Draco's Plan [ Drarry ]

23

— ¿Has practicado todo lo que te enseñé? —dijo Draco, la noche del jueves.

—Sí, Draco, no seas pesado. Ya me sé todo de memoria. Tú y Hermione pueden estar tranquilos. —respondió Harry, bostezando.

Ludo Bagman al fin había accedido a hablar sobre la última prueba. Se trataba de un laberinto, en el cual los campeones debían sortear diferentes obstáculos para llegar a la meta y conseguir el premio. Bagman no dijo qué era el premio, pero había que ser muy tonto como para no saber a qué se refería.

Aun así, Draco estaba preocupado. ¿Qué estaba planeando Voldemort? ¿Cómo atacaría? Lo más lógico es que atacara. No había hecho algún movimiento antes, y se suponía que esta era la oportunidad perfecta.

— ¿Draco? —la voz de Harry lo sacó de sus pensamientos.

— ¿Sí?

Harry volvió a bostezar y se abrazó a Draco.

—Creo que podemos quedarnos aquí.

— ¿Qué? —Draco no creyó escuchar bien.

—Vamos a dormir aquí —repitió Harry—. Quiero que pasemos esta noche juntos.

Draco sonrió con picardía.

— ¿Así que pasaremos de nivel? —preguntó.

— ¿Eh? —Harry pareció confundido por un momento, antes de comprender la intención de Draco— ¡No! —Draco le guiñó un ojo con intención, y Harry le empujó suavemente con el hombro— Ya te dije que nada de nada hasta el matrimonio.

—Eso no decías la otra noche. ¿Te acuerdas? Tú, encima mío, y frotándote contra mí.

Harry se sonrojó. Seguramente por la voz insinuante que Draco había utilizado.

—Pues esta noche sólo vamos a dormir. —recalcó el Gryffindor.

—Aguafiestas. —Draco bufó. Harry rio y le dio un beso rápido en la frente.

—Claro que puedes convencerme de otra cosa. —ofreció Harry, con una pequeña y tímida sonrisa.

—Soy muy convincente. —dijo Draco, sonriendo también.

Harry, de repente, tiró de él, haciendo que se levantara del sillón.

—Quita. Voy a ensayar una cosa que he estado practicando.

Harry sacó su varita, ignorando el gesto ofendido de Draco, y apuntó al sillón, haciendo un complicado movimiento. El sillón, gradualmente, se convirtió en una cama pequeña. Draco abrió mucho la boca. Estaba muy impresionado, puesto que Harry no había hablado en ningún momento. Un hechizo no verbal y de transformación compleja en un mago de cuarto año, era de admirar. Harry era increíble.

Harry parecía no creérselo y se aproximó a la cama, tocándola tímidamente. Cuando comprobó que era real y que funcionaba, saltó emocionado y rio alegremente.

— ¿Viste? No soy tan malo como todos piensan. Supongo que si mañana me ponen un sillón enfrente, podré convertirlo en cama —Harry reflexionó— Bueno, la verdad no sé de qué serviría una cama en un laberinto, pero soñar es gratis, ¿no? —Harry volvió a reír, mientras miraba a la cama con ojos brillantes— Lo he leído en un libro de sexto año de Transformaciones. Quería algo más de comodidad en el aula y... ¡es que no puedo creerlo, Draco! ¿Te imaginas la cara que pondrá Hermione cuando le cuente que--?

La perorata de Harry fue interrumpida por un Draco emocionado, quien le tumbó en la nueva cama y empezó a besarle con frenesí.

—Tengo el mejor novio del mundo. Un mago poderoso —decía Draco riendo, mientras Harry se retorcía debajo de él, riendo también—. Tiene los ojos verdes como un sapo en escabeche y el pelo negro como una pizarra cuando anochece. Quisiera que fuera mío, porque es glorioso, el héroe que venció al Señor Tenebroso. —recitó Draco haciéndole cosquillas.