A N G E L [CrowleyxAziraphale / Good Omens]

Capítulo #1

Habían pasado ya varios meses después de que Crowley y su mejor amigo Aziraphale habían salvado al mundo del armagedón. Ambos fraternizaron el uno con el otro para evitar que la guerra entre el cielo y el infierno le hiciera daño a la humanidad. Obviamente esto les trajo consecuencias por desobedecer a los suyos, sin embargo supieron como arreglárselas para que estos los dejarán en paz, cosa que pasó por cierto tiempo.

Crowley, no tenía problemas, de hecho no había tenido noticias de la presencia en la tierra de Hastur ni Beel (como abreviada el nombre de Beelzebub) desde aquél día en que supuestamente se bañó en agua bendita sin ningún daño. No obstante, no era lo mismo para su amigo, el hecho de que un ángel no se quemara con el fuego fue algo que consternó grandemente a los altos mandos del cielo, por lo que en vez de castigarlo o algo por el estilo, le otorgaron un guardián, el cual para la desgracia de Crowley había sido Gabriel.

Aquel fastidioso ángel de ojos violeta se la pasaba casi todo el tiempo con Aziraphale, cosa que obviamente disgustaba a Crowley ya que el propio Aziraphale le dijo que por favor se evitasen más problemas, ya que si Gabriel se enteraba de que seguían viéndose muy seguido empezaría a sospechar algo.

Podría decirse, que la sola presencia de aquel engreído ojos violeta disgustaba a Crowley, no solo por alejarlo de su mejor amigo por el cual tenía sentimientos confusos, sino porque hacía 2 meses, aquel par de ángeles se habían vuelto pareja.

No lo pregunten, ni siquiera el propio Crowley sabía bien las razones por las cuales su querido ángel había aceptado ser pareja de ese ser tan engreído, ni siquiera sabía muy bien como era su relación, lo poco que tenía en mente fue de un encuentro de 5 minutos que tuvo con Aziraphale mientras cambiaba el letrero de su librería de abierto a cerrado; Crowley se le acercó con una sonrisa con la intención de entrar y visitarlo, sin embargo, un parón en seco  de la mano de Aziraphale en su pecho lo detuvo.

-No puedes entrar...-le dijo su ángel mirando con precaución dentro de la librería y luego a el demonio-

- ¿Porqué no?

-Gabriel está aquí.

- Agh, ese imbécil nuevamente, ¿Cuándo te dejará en paz? Ya parece tu pareja.

-Sí, lo somos -mencionó con cierta mirada crédula ante lo que podía sentir Crowley con dichas palabras-

-¿Qué? -preguntó este de inmediato, intentando disimular un poco su sorpresa y disgusto-

-Oh, no te lo había dicho... -se rascó la nuca un tanto nervioso- mira, prometo ponerte al día con esto Crowley, pero en serio, vete ahora.

Crowley, pensó en gritar y pedirle una explicación inmediata ante eso, sin embargo al ver los ojos azules asustados de su ángel sólo asintió suavemente y continuó su camino, viendo cómo Aziraphale volvía a entrar a su librería.

Desde entonces no lo ha visto más, no sabía cómo reaccionaría la próxima vez que lo vería, pues ese par de meses le dieron a pensar lo que se había cuestionado por más de 6000 años.

Tal vez Aziraphale no era conciente del daño que le hizo a Crowley con dichas palabras, es muy inteligente y eso no se puede negar, pero a la vez es un ser tan crédulo e inocente que no se había dado cuenta, pues Crowley se sentía terrible, se emborrachaba todos los días incluso peor desde la vez que encontró la librería incendiándose, estaba muy herido pues jamás creyó escuchar esas palabras de la boca de su amigo, mucho menos refiriéndose con ellas a Gabriel; las voces en su cabeza lo estaban matando con el pensamiento de que realmente tardó demasiado para comprender sus sentimientos a su ángel, lo mucho que dudó en sí lo quería más allá de una relación de mejores amigos, y ahora sabiendo que tenía alguien más que no era él, simplemente lo torturaba al darse cuenta de que realmente estaba celoso y que no sabría si hubiese Sido diferente si por lo menos hubiese intentado algo con Aziraphale. Crowley, estaba en la ruina, devastado sin tener información de esa relación, quería saberlo, quería ver a Aziraphale, pero bueno, el ángel no tenía modo de saberlo pues se la pasaba todo el tiempo con Gabriel.