O5

1.6K 214 131
                                    

—¡Basta!—Grito, teniendo la atención deseada de los mayores. Y en especial la albina.

—Jeongin, no te metas en esto—Murmuro Chan mientras miraba con intenciones de golpear más el rostro ajeno.

Grave error, un puñetazo en su rostro se presentó y fue muy fácil saber a quién le pertenecía. Cayo de trasero golpeándose con el suelo realmente congelado, un dolor punzante resonó en su cabeza y quiso que la tierra le tragara ahora mismo.

No tuvo que venir a meterse en problemas del menor, solo estaba siendo un estúpido por actuar así, ahora mismo pudo estar en las piernas de alguna chica, pero simplemente se guio por su mal presentimiento.

—Y una mierda, me voy de acá—Lanzo un escupo cerca de donde se encontraba Chan, el cual solo se sintió asqueado por la acción contraria, quejándose con un bufido y procedió a levantarse, viendo como el pelirrojo cumplía con sus palabras y desaparecía.

Jeongin se encontraba en un estado sorprendido y burlesco, ¿Acaso ahora tendría material para recordar al albino?

No le interesaba estar todo el día al lado de el para recordar como le defendió. Pero ahora sonaba buena idea si era constante que irritaba al mayor. Aunque la mirada intensa que recibía de este le costó hablar un poco titubeado, pero sin perder su carisma.

—¿Acaso quieres que te agradezca?—Sonrío mientras observaba las heridas que poseía.

—Seria bonito de tu parte, pero no me interesas hoy. Acabas de arruinarme un lio con una tipa.

—¿Quieres que te recuerde quien vino a interponerse? Jamás grite tu nombre.

—Lo harías si ahora mismo te llevo a un cuarto, pero no soy homosexual.

Jeongin rodo los ojos por el comentario un poco egoísta, aun así, no se rindió e hizo una mirada inocente.

—Dudo que lo hagas, solo sirves para arruinar días. Me tengo que ir, te vi en mi castigo y ahora te veo en una fiesta, no más.

—A mí no me cuentes tu vida, no me interesa—Alzo sus hombros para darse la vuelta, con intenciones de buscar a su amigo, pero este estaba hablando animadamente con un chico pelinegro.

—Bueno, entonces déjame agradecerte.

La voz suave del menor sonó en sus ojos como un pitido, y con un latido apresurado en su corazón respondió.

—No quiero una mamada tuya—Respondió sin mirar, al contrario, estaba observando al frente de la fiesta y algunas personas que caminaban borrachas por ahí. Si se giraba encontraría la mirada tierna del menor y seguro le darían ganas de golpear y morir por verlo.

—¿Qué?—Contuvo su risa unos segundos para después mirar extrañado al peliblanco—Dios, solo te voy a curar tu horrible rostro, estas hecho un desastre.

No respondió.

—Chan, jodete, pero tu vibrador lo siento desde acá—Al ver como el mencionado giraba confundido, miro los pantalones del contrario centrándose en la forma cuadrada en uno de sus bolsillos.

—Es mi padre, no fui a una reunión suya y sigue ardido.

—No necesitaba saber tu vida, aun así, los míos también fueron a una—Esbozo una sonrisa que llamo la intención contraria.

—Eres muy contradictorio. ¿Me vas agradecer que te salve el culo? Sólo ven y cúrame.

No sabía como, no tenía ninguna herramienta de auxilio, menos un parche. Escupió palabras por sus nervios ocultos, no sabia que tema sacar y eso lo sabia en el fondo. Pensó un poco más, pero todas las acciones conducían a un final blanco, en uno donde no existe la tal "curación"

symbol sex › chaninOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz