Las entrevistas llovieron sobre mí cuando se hizo publico que Ross y yo habíamos terminado.
Asistí a algunas, la mayoria fueron soportables, pero otras solo querían hacer que las golpee y luego llore en cámara expresando mi dolor.
Jennifer había sido una de las entrevistadoras, la que por cierto menos me agradó, se metía en detalles demasiados privados, y hacía preguntas como: "¿Si lo extrañas entonces porque no estás con él?" O "Talvez no era amor lo que sentías por él, solo atracción" Y "si estuvieras realmente enamorada no estarías así de estable"
Me sorprendió que ella dijera todo eso, sobretodo porque ella tenía mi misma edad y suponía que entendía en parte todo esto. Pero no.
Había decidido no salir esta noche, no despues de haber respondido a sus preguntas.
Me quedé en mi habitación con la laptop prendida y la mayoría de mis luces apagadas.
Respondí algunos mensajes de amigos mios, Ed me había invitado a una fiesta, pero la rechazé, y Carter me llamó para decirme que valla a su casa, tenía libros nuevos y quería prestarme algunos. Le dije que pasaría por su casa mañana, y que hoy no tenía muchas ganas de salir.
Entonces me quede en casa, apesar de estár viendo _________(tu seria favorita) no me sentia bien.
Ya había visto esos episodios, con Ross. Él no entendía la serie, pero solo lo hacía por mí.
Él me hizo ver Masters of Sex, la serie era buena, pero solo ví la temporada uno.
Sin darme cuenta mi mente empezó a mostrarme momentos con él.Lo extrañaba mucho, demasiado si era honesta. Quería que él estuviera aquí cuando llegaba de un gran y asqueroso día de trabajo, y que me anime en segundos.
Su sonrisa era...
Su sonrisa era lo que me desarmaba, y era una de las pocas cosas que nunca me cansaría de mirar.
Tuvimos muchos buenos momentos, algunos malos, pero la mayoría fueron buenos.Quería estar con él, y al igual que el año pasado, cuando terminamos, pensaba en mirar hacia adelante e imaginarme el futuro.
Pero el seguía apareciendo allí.
Lo necesitaba en mi futuro, como el padre de mis hijos, como la persona con la que pasaría el resto de mi vida.
Quería a Ross Lynch.
Estaba apunto de hacer algo de lo que talvez me podía arrepenter, pero mi madre me interrumpió.
Me vió con pequeñas lágrimas resbalando de mi rostro, y traté de sonreir, pero ya me había visto llorar asi que no tenía caso.
-¿Ya no están juntos?- se sentó en mi cama cerca a mí.
Negué con la cabeza.
-¿Desde cuando?
Sus ojos lucían preocupados.
-Casi un mes.
Me sobé los ojos porque empezaba a ver borroso.
-¿Porqué no me lo dijiste?- preguntó.
-Quería.- dije.- Quería decirte muchas cosas, pero parecían estupidas.
Mi madre se llevó las manos sobre las piernas.
-Nunca serían estupidas para mí. Yo te entiendo,______.
Me puse de pie.
-No, no lo haces.
-_______, soy la que más te entiende.
Colapsé.
La única persona que me entendía perfectamente estaba a unas casas de la mía, con su familia, probablemente olvidando casi completamente mi existencia.