Capítulo 4

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-Danny, cariño, al fin llegas, ¿qué tal tu primer día?

-Hola, mamá, pues ya estoy lleno de trabajos, proyectos y tareas, también me volví a encontrar con Tuck.

-Ja, ja, la vida de un universitario, así es esto... No vayas a hacer locuras de nuevo.

-¿A qué te refieres?

Ella sólo me sonrió y me sirvió la cena, desde lo que pasó en secundaria Tucker ya no es de su agrado, y mucho menos Paulina, y la entiendo, pero siempre fuimos amigos. Cenamos tranquilamente, como siempre papá habla de cazar fantasmas, mamá lo apoya y Jaz se enoja, yo simplemente me rio, aún no puedo creer que el tiempo haya pasado tan rápido.

Una vez que terminé, salí a tomar aire, necesitaba pensar, aunque mi tranquilidad fue interrumpida minutos después, escuchaba gritos y de repente alguien azotó la puerta. Era Sam, salió echa una furia de su casa, parecía venir hacía acá, pero detuvo sus pasos, sin darme cuenta estaba cerca de ella, escuchándola.

-¿Val? ¿Estás..? Ah, ya veo... Sí, no, no te preocupes... Te veo mañana... - y colgó -.

-¡Samantha Manson! ¡Entra YA a la casa!

-¡No! ¡Y no puedes obligarme!

-¡Es una orden! ¡YA!

-¡Olvídalo!

Empezó a caminar lejos de su casa, su mamá, resignada, volvió a entrar, por mi parte estaba siguiéndola, mientras caminaba nos acercábamos a un lugar que no había visto antes, bien oculto entre algunas calles de Amity Park, parecía un lugar solitario, ella sin pensarlo se metió, esperé unos momentos y yo también entré, no la veía por ningún lado pese a ser una sola habitación.

-¿Por qué demonios me estás siguiendo? ¿No tienes nada mejor que hacer? - di un pequeño salto, no esperaba que apareciera de nuevo en la puerta principal -.

-Sólo quería asegurarme de que estuvieras bien.

-Mmm... Desde mi punto de vista no eres más que un acosador, podría llamar a la policía y no creo que a tus padres les agrade verte tras las rejas.

-Sam, no creo que...

-Deja de seguirme, ¿quieres? No estoy de humor como para verte también fuera de clases y menos para que me estés acosando.

-Si tan sólo me dejaras...

-No, en serio, no estoy de humor para esto.

-Pero, Sam...

-¡Ya! ¿¡Qué más quieres de nosotras!? ¿¡Acaso no te bastó con humillarnos!? ¿¡Con tratarnos cómo basura!? ¡Nosotras confiábamos en ustedes! ¡En ti! Nosotras... Yo... - ella comenzó a sollozar, yo quise acercarme pero me lo impedía -, ya no quiero seguir hablando contigo, sólo déjame en paz.

-¡Ya sé que fui un patán! Por eso he querido disculparme, reconozco que no debí tratarte así, tampoco a Valerie, y sé que tardaré años en recuperar siquiera su amistad, pero créeme que estoy arrepentido, ya no soy aquel estúpido, de verdad quiero su perdón, y si tengo que seguirlas hasta el fin del mundo, lo haré.

Ella, que ya se estaba yendo, volvió a voltear, se notaba sorprendida, pero encima de esa sorpresa aún había enojo, simplemente retomó su camino y respetando su petición no la seguí más.

Un rato después comencé mi camino de vuelta a casa, aún tenía trabajos por completar.

Danny Phantom en una realidad alternaWhere stories live. Discover now