Anarquía I [Stray Kids] OT8

Cιиcυεитα ч dσѕ 2/2

Kang.

Younghyun no podía evitar sentirse nervioso. Simplemente ya no quería tener nada que ver con él y estaba dispuesto a romper cualquier lazo que tuvieran.

Jae Joon se lo había llevado a una sala aparte para hablar, lejos de los príncipes, pero curiosamente cerca Yeji y sus hermanas quienes no tenían idea de que ellos estaban allí.

— ¿Sabes? He estado pensando mucho.
— Empezó a decir el hombre
— Con la caída de Urodon, ya sabes, no falta mucho para que ese pequeño reino caiga en pedazos y se disuelva..

No le gustaba por donde iba esa charla.

— Después de todo era Chae Rin quien mantenía el orden y la estabilidad de esa miseria de reino suya. — Usaba un tono de burla muy molesto.
— Fue una pena lo que le pasó, pero los accidentes pasan.

— ¿Cómo puedes decir eso? — Dice el Kang.

— ¿Qué? Si ella no hubiera puesto resistencia le hubiera facilitado el trabajo al ejército y por ende, no habría muerto. — Sonaba como un completo idiota.
— Ese hijo suyo no tienen la audacia ni el coraje para ser un rey, mucho menos para gobernar solo. Así que sería bueno tomar ventaja de ello.
— Propuso.

¿Porqué rayos estaba escuchando toda esa mierda?
Younghyun no quería ni tenía intenciones de poseer más tierras que no sean las propias.

— Yo veo al muchacho muy capaz. — Pero no podía darse el lujo de serle irrespetuoso.

Minho le había platicado que el naranjita era muy importante para Jisung.

— Ese naranjita nisiquera sabe dónde está parado, además es muy joven. — Le resta importancia.
— ¿No es eso lo que tú piensas de tu hermano?

Si, Jisung es muy joven, pero también es más capaz que él mismo.

Jae Joon estaba usando lo que le dijo en su contra.

— Entonces, necesito tu ayuda para idear el plan maestro. — Dijo causándole escalofríos a Kang.
— Digamos que ya tenemos a Urodon, Equalia se quedará en el aire después de que Sangyeon, mi hijo, lo deje plantado. El pobre Seungmin no tendrá más que hacer que renunciar al trono. — Contaba.
— Ahora que la reina está sola será aún más facil atacar y quedarnos con Equalia. — Culminó con una sonrisa del rostro.

Diablos.

Si no tenía compasión con su propia familia, ¿Cómo la tendría con él?

— ¿Atacar Equalia? — Pregunta tembloroso.
— ¿No crees que es demasiado? Digo, ellos son familia tuya. — Dijo el pelinegro.

— En este juego no importan los lazos de sangre. — Subió un poco la voz.
— No te estarás acobardando ¿O Si? — Pregunta acercándose al rey contrario.