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¡!

No sabian como acaban de quedar en esa situación, pero gracias a dios ningun personaje de la mesa lo hacia incómodo. Mas bien, los unigos concentrados en mirarse mal era Bang Chan con Hyunjin, que aunque estuviesen matándose en su mente, no rompía la dulce burbuja tranquila de los menores hablando.

Felix iba a decir algo, pero Minho se le adelanto y le robo su palabra.

—¿Que dicen si hacemos todos a una salida?

—Bien, hagamoslo.—Murmuró el menor.

—¿Qué? ¿Ahora?—Exclamó el mas alto.

—Ahora, tal cual, ¿por qué no?

—Pues, es horario de clases, Jeongin.

—Estamos en recreo de una hora, apenas pasaron quince minutos, aparte el director no se puede meter conmigo, le va a ir mal—Miro los rostros contrarios, sumamente extrañados, asi que suspiro y solto otras palabras—Estoy con Jeongin.

—¿Están seguros? Pues me veo con cara de malo pero no me gusta hacer esas cosas.

—Tienes cara de cachorro, ¿sabias?

—Bien, yo voy con Jeongin.

—Yo también.

—¡Yo no dire nada! Mis padres me castigaron, me bloquearon las tarjetas y no queda nada para que me obliguen a estudiar.

—¿Y tu crees que nuestros padres no se conocen, tontito?—Murmuró Yang—Yo lograré que disminuyan tu condena.

—Bien, yo me uno a ti...—Dijo sin mas—¿Felix...?

—Estoy confundido, no se quien esta hablando.

[...]

Los dos grupos que jamas pensaron, ni en ningun momento de su vida, estar juntos en un centro comercial, y hablando del presente, estar en una mesa para una familia grande. Ahora irónicamente, lo estan. Imaginar una conclusión asi con un contexto totalmente diferente al inicial, fue algo bastante inesperado. Dos chicos australianos, que sería un par mas en el grupo de Jeongin, que son cuatro, contando a el recien nombrado. Seungmin, Hyunjin y Minho, los mejores amigos de Jeongin estan conociendo al chico que le hizo la vida imposible durante un año con medio semestre al pequeño rubio.

Interesante, era hora de hacer las cosas bien.

Jeongin estaba sentado al lado de Chan, mientras este lo observa con disimulo, ladeando el ojo cuando se le da la gana. Haciendo que Jeongin se sienta observado. Logrando nostalgia al saber que no es la primera vez.

Minho y Felix se pusieron de acuerdo para ser el duo que se encarga de ir a pedir la comida y traerla, asi que empezaron con las preguntas y concluyeron con pedidos totalmente cotidianos. Jeongin un típico batido y Chan un helado de tres sabores, los mas simples, mientras que los demas se guiaron en comida rápida, aprovechando de hacer disfrutar sus papilas gustativas.

No duro demasiado la tranquilidad, la culpa se la llevaba la traviesa mano de Jeongin, que se iba moviendo desde la rodilla del mayor, desplazando una linea, hasta su entrepierna, dando leves toques que estaban poniendo en un gran problema al australiano.

Es normal, a Jeongin siempre le ha gustado hacer eso. Cuando era pajamigo con Hyunjin, ocurria siempre en lugares poblados, o vacíos, en oscuridad o con luz, siempre publicos. Asi que ya se volvio costumbre, aparte que es algo que mas que excitar, le da risa.

Aun asi es cuidadoso, seria embarazoso que lo pillen hacer tales cosas, ya que se sentía vergonzoso con si mismo, sin embargo, la necesidad de tener a su pareja de esa manera, tan vulnerable y excitante era como la adrenalina que se junta en su pecho con leves orgasmos.

Chan miró disimuladamente a Jeongin mientras buscaba una respuesta con la mirada, pero solo recibió una sonrisa "inocente" y dando un giro empezó a crear una charla con los del al frente.

Y maldita mano aún seguía en su miembro, y como si fuera poco esa situación, los apretones eran tan grandes que en algún segundo se le iba a escapar un sutil jadeo.

Chan no supo mas como reaccionar, por lo tanto su cuerpo al recibir ese placer, de ser tocado arriba de sus pantalones, automáticamente busco mas ese agrado que solo un rubio podia. Impulsando sus caderas diestramente hacia la mano de Jeongin, fue una gran oportunidad al menor para que se inspirara y siguiera con ese poder de trasmitir cosquillas al mayor en su miembro.

Estuvieron un rato asi, con ese momento caliente. Uno se divertia mientras tocaba, y el otro cómplice recibia el placer con la magnífica mano de Jeongin. Nadie desconfiaba ni sospechaba, y por varias razones se debía. Por ejemplo, no había nadie sentado al lado de Jeongin, ni tampoco alguien tan curioso como para mirar abajo de la mesa. Otro argumento son los buenos dotes de Chan, al poder disimular su cara de placer. Y lo más importante, saber que la mesa estaba en la pared. Asi que solo Jeongin y Chan eran los implicados en esa burbuja caliente.

Con la misma habilidad que se presentó en el mayor, empezó a lanzar una mirada espectadora a todo el lugar y contexto de ese dia, indagaba todo desde su asiento en la esquina, no estaba preparado para escupir alguna palabra, menos si no sabe si se le saldra algún jadeo o gemido.

—Bien, en unos minutos vamos a ir a ver ropa, no?—La sombría mirada tensa de Chan presenció las palabras de Jeongin, como no, si en unos momentos tendra que caminar con un minichan abajo, que humillante. Pero no, no iba a caer en los juegos del menor.

Retiro la mano suave y delgada de su miembro, dandose cuenta del interes de Jeongin por esa acción. Chan levemento se levanto y dando la espalda a los chicos, provocó dar una buena imagen a las personas de al frente. Pero gracias al universo, no habían mas que tres pegados en una computadora.

—¿Que paso, Hyung?—Pregunto Seungmin comiendo una papa tras otra, respetando sus palabras sin ninguna comida por ahí—Aun no terminamos de comer y su helado se le esta derritiendo.

—Se lo va a comer luego... —Especto la mirada de reojo que le dio Chan mientras se sacaba la camisa que estaba abajo de sus pantalones dejando respirar el pedazo de tela para que este pueda cubrir su parte. Todo eso antes que desaparezca por los largos pasillos y se dirigiera a una zona desconocida, la cual todos suponían que era el baño.

Al ver como el mayor ignoro totalmente la indagación dada por un castaño, supieron que no habían que comentar mas.

—Yo iré, a ver...—Espero unos segundos antes de seguir con su actuación de no saber que era lo que pasaba.—Paguen lo mio, luego les deposito lo que era.

No dejo que den interrogaciones, tampoco que den frutos a la situación ilógica, lo único que podían hacer es esperar a ese duo.

—¿Y Chan con Jeongin?—Exclamó Minho, teniendo la bandeja de comida rapida en sus manos.

—Fueron a descubrir el poder de los baños públicos.

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