14| Los Divagues De Un Bennett, Capítulo 5.

129 37 1
                                    

Madeline

-Que descanses Madeline - hice una mueca, después de lo que paso dudaba si podría conciliar el sueño, él lo noto y rio por lo bajo -. Bien, ya entendí pero por lo menos inténtalo.

Asentí y me despedí de él para después rodear la casa y entrar sigilosamente por la puerta trasera, la cual había dejado abierta antes de irme con Patrick. Las luces estaban totalmente apagadas lo que quería decir que todos ya dormían, subí las escaleras con cuidado de no pisar en falso, tropezarme, hacer ruido y que alguien despierte y se pregunte porque sigo despierta. Suspire aliviada en cuanto llegue a la segunda planta, mire la puerta de a lado de mi habitación.

Seguro ya estará en el tercer sueño.

Pensé y decidí entrar primero a la habitación de Dan para desearle las buenas noches aunque ya estuviera dormido, encendí la luz de su habitación y este yacía cubierto de su manta mientras roncaba. Note que abrazaba algo y levante su brazo encontrándome con mi cuaderno, me sentí culpable por mentirle pero había descubierto ciertas cosas.

-Prometo que mañana te recompensare enano - susurre mientras acariciaba su castaño cabello lleno de rulos.

Tome el cuaderno y lo puse sobre su mesita de noche, antes de apagar la luz sentí una mano sobre mi muñeca y por un momento casi grito de miedo, ¿Qué? Tuve una noche algo tensa para no sobresaltarme. Mire al causante y Dan tenía su sonrisa.

-¿Y si me decompensas hoy? - Levante una de mis cejas y lo mire un momento.

-No has dormido aún - pregunte aunque sonó más como una confirmación.

-Y tú tampoco, ni siquieda estabas estudiando en tu habitación como lo dijiste - odiaba que no fuera tan ingenuo como aparentaba.

-¿No te lo dije? Estudiaría pero en casa de Patrick, se ofreció a ayudarme y acepte - dije intentando sonar normal.

-Si, eso mismo creí pedo fui a su casa pada preguntad pod ti pedo la hedmana menod de Patrick, Riley, me dijo que Patrick había salido, así que me...

-Espera, ¿Saliste de casa solo? Dime algo, ¿Sabrina está enterada? - Ahora era yo quien sonreía.

-Es un vecindadio segudo.

-Pero ya era un poco tarde cuando te dije que iría a estudiar, ¿Que pensará Sabrina sobre esto?

-Lo mismo si le digo que no estabas ni en casa de Patrick estudiando - era un niño astuto para tener cinco años.

-Ella no sabrá que saliste de casa sin su permiso, al menos no por mi si guardas mi secreto.

-Lo guadade si me lees el capítulo que debiste leedme hace unas hodas.

Mire el reloj de su habitación el cual marcaba las 12:30 a.m. tan tarde no era. Tome mi cuaderno y musite un trato hecho haciendo que volviera a sonreír pero con una pizca de victoria la cual de alguna manera me contagio.

-¿Capítulo cinco verdad?

-Si, anoche te quedaste en la tedced ciudad a la que se trasladaban - asentí en silencio observando la página y el pequeño dibujo que Kailen había hecho.

Los Divagues De Una Bennett solo era un cuaderno donde relataba como había sido la vida de mi padre y la mía en cuanto las pesadillas y voces aparecieron de repente, relatos cortos y resumidos de lo que había vivido en cada ciudad a la cual nos mudábamos con el tiempo, los habíamos resumido para no hacerlos tediosos y aburridos, él había agregado dibujos de acuerdo a lo que le contaba o decía mis cosas favoritas de cada lugar. Toda esa idea la tuvo Kailen una tarde donde había ido a mi casa para pasar el rato, había dicho que sería una manera de expresar como me sentía y una autoayuda para dejar salir todos esos recuerdos que no podía contarle a nadie por seguridad.

La Banshee | EN EDICIÓNWhere stories live. Discover now