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—Si me ayudan, es como si ayudaran a Harry. Él y yo somos uno. —dijo Draco con su mejor tono persuasivo.

Granger sonrió brillantemente y Weasley bufó asqueado.

—Lo que no entiendo, Malfoy, es por qué quieres esconder la varita de Harry. Es obvio que él la necesita.

—No te preocupes, Weasley. Tengo algo que tú careces; cerebro se llama, ¿sabes?

—Chicos, por favor. —intervino Granger.

—Y quiero que Harry utilice la varita de Dumbledore para que tenga ventaja. —continuó Draco, haciendo caso omiso a la chica.

— ¿Qué? —gritó Granger— ¡Eso no puedes hacerlo, Malfoy! Es la varita del director, además que estarías haciendo trampa. ¡Harry no hará trampa!

Draco puso los ojos en blanco y suspiró.

—Lo único que tienen que hacer ustedes dos, es esconder la varita de Harry y hacerle creer que se perdió. ¡Eso es todo! ¿Son tan tontos como para no poder hacerlo?

—Cuidado con lo que dices, Malfoy. —advirtió Weasley.

—Cuidado tú, Comadreja.

— ¡Suficiente los dos! —dijo Granger, desesperada— Vamos a ayudar a Harry en lo que sea posible.

—Pero dijiste que era trampa--

— ¿Y de cuándo a acá, te importa hacer o no hacer trampa, Ronald?

— ¿Y de cuándo a acá, a ti te da por hacer trampa?

Mientras los dos Gryffindor discutían, Draco pudo atisbar que los campeones venían junto a sus familiares, el director, y algunos profesores. Harry tenía un uniforme distinto al de la prueba de los dragones, y a su lado, estaba la madre de Weasley.

Granger y Weasley seguían en lo suyo, y la poca paciencia de Draco no aguantó más. Así que sacó rápidamente la varita de Harry de su bolsillo, y la metió en los pantalones de Weasley, haciendo que este chillara de forma nada varonil.

— ¿Qué mierda te pasa, Malfoy? —siseó el pelirrojo.

—Cállate y guárdala bien, Weasley. Tú, Granger, invéntate algo si Harry te pregunta, ¿de acuerdo?

Draco no dijo más y se alejó de dos pasmados leones. Se dirigió hacia Harry, pero fue interceptado por Vincent.

—Draco —dijo el chico con una sonrisa—, tenemos un lugar de honor en las gradas para ver todo mejor, ¿puedes creerlo? Hay lugar para todos allí.

— ¿De honor? —Draco alzó una ceja.

—Ya sabes... cosas de tu padre. También me dijo que te reunieras con él lo más pronto posible. Oh... allá viene —Vincent señaló hacia su derecha con el mentón—. Nos vemos ahora, Draco.

Lucius venía con un perro negro grande y greñudo. Lo que más divirtió a Draco, fue que Lucius traía al perro sujetado por una correa negra muy sencilla. Sirius Black seguramente estaría muy enojado.

— ¡Draco! —la voz de Harry se dejó escuchar detrás suyo

Draco dio la vuelta a tiempo para recibir el abrazo de Harry, quien se había lanzado a él.

— ¿Viniste a darme el beso de despedida? —preguntó Harry alegremente.

—No el de despedida —Draco sonrió—. El de cuídate y gana, o te patearé las pelotas.

—Puedes hacer algo mejor con ellas. —sugirió Harry.

Un sonoro ladrido los hizo sobresaltar. El perro gruñó un poco y Lucius, junto a él, hizo una mueca de asco.

Draco's Plan [ Drarry ] Where stories live. Discover now