Capítulo 27

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Muchas cosas habían cambiado desde la última vez que llegué así a casa.

Tuve unos segundos para mi misma en los que solo me pregunte: "¿En serio acaba de pasar eso?". Y luego mi mamá llegó.

-______,¿estuviste con Ross?- sonreía, como siempre. Pero dejo de sonreir cuando vió que yo no lo hacía.

Antes de todo esto, mi intensión había sido venir a casa y contarle que estaba embarazada.

Ya no tenía sentido hacerlo ahora.

Tampoco tenía mucho sentido decirle que Ross y yo acababamos de terminar.

-Sí.- respondí, me obligué a sonreir.- Tuvo que ir a una entrevista.

Asintió.

-¿Quieres descanzar ahora o prefieres que vallamos a cenar algo?- preguntó.

Yo ya sabía mi respuesta.

-Estaré en mi habitación, estoy cansada. Si quieres puedo llamar a pedirte un poco de comida.

Mi madre negó con la cabeza.

-No gracias, no tengo hambre.

Me acomodé la chaqueta, esperaba que no notara nada raro en mí.

-Genial.- dije. Y caminé hacia mi habitación.- Si necesitan algo solo díganmelo.

Mi madre asintió y me dió un beso en la cabeza.

Entré en la habitación y me lanzé a la cama.

Sintiendo que todo a mi alrededor había desaparecido. Como si estuviera sola en una habitación vacia. Y que por cierto: resultaba ridiculamente grande para una sola persona.

Me quité la ropa y me puse lo más cómodo que tenía.

Rydel me había dejado un mensaje. Estaba en su casa y no le había pasado nada en el camino. Y Ratliff había ido a verla.

Bien, almenos ella estaba bien.

Dejé el teléfono y lo apagué.

No quería ser molestada en la noche, pensaba dormir hasta que no pueda más. Hasta que mi cerebro borre las últimas horas de mi vida.

Pero sabía que eso no iba a pasar.

Cerré los ojos y me obligué a dormir, tendrïa suficiente tiempo para pensar mañana, pero ahora simplemente no.

....

Desperté con mi madre acariciando mi cabello. Solía hacerlo cuando era pequeña.

-Buenos dias.- saludó.

Volteé para verla y le sonreí.

No quería preocuparla ni molestarla con cosas de jovenes.

-¿Que haces aquí tan temprano?- pregunté.

-Cada segundo cuenta ahora que ya sé como funcionas.- rió.

Mi madre podía ser aveces la madre más dulce del mundo.

-No tengo planes para hoy.- dije.

Mi madre tomó mis manos.

-Yo sí.

Durante la mañana solo estuvimos en la piscina.

Bronceandonos, relajandonos y hablando de todo. Hasta papá se nos unió más tarde, solo se recostó en una silla (él seguía resfriado) y estuvimos allí hasta que empezamos a sentir hambre.

Mi padre se fue a dormir a las 4 de la tarde, algo tarde si conciderabamos que estaba mal y con fiebre. Nos aseguró de que estaría bien, y que deberiamos salir.

WHITE (Ross Lynch) (Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora