Anarquía I [Stray Kids] OT8

Sεѕεитα

Indara

El chico se estaba terminando de vestir cuando sintió unos cuantos ojos sobre él.

— ¿Están espiándome? ¿Ya están en esa edad? — Preguntó Minho.

Las dos pequeñas se ruborizaron en el acto, habían sido sorprendidas.

— ¿A dónde vas, Oppa? — Se anima a preguntar Somi.

— No les importa. — Dice el mayor sacándoles la lengua en señal de burla.

Últimamente la abuela de Lee había estado enferma, por lo que apenas el rey se iba a dormir, Lee partía a su casa para ocuparse de sus hermanas y cuidar a su abuela, pero hoy no sería así, hoy tenía algo importante que hacer con el Rey.

— Pórtense bien, ¿Si? No le den más trabajo a la abuela, recuerden que sigue enferma.— Dice mientras recogía lo último que le faltaba.
— Somi, estás a cargo hasta que vuelva. — Dijo.

Heejin se cruzó de brazos enojada.
— Hm, no es justo, yo soy la mayor, yo debería estar a cargo. — Protesta la niña.

— Ya dije. — Se limitó a decir.

Sabía que dejar a sus hermanitas solas era un riesgo, por lo que igualmente le pediría el favor a Eric para que vigile su casa de vez en cuando. No sería más de un día, pero igual lo tenía preocupado.

— Oppa. — Somi lo detuvo antes de que cruce la puerta.

— Dime.

— ¿Acaso vas a la boda? — Pregunta curiosa. 
— Nosotras también queremos ir. — Hizo un puchero.

— ¿De qué boda hablas? — Río Minho.

— La boda de tus amigos, los reyes de Equalia, en el castillo hablaban de eso. — Dijo la menor.

Uh, Esa boda.

— No, iré a otro lugar. Además ni siquiera sé cuando es la boda, no he sido invitado. — Dijo simple.
— Hasta luego, pórtate bien. —  Revolvió su cabellos antes de salir.

Cierto. La boda de Seungmin y Yeji ya debía estar cerca, pero si fuera así, ¿Porqué no recibió una invitación?
Seungmin y él no tenían ningún tipo de disputa, ni que decir con Jeongin, no había excusa para no invitarlo.
Excepto por, claro, el príncipe Jisung, si él iba a la boda, por consiguiente Minho no sería invitado.

Era mejor así, Lee tampoco se sentía en ánimos de verle, estaban mejor distanciados de todas formas.

— Su majestad lo está esperando. — Informó el guardia en la puerta.

Lee les ofreció una leve reverencia antes ingresar del todo al castillo.

— ¿Si? Pues, que siga esperando. — Dijo entre dientes.