien?

ㅡSí, sí. Todo bien. ㅡAfirmó, no demasiado convincente.

ㅡ¿Seguro?

ㅡSeguro, bobo. Gracias por preocuparte. ㅡMurmuró sonriente, mientras le tomaba de la mano y le daba un ligero apretón.

Anduvieron a paso tranquilo hasta que llegaron a la calle donde vivía el menor, en la que el chino apartó su mano de la contraria con suavidad, como siempre hacía.
Soon siempre pensó que era porque iba a coger las llaves de la mochila o simplemente porque no le apetecía seguir pegado a él. Sin embargo, ese día se atrevió a preguntar.

ㅡAmor, siempre que llegamos aquí te alejas de mí un poco. ¿Es por algo en especial?

Justo en ese momento el menor palideció y abrió muchos los ojos. Además, tardó más de lo normal en contestar.

ㅡ¿Eh? No, claro que no. O sea, no. ¿Por qué piensas eso? Qué tontería. Eres mi novio.

ㅡNo sé, serán cosas mías.... De todas formas, tampoco sueles invitarme a tu casa, empiezo a pensar que algo pasa.

ㅡTe equivocas. ㅡLe cortó de repente, sin llegar a sonar demasiado borde, aunque dando a entender que su actitud era rara.ㅡO sea. Son cosas tuyas.

ㅡPero llevamos saliendo casi ocho meses y tus padres apenas me conocen... ㅡMurmuró, con un ligero mohín en los labios.

Ante es pequeño gesto, el menor no pudo evitar hablandarse y morderse el labio, deseando llenar a su chico de besos de arriba a abajo. Sin embargo, no lo hizo.

ㅡYa te conocerán, tranquilo. ㅡLe dijo, dejándole un fugaz beso en la mejilla antes de ingresar por la puerta de su casa.

ㅡAdiós... ㅡSusurró el mayor, cabizbajo, mientras se metía las manos en los bolsillos y comenzaba a caminar.


........

ㅡDe verdad, siento las molestias. ㅡRepitió el chico por décima vez.

ㅡCariño, que no pasa nada. Esta es como tu casa, por favor, siéntete cómodo. ㅡInsistió la mujer.

Justo en ese momento apareció el chino por el pasillo, cogió la pequeña maleta que el castaño había traído y se dispuso a regresar a su habitación.

ㅡ¿Vienes, Jihoon? ㅡPreguntó.

Este asintió, de manera algo torpe, y le siguió, no sin antes hacerle una última y pequeña reverencia a la madre de este.

ㅡJun, gracias. En serio.

ㅡCálmate, ¿vale? Sólo serán algunos días, nos conocemos desde hace mucho como para que te pongas así. ㅡLe dijo el mayor, con dulzura.

ㅡYa, pero... Me siento una molestia en tu casa...

ㅡPues no lo eres, quítate eso de la cabeza.

ㅡBueno...

Los padres del bajito habían tenido que marcharse a ver a un familiar que se encontraban en el hospital, en Busan. Para que su hijo no sé quedase sólo y no faltase al Instituto habló con la madre del chino para que se quedase unos días en casa de este, a lo cual no pusieron inconveniente alguno. Después de todo, Jihoon era como de la familia.

ㅡ¿Seungcheol no se ha puesto celoso?ㅡInquirió el mayor entre risas.

ㅡNo seas bobo, claro que no. Aunque me dijo que por qué no me quedaba en su casa.

La clase de apoyo - SeventeenWhere stories live. Discover now