4

39.2K 4.1K 5.9K
                                    

Draco odiaba a Moody.

Recordó su intenso rencor hacia ese mequetrefe cuando Pansy, bromeando, le había llamado Huroncito esa mañana.

Todo había empezado por una estúpida pelea con Potter y Weasley, a inicios de ese año. Él ni siquiera había dicho nada, sólo andaba por ahí cerca -como siempre que se trataba del Cuatro Ojos- y luego se vio convertido en hurón por ese estúpido ex-auror.

Gracias a la Urraca de McGonagall, pudo regresar a su forma normal y levantándose dignamente, como un buen Malfoy, dirigió una mirada de odio puro directamente al ojo mágico de ese loco y se encargó de dejarle en claro que su padre se iba a enterar de eso.

Luego, había esperado pacientemente a Avery en su Sala común y cuando este entró, riéndose con los demás, Draco le lanzó un Venereum que lo dejó aullando toda la tarde, ganándose las sinceras felicitaciones de Theo.

A fin de cuentas, todo había sido culpa de Avery-maldito-sea. Por lo que Draco había alcanzado a escuchar, Avery había insultado a la madre de Weasley, y Potter, inteligentemente, le había devuelto el insulto hacia la madre del Slytherin. Así que Avery, siendo Avery, quiso lanzarle un hechizo a traición a Potter mientras este se alejaba, pero Moody dándoselas de héroe, quiso darle una lección, convirtiendo accidentalmente a Draco en hurón.

Draco había estado furioso, muy pero muy furioso, pues todos se habían burlado de él. Bueno, a excepción de Blaise, Theo y el mismo Potter; cosa que no pudo más que alegrarle un poco la vida pues al parecer, Potter no era tan tonto como para ver algo gracioso en que Draco recibiera lo que era para Avery.

Así que haciendo un buen uso de la posición de Heredero de la familia Malfoy, mandó a su lechuza Orión con una breve nota a su padre esa misma tarde.

Al día siguiente, su padrino había irrumpido en la habitación, llevándose a Draco para la oficina de Dumbledore. Draco se dejó llevar como un corderito inocente, y como la injustificada víctima que era.

Cuando llegaron a su destino, vieron a McGonagall, Dumbledore, Moody, Avery y a un Lucius Malfoy mucho más furioso de lo que podría verse el propio Draco alguna vez.

El rubio menor, aún con su pijama, levantó el mentón orgullosamente y miró a Moody con una clara mueca de arrogancia tipo: te has metido con el hijo de Lucius Malfoy, atente a las consecuencias.

Mientras tanto, su querido padre empezaba a amenazar a todo el mundo y a decir que quería a Alastor Moody fuera de Hogwarts, y que si no era mucho pedir, en Azkaban.

Dumbledore, viejo loco, trataba de tranquilizarlo junto con la Urraca.
Moody estaba en una esquina muy quieto, pero su ojo mágico observaba todo en la habitación. Severus, se veía que trataba de contenerse pero luego de un comentario del anciano, exclamó que en todo caso, Potter había empezado y que merecía al menos uno de los viejos castigos de Filch.

La Urraca le recriminó la falta de seriedad y Avery tembló imperceptiblemente mientras se rascaba los huevos producto de lo que Draco le había hecho el día anterior. Ese imbécil, inteligentemente, había decidido no delatarlo y sólo por eso, fue que Draco no dirigió todo su enojo hacia él. A fin de cuentas, fue Moody él que lo convirtió en hurón.

Todo se solucionó con detención para Avery con Severus y la Urraca, y puntos de menos para Gryffindor y Slytherin. También una disculpa forzada de Moody para Draco, y por qué no, para el propio Lucius, y una alegre invitación de Dumbledore a comer unos tontos caramelos que hicieron pensar a los dos Malfoy que definitivamente ese viejo había perdido la cabeza.

Ya en las habitaciones privadas de su padrino, y con las tripas rugiéndole del hambre, Lucius lo miró atentamente para luego decir:

—Espero, Draco, que seas lo suficientemente inteligente para ver que Moody se ha convertido en alguien muy sospechoso y peligroso.

Draco's Plan [ Drarry ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora