CAPÍTULO FINAL: LA VIDA EN ROSA

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Los cuadros estaban ahí, como tantos recuerdos plasmados en esas fotografías. Desde el día uno hasta ahora, ¿Cuánto pasó? ¿Había una forma de medir la felicidad en días, meses o años? ¿Se podía? Capaz para la gente sí, pero para ellos era más que eso. Cada recuerdo era plasmado en una foto o en un cuadro, con esa pintura que impregnaba el aroma de esa casa. Una fragancia inconfundible, única. La esencia de V se sentía en toda la casa, así como la de ella. Había pasado ya tiempo desde que unieron sus vidas, desde que se volvieron a ver en la tercera fiesta de la RFA. Ahora los años habían pasado, transcurrido. Crean recuerdos de ellos juntos, como una familia. Un paso importante, pero suyo. Solo de ellos.

-¡El desayuno está listo! ¡bajen de una vez! –decía una mujer desde el pie de la escalera.

-¡Ya vamos! –se escuchó.

Isa suspiró. Nada les costaba a esos dos darse un baño rápido, hoy tenía una cita en el templo Won y ellos estaban jugando como siempre. Solo le quedaba suspirar, nadie dijo que la vida en matrimonio era fácil. Su mirada fue sin querer a aquellas fotos, las fotos que decían mucho de su vida juntos. Desde el día de la fiesta, su compromiso, su boda, su embarazo y más. Prácticamente toda la casa tenía fotos de ellos. Con sus amigos de la RFA. Saeran que había abierto su florería con la ayuda de su esposa Rei. Esa pareja era muy hermosa, su pupila se convirtió en su familia en sí. Lo recuerda como ayer cuando ellos dijeron que se casarían. Se sorprendieron, pero V y ella sabían mejor que nadie qué era querer estar con esa persona indicada de una vez, poder unir tu vida a la de ella. Sí, ellos comprendían. En otra fotografía se veía a Saeyoung con trajes típicos al lado de Akira. Ese otro gemelo también siguió los pasos de su hermano. Se casó con alguien de por si importante. Nadie sabía qué tan importante era el nombre de los Won en el mundo. Los creyentes que tenían y el apoyo del emperador de Corea. Esa boda fue la más hablada por todo un año. Tuvo la presencia de gente de alto cargo. Y ahora él vivía con su esposa en aquel templo. La señora Kim sonrió al pensar cómo poco a poco todos iban siendo felices. Jumin estaba saliendo con una joven hacía un año o algo así porque el Han era muy reservado con respecto al tema. V le decía que era porque para Jumin era algo nuevo, pero esperaba que esa relación fuera por buen camino. Zen logró que su carrera como actor ascendiera a unos picos muy altos que las entradas de cada obra que realizaba se acababan a la hora de estar en venta, ahora comentaba que tenía una novia americana, con unos hermosos cabellos dorados. Todos esperaban conocerla pronto. Mientras que el pequeño Yoosung logró tener su veterinaria y casarse con una colega. La relación era graciosa, pero él se veía más enamorado que nunca. ¿Ella qué podía decir? Amaba a su esposo a más no poder. Cada fotografía marcaba recuerdos que deseaban que perduren por siempre. Hasta que sintió unas manos que la rodearon por la cintura.

-¿pensativa?

-¡Jihyun! Me asustaste.

-lo lamento –besó su cuello- ¿te gustan? –decía mientras apoyaba su quijada en su hombro.

-Sí, ahora que lo miro, ha pasado tanto tiempo, tantas cosas plasmadas aquí. Cada uno de nosotros encontró su camino.

-Lo sé –sonrió- me alegra que todos estén bien, haciendo sus vidas y sigamos unidos.

-Eso, aunque...

-¿aunque?

-La RFA ha crecido, ¿no? –decía alegre.

-Miembros van llegando a nosotros –acarició su vientre- ha pasado mucho desde ese día.

-Nuestra boda –completó.

HASTA VOLVER A VERNOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora