El gran dia

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Dias despues:

Hipo se encontraba en su habitación tendido en la cama, reflexionando sobre lo que pasaria despues de no matar al pesadilla monstruosa— Me acabarán vivo...—Susurro para si, estaba realmente aterrado, si no lo mataba el dragón quiza lo mataria su propia gente.

Estoico entro al cuarto sin preguntar, sobresaltando a Hipo. De lo alto que era choco con la puerta—Debí hacer las puertas mas grandes...— Susurro molesto— ¿Estas listo, Hipo? Espero hayas dormido bien anoche.

—¿Listo? ¡Pufff! Como no estarlo ¿No? para esto naci... jaja... ja—Fingió una sonrisa, sintiendo morir por dentro.

—Muy bien, pues vamonos ya—Dijo alegremente su padre, acomodando sus pantalones—El evento esta por comenzar, no podemos hacer esperar a ese pobre dragón.

Cuando salieron de la casa Hipo sintió que lo observaban desde lejos. Volteo a todas partes pero no habia nadie, estaban solos.

—Hipo, ¿Donde esta tu casco?— Pregunto con cierta molestia en su voz.

—¡Oh, Cierto! lo-lo olvide— Corrió a buscarlo, quería darle al menos el gusto a su padre, antes de desilusionarlo de por vida.

Cuando hipo salio con el casco puesto, logro observar a lo lejos a una persona con mascara verde. Sintió un escalofrio por todo su cuerpo. Estaba en el techo de la cabaña de enfrente. El castaño se quedo quieto, en shok. ¿Era algún tipo de invasor?

—¡Hipooo!—Estoico le hizo señas a lo lejos—¿Que estas esperando? ¡VÁMONOS!

La persona se levanto y retrocedio al escuchar la voz de Estoico, ahi fue cuando hipo se dio cuenta que ese cuerpo era de mujer, demasiado delgado para ser de un vikingo, ademas de las curvas que eran evidentes. Volteo a ver a su padre que se acercaba impaciente y despues a la mujer desconocida que por sorpresa ya no estaba.

—¿Por que demoras tanto?—Dijo enojado, acomodando mejor el casco—¡Nos estan esperando!

—Había una,una persona ahi...—Señalo mientras temblaba—Una mu-mujer

Estoico miró a la dirección que apuntaba su dedo, sin rastro alguno de aquella mujer— Agh Hipo, se que estas nerviso hijo, pero no es para que uses excusas tan baratas ¡Los vikingos no le tememos a nada!

—¡Es verdad papa! La vi justo ahí— Señaló el techo de paja, esperando a que saliera.

Estoico tomo a su hijo del brazo y lo empujo enfrente mientras le decia consejos para matar al pesadilla monstruosa. Hipo al final le hizo caso a su padre, pensando que esa mujer era producto de su imaginacion por el estres, asi que no le dio mucha importancia.

En cuanto el silencio se hizo presente, Valka respiró con normalidad. Habia decidido ir a berk a darle un vistazo a su familia, solo para asegurarse que todo estaba bien, era buena en el arte del sigilo pero en el fondo queria que Hipo la viera, cuando supo lo que su hijo estaba apunto de hacer sintio su corazon encogerse, al fin de cuentas Estoico habia logrado convertir a Hipo en lo que menos queria. Desilucionada subio a brincanubes y se fue, no queria ver aquel acto lleno de maldad y menos si su hijo lo provocaba, lo miro por ultima y se fue con lagrimas en los ojos.

—¿Y? ¿Lograste reencontrarte con tu familia? —Pregunto la jefa de las mujeres Aladas.

Valka negó lentamente —Interponerme en sus vidas así como así... no me parece correcto. Aunque estoy feliz de verlos sanos, Hipo se parece tanto a mi— De sus ojos salieron un par de lágrimas— Si tan solo los hubiera encontrado antes... ¿Por que Odin me da sus peores batallas?

—Por que eres su mejor guerrera— Respondió su amiga de confianza, poniendo su mano en el hombro de la castaña.

Valka agradeció a la líder de las mujeres aladas por compartir dicha información con ella.

Gemelos Haddok Abadejo- Como entrenar a tu dragonWhere stories live. Discover now