Especial 3/3

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—No me hagas hacer esto... Me duele.

—¿No qué harías todo por mí?

—Lo dije...

—Empieza.

—Por favor... ¿No podemos dejar esto para después?

—Imagina que ya no estoy.

JungKook sonrió, caminando hacia Taehyung. El contrario tomó las manos de su enamorado, besando estas con cuidado y amor. El mayor sonrió con dolor, suspiró de manera profunda y comenzó a leer aquella carta que traía en sus manos.

«Dicen que tanto como los sueños se hacen realidad, también las pesadillas pueden hacerlo.

Y yo... Lo pude comprobar aquél día cuando todo lo que encontré de él fue su cuerpo ya en paz sobre nuestra cama.

Sus manos perdieron aquella calidez. Su brillo simplemente se apagó y no estuve ahí para cerrar sus ojos una vez partió.

Su sonrisa daba mil años de vida a cualquiera. Su alegría y entusiasmo por las cosas más mínimas era admirable.

Con amor cuidaba de los que amaba y a pesar de ser temeroso al abandono se atrevía a abrir su corazón para los demás.

Jeon Jungkook fue mi alegría, mi luz, mi vida, mi todo.

Aunque nunca me preparaste para este momento, siempre practiqué mi despedida.

Y ahora que no estás... Me atrevo a decir que se me ha ido lo más lindo que alguna vez llegó a mi vida.

JungKook, hoy... No vengo a darle al mundo una simple carta de despedida.

Sí, tardé más de lo esperado, estabas más que cansado, no podías ni con tu alegría. Y aún así soportaste hasta el final.

Hoy, tomo tu mano frente a esta lejanía y con una sonrisa llena de dolor, te digo adiós. Te dejo libre.

Recuerdo aquél día de verano cuando te encontré tirado bajo aquél árbol. Respirabas con libertad, mientras en tu rostro, había una gran y serena sonrisa.

¿Recuerdas cuando te presenté ante mis padres?

Estabas rojo, tus manitas temblaban. Sonreías como un niño pequeño en el momento en qué mi madre besó tu frente.

Prometiste cuidar de mí...

Nuestro primer helado... Aquél ramillete de flores que trajiste para mí en mi recital de piano. Toda fotografía. Todas las sonrisas. Tus abrazos. Tu piel cálida e irreemplazable... Tus besos... Tu delicioso aroma a avellanas.

Todas y cada una de tus bellas facciones quedaron grabadas en mi mente y alma.

Y créeme... Qué aún no olvidó nuestra promesa. Tú... Llevas mi anillo y yo... Llevo el tuyo. Porque así lo prometí.

Ahora mi dulce ángel... ¡Vuela! ¡Sé libre! ¡Respira!

Tú, mi cielo... Lo hiciste bien, lo hiciste muy bien...

Dulce sueños.»

—Estás listo...—musitó el pelinegro con lágrimas en sus ojos, Taehyung mantuvo su mirada en el piso, centrado en su pequeña burbuja.

¿De verdad se estaba preparando para el día en qué su luz se apagara para siempre?

Esto era cruel...

100 Razones para volvernos a ver - K.TH x J.JK ©Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt