Matrimonio no planificado // Unplanned Marriage [COMPLETA]

Capítulo 2

Arthit se recuperó e inmediatamente sintió el dolor en la parte posterior de la frente. ¿Peleó con alguien ayer? No podía recordar nada. Sus ojos dolían demasiado para que los abriera todavía. Él instintivamente buscó a Mary en su cama, algunos mimos después de una noche dura eran lo mejor. Una vez que sintió su espalda desnuda, Arthit se acercó y la abrazó por detrás.

¿Ella siempre fue tan musculosa?

Él no había sentido su cuerpo desnudo en mucho tiempo, sin embargo, algo se sentía diferente. Arthit lentamente movió su mano de su estómago un poco hacia arriba, buscando dos nubes suaves. Una vez que creyó haber encontrado uno, apretó ligeramente solo para estar más confundido por su firmeza.

Su otra mano se deslizó rápidamente entre sus piernas. El cuerpo de Arthit se congeló cuando sintió algo que no debería estar allí. Algo duro.

—Jane, ¿qué estás ... MIERDA! —Kongpop se volvió confundido, despertado por extraños movimientos y toques. Una vez que vio a un hombre extraño, se quedó boquiabierto.

—¿Qué diablos? —Gritó Arthit. —¿Quién demonios eres? ¡¿Por qué estás en mi cama?!

—¡¿Quién demonios eres tu? ¡¿Y por qué estás en mi cama?! —Kongpop gritó de nuevo. Ambos tratando de cubrirse con la manta, verificando cuánto tenían.

—¡Esta es mi casa! —Declaró Arthit, tirando de la manta de las manos de Kong.

—No, esta es mi casa! —Dijo jalándola de nuevo. Les tomó un tiempo darse cuenta de que solo había una cubierta enorme para ambos. Kongpop tosió con el propósito de ocultar su vergüenza. —Vamos a calmarnos. —Sugirió, mirando a su alrededor por su ropa. Sólo entonces se dio cuenta de que no reconocía su entorno.

—Esto es... esta no es mi casa. —Arthit exhaló lentamente.

—La mía tampoco. Parece que estamos en un hotel. —Kongpop dijo mientras recogía su camisa del suelo. Algo brillante en su mano izquierda llamó su atención.

—¿Recuerdas algo? —Preguntó Arthit, rascándose la nuca. Bajó su tono y jalo la manta del suelo. Se alegró de saber que estaba usando sus pantalones.

—Nada. Lo siento, pero... ni siquiera te conozco. Esto es ridículo. —Kong comenzó a abotonarse la camisa, todavía mirando la cosa brillante.

—Oye, ¿por qué estás... —Arthit también notó el anillo. El anillo que estaba destinado para Mary.

—¿Hmm? —Kongpop miró hacia arriba y luego a la mano izquierda del extraño.

—Oi, ¿por qué tienes eso? —Preguntó una vez que vio el anillo que estaba destinado a Jane en su mano. Intercambiaron miradas y se rieron.

—Hombre, ¿qué hicimos anoche? —Arthit preguntó, tratando de quitarse el anillo.

—No quiero saber. —Kong sonrió, luchando con el anillo. —Mi nombre es Kongpop, Kongpop Prachaya. —Se presentó y extendió su mano hacia el extraño.

—Arthit Perawat. —Él sonrió y aceptó su mano.

—¿Cómo se quita esto? —Preguntó al cabo de un rato, con el dedo todo hinchado y enrojecido.

—Ojalá lo supiera. —Kong respondió, estando en la misma situación. Lo han intentado un par de veces más, pero los anillos parecían pegados a su piel.

—¡Esto es imposible! —Arthit jadeó, todavía con el anillo puesto.

—Intentémoslo más tarde. ¿No recuerdas nada? —Kongpop preguntó, curioso de cómo un hombre extraño terminó con su anillo de compromiso. ¿O por qué llevaba él uno? O por qué estaban en la misma cama.

—Te conocí en un club y luego ... no sé el resto. —Arthit hizo lo mejor que pudo. —Normalmente lo recuerdo después de un tiempo, así que creo que podré decírtelo en las próximas horas.

—Lo último que recuerdo es que mi novia... ex novia me dijo que estaba embarazada. —Kongpop suspiró, sentándose en la cama. Enterró la cara en sus palmas, recordando lentamente los acontecimientos de ayer. —Maldita sea. —Maldijo en voz baja.

—Recuerdo que fui a casa de mi novia y la encontré durmiendo con mi mejor amigo. —Arthit se dijo a sí mismo, sentándose también. Estaban apoyados uno contra el otro con la espalda, ambos repasando sus dolorosos recuerdos.

Kongpop se frotó los ojos para volver a la realidad cuando notó un papel en la mesita de noche. Una palabra de matrimonio llamó su atención y le hizo leerlo.

—Oh, recuerdo que me preguntaste en broma si quería casarme contigo. Probablemente sea por eso que tenemos los anillos del otro en nuestras manos. —Arthit se rió de repente, recordando fragmentos de su memoria.

—Oi ... no creo que fuera una broma. —Kongpop respiró, sintiendo los escalofríos corriendo por su espina dorsal. Esto definitivamente no parecía una broma.

—¿De qué estás hablando? —Arthit se dio la vuelta para mirarlo, todavía sonriendo. Una vez que vio el titular del papel en manos de otro hombre, su sonrisa se congeló.