cap. 6 El Sol y La Luna

498 52 0
                                    

Todo comenzaba a apasionarse cada vez más esos deseos, el calor, la dulzura del jugo de las uvas impregnando los labios de cada una, al saborear ese beso en la piel, en los brazos, en el cuello, en las mejillas, en sus mismos labios, quien pudiera decir que la mejor manera de probar el vino era en una copa, estaba totalmente equivocado. El amor reinaba en ese lugar, el deseo, las ganas de estar la una con la otra, pertenecerse en cuerpo y alma era la necesidad imperante, pero existía aun un inconveniente…Lauren no era libre…

"Ahh…" (la ojiverde se levantó de la cama abruptamente, aun sofocada y agitada por la pasión).

"Lauren…" (Camila se sentó en la cama acomodándose el cabello).

"Camila…en verdad…te deseo, no sabes cuanto…Camila yo…te amo…pero no soy libre y no pienso lastimarte…no me lo permitiré…lo lamento" (la ojiverde suspiró cerrando sus ojos para contener esa desesperación que sentía, no podía seguir viéndola a los ojos porque entonces su debilidad se apoderaría de ella y probablemente, caería llorando a sus pies).

Por su parte Camila se quedo estática, que era lo que estaba pasando? Las cosas sin duda se salieron de su control, el corazón puede más que la razón y de alguna manera esa era una de las razones por las que salió de aquel instituto. Camila no estaba para ser moldeada, su espíritu era de un Sol surcando los cielos sin preocupaciones, sin cadenas, ni peceras que la detuvieran y el espíritu de Lauren era el de una Luna que surcaba los aires de noche…un Sol enamorada de una Luna, donde vivirían? Era imposible, toda una utopía, pero que hacer ante ese amor?

Camila se recostó en la cama sintiendo el corazón destrozado…ese espantoso dolor que se siente en el pecho cuando se avecina un adiós. Sin poder evitarlo las lagrimas empezaron a aparecer para acallar ese dolor, sus suspiros silenciando un llanto susurrado. Las lagrimas que van dedicadas a esa persona que ya se va. Sin embargo aunque esas lagrimas bien podan servir para enjugar un dolor, porque no lograban borrar ese sentimiento de abandono? Camila abrazó la almohada de Lauren, repitiendo su nombre una y otra vez acompañado de algunos "no te vayas…no me dejes…te amo" y así se fue quedando dormida, ahogada en ese dolor…en esa desesperación.

Al día siguiente Lauren yacía sentada en uno de los sillones de la sala, pensaba bien en lo que había pasado entre ella y la castaña, pensaba en su novia Halsey y aclaraba sus sentimientos, hasta que súbitamente fue interrumpida…

"Ya te dije que no Eric! Que parte de eso no entiendes?" (Era el señor Alejandro caminando hacia la cocina).

"Pero padre, no me dejas terminar de decirte, si aceptas una sociedad la empresa de la familia…" (El joven fue interrumpido)

"Dejaría de ser familiar…te diré una cosa Eric y que te quede muy claro, si tú no puedes o no tienes la capacidad para poder sostener el negocio de la familia ENTONCES QUE SE VAYA AL DIABLO! Pero no quiero a ningún extraño…entendido?" (El señor Alejandro sonaba demasiado alterado)

"Un banco podría ayudarlo señor…" (Lauren se puso de pie haciendo una reverencia para saludar.)

"Escúcheme bien, el hecho de haber cortado algunos racimos de uvas, no le da voz ni voto, acepte mi consejo lárguese a vender sus dulces y déjenos tranquilos…pero antes acláreme algo, durmió toda la noche en el suelo, que pasa, el sillón no es lo suficiente cómodo para usted?" (El señor camino hacia la ojiverde al tiempo de que la castaña entraba con su madre a la sala.)

PASEANDO POR TU CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora