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—Es cómoda esta posición—Comento, agradeciendo que Chan no le vería el pequeño sonrojo en sus mejillas.

—¿Verdad que si?—Dio la razón, la voz ronca de Chan se escucho en su oído trasmitiendo una sensación que logro parar su corazón y sentir una corriente de calor recorrer su cuerpo.

—Si, pero quiero que quites tus manos de mi trasero—Si, Chan había bajado sus manos hasta llegar a la zona redonda y tierna del menor, realmente tenia un trasero bastante bonito e idealizado. Podría quedarse horas tocándolo, pero si tenia el permiso.

Chan no hizo nada, solo cerro los ojos e imito a alguien durmiendo, encerrado en un sueño. Jeongin no le creyó, obviamente, era una barata actuación para no seguir dando clavo en el tema. Sucedió, el momento mágico y bonito domino y el silencio cayo. La ternura se sentía en el aire, se reflejaba fácilmente en sus ojos que los cerraban de vez en cuando. Pero fácilmente podía cambiarse por una caliente. La posición lo declaro, y así fue, el momento no lo pedía, ni el lugar, al contrario de sus cuerpos, que se deseaban uno al otro. Aunque lo negaran, era la verdad, la explicación de muchas cosas.

Chan no había retirado las manos de aquella parte. Es que sus palmas encajaban y le trasmiten la huella de lo cómodo, la manera de adorar aquello, y el sentimiento de estar lleno podría ser su nuevo té de su desayuno, el mejor liquido. Pero en ningún momento apretó el trasero adorable de Jeongin, solo mantuvo sus manos ahí. Ningún revoloteo o masaje, solo un asentimiento de confianza.

—¿Por cuanto rato estaremos así?—Pregunto luego de abandonar la supuesta molestia por tener un tacto en su parte trasera. Odiaba la idea de esfumar el contacto sensacional de estar juntos.

—La puerta—Recordó.

—¿Qué?

—La puerta la deje con pestillo—Separo a Jeongin para mirarlos a los ojos—Se supone que... alguien nos puede ver y puede llegar a malinterpretar las cosas—Dijo confundido, a lo que el menor soltó una risa.

—No seas tonto, tu mismo me trajiste acá, ¿tu crees que nadie va a pensar mal de la situación? Incluso cerraste la puerta con pestillo al frente de sus ojos, eres un estúpido—Se quejo negando reiteradas veces.

—Que lindo te ves cuando te enojas.

—¿Y tu heterosexualidad?—Trato de evitar el típico fuego de halago al sentir como te halagan. Se escondió en su muro de que no le importaba nada.

—Creo cuando estoy contigo se pierde fácilmente.

—¿En serio me odias?—Pregunto burlón.

—Sabes, quería vengarme de ti y maldición, quería follar contigo—A lo que Jeongin abrió los ojos—¿Que? ¡Creí que te gustaban sinceros!

—Ridículo.

—Como sea, realmente tenia ganas. Pero no me dejas, no haré nada y sigo resentido, aunque aceptare mi fracaso—Tomo tiempo para cambiar de tema— En la fiesta nos vemos, ¿o quieres salir antes?

—En la fiesta esta bien, tengo cita con el dentista hoy—Sonrió, mostró sus brackets y Chan entendió más al respecto—Me van a quitar esta molestia.

—Te ves muy lindo así, supongo que te extrañare con esos aparatos dentro de tu boca. Pero, ¿sabias que aquí abajo hay otro aparato que entrara gustoso a tu b-

—Bueno, yo creo que es hora de irme. Un poco incomodo esto, tu intento y... la sinceridad—Separo una pierna, y después la otra. Interrumpió al mayor con un suspiro y su voz, al principio sonó rápida para que no pudiera completar la frase. Rodo los ojos al estar arriba y con las piernas extendidas, realmente se sentía con gusto, después de estar al menos tres minutos en la misma posición, estirarse. Era lo mejor que le podían recomendar en situaciones así.

symbol sex › chaninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora