Capítulo 17

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Vera

De no encontrarme tan moleste incluso lo hubiera encontrado gracioso. Ahí estábamos, La banda Rosa Metálica y su manager escondiéndose tras la mesa del comedor; mis hermanas sentadas sobre el desayunador, una con expresión seria y la otra con un rostro resignado.

Las manos de Gabriel me aprisionaban de la cintura, mientras mis uñas se clavaban en su carne. Alecia y su hermana Gilmara nos observaban con una expresión entretenida en el rostro.

Una vez que pude librarme de los brazos de Gabriel, (cuando no aguanto más el ataque de mi manicura) tomé el cuchillo de la encimera y me acerqué a los chicos de la banda. Antonio y David desaparecieron casi inmediatamente, mientras que Gustavo utilizó a Isaac como un escudo humano y mi prometido me observaba con una expresión divertida, con las palmas arriba en señal de rendición.

-apártate Isaac,-  escupí cada palabra con odio.

-amor,- musitó él cubriendo casi totalmente a Gustavo, -en serio no quieres asesinarlo.

-por supuesto que no,- le gruñí de vuelta, -solo cerraré la fábrica por él.

-Isaac no la dejes,- gimió Gustavo desde atrás, -les tengo mucho cariño, no dejes que se les acerque.

-tranquilo,- siseó mi prometido, -deja de ser tan marica, ella no te hará daño, ¿cierto amor?

-no demasiado,- gruñí otra vez. Isaac caminaba de espaldas alrededor de los muebles sin detenerse ni por un segundo, confiando totalmente en que Gustavo estaba lo suficientemente entero como para que no cayeran al suelo.

-amor,- musitó Isaac con tranquilidad, -soy demasiado guapo para acabar en la cárcel, y sabes que es lo que pasará si lo castras. Yo tendré que decir que lo hice y te perderás de ver este hermoso rostro en las mañanas por los próximo tres a cinco años.

-¿¡tres a cinco años!?- se quejó Gustavo ofendido, deteniéndose, y por ende provocando que Isaac y yo chocáramos de frente. Izzy me arrebató el cuchillo con facilidad y se lo lanzó a Gabriel quien lo guardó en la gaveta más cercana, luego me presionó contra su cuerpo con los brazos, regalándome una sonrisa brillante.

-tus pelotas no son tan valiosas, Ruescas,- murmuró Gilmara, claramente molesta por la intervención de Isaac en todo este show. –get over it.

-y ¿Quién se supone que eres tú?

-la madrina de la criatura que correrá con la mala suerte de tener a un tarado como padre.- Pude sentir los ojos de Gilmara en nosotros incluso antes de que hiciera su siguiente comentario. –y segunda esposa de Isaac si es que Vera no llega a los treinta.

-¿Por qué no llegaría a los treinta?- musité contra el pecho de mi prometido tratando de calmarme.

-no podrán probar nada,- finalizó la listilla, -¿cierto amor?- le lancé una mirada asesina, en cuanto sentí el cuerpo de Isaac tensarse. En el momento en el que Alecia mencionó que Gilmara había llegado desde Londres sabía que mis problemas se triplicarían.

No solo estaba enamorada de Isaac, sino que se sentía profundamente ofendida desde que se enteró que no solamente mi hermana esta de novia del vocalista de su banda favorita, sino que su mejor amiga tendría un bebé del guitarrista luego de tirárselo durante un mes.

Un mes… ¿Cómo pude ser tan ciega? Lena y Gustavo se odiaban, no hacían más que pelear, y ella no quería tenerlo cerca ni con una vara de tres metros. Todo un gran teatro.

-hermano,- murmuró Gustavo sentándose en el sillón, -tienes que ser un polvo terrible para que ella este tan insoportable.- Espera ¿Qué?

-¿Se los dijiste?- podía sentir los ojos de todos en la sala sobre mí. Gilmara hizo un puchero, Alecia rio sugestivamente y mis hermanas me observaron con la boca abierta.

Fame [Rosa Metálica #1]Where stories live. Discover now