Mi chico malo [EDITANDO]

Capítulo 17

Brooke seguía bailando, se había soltado demasiado y seguía bebiendo, no quería decirle que debíamos irnos ya que parecía que en verdad se divertía y por todo lo que me había contado en verdad merecía estar feliz aunque fuera por unos momentos.

-ella se divierte- el chico del bus seguía ahí.

-sí- afirme- se lo merece.

Di un trago a la cerveza que Brooke me había traído. Mi estómago comenzaba a pedir algo de comida, tenía hambre.

Comencé a caminar en dirección al puesto de comida.

-¿a dónde vas?- pregunto aquel chico poniéndose frente a mí.

-ahora vuelvo- hablé- cuidala por favor.

Sabía que no había necesidad de pedírselo ya que su ex novio hacia ese trabajo, pero no quería que viniera conmigo así que tuve que utilizar a Brooke ebria.

Comencé a caminar pasando entre la multitud de nuevo y después de salir de ahí llegue a aquel pequeño remolque que vende comida.

-buenas noches- saludé a la anciana que atendía- puede darme una orden de hot dogs.

Ella asiente con una sonrisa y minutos después me entrega mi pedido.

-gracias- hablo después de pagar.

Tomo asiento en una pequeña mesa ahí y comienzo a comer.

-provecho- escuchó a alguien que después toma asiento a mi lado- ¿esta rico?

Asiento feliz.

-¿quieres?- le preguntó y él sonríe.

-¿Me darás?- pregunta y sé que lo hace en doble sentido.

-claro- contestó y acerco el hot dog a su boca y lo muerde.

-esta bueno- afirma.

Sigo comiendo mientras él me acompaña.

-¿quién es él?- pregunta y señala con la cabeza al chico del bus.

-no recuerdo su nombre pero lo conocí en el Instituto, tomamos el mismo autobús- hablo terminando mi primer hot dog. Él asiente- ¿por qué?

Voltea a verme y sonríe.

-solo preguntaba solecito- contesta, le ofrezco más comida y acepta. Me ayuda a terminar lo último y nos quedamos simplemente ahí sentados.

-¿por qué?- hablo de repente.

-¿por qué qué?- pregunta confundido.

-¿por qué me besaste?¿por qué estás conmigo?¿por qué no estás atacandome? Al contrario, te comportas diferente conmigo- comienzo- ¿Es una apuesta?

Él me mira y por un momento veo tristeza en su mirada.

-no es ninguna apuesta- comienza- te bese porque al igual que tú quería hacerlo, estoy contigo porque siento que no puedo dejarte, a pesar de que lo intento no puedo, te has metido en mi cabeza Camille y odio sentirme así.

Sus ojos denotan sinceridad, está nervioso eso es claro.

-desde ese maldito día que chocaste conmigo tu imagen se quedó en mi mente- comienza- mi sorpresa fue demasiada al verte después en el Instituto, prometí que te odiaria porque sí, efectivamente, odio a las rubias pero tú estas haciendo que rompa mis propias reglas- lo miro y compruebo que habla con sinceridad- no me aproveche de que estuvieras ebria, porque trate de retenerme pero ver que tú también querías besarme me hizo hacerlo. Simplemente estás poniendo mi mundo de cabeza en tan sólo unos días y no quiero reconocer que tienes ese poder.