La Banshee | EN EDICIÓN

12| ¿Verdad O Más Peligro?

Madeline

—Esto será divertido, cuenta conmigo para ir a investigar.

Para nada está siendo divertido, se veía tentadora la propuesta y el hecho de que obtendríamos respuestas por nuestra cuenta pero al estar dentro de la morgue era totalmente lo contrario de divertido, al inicio se sintió ese ambiente tenso y misterioso, después una sensación de pesadez y no tenía idea de porque la sentía o si Patrick se sentía igual, después, cuando estábamos adentrándonos más al pasillo que según Patrick nos llevaría donde están los muertos empezaron los susurros, vi lo tranquilo que estaba y supe que solo era yo quien escuchaba los murmullos, eran esas voces que siempre me perseguían. Por inercia me abrace del brazo de Patrick y seguimos caminando.

—¿Miedo Bennett? — Sonrió y yo asentí, porque no podría controlar las voces en mi cabeza, mientras más estábamos cerca las voces aumentaban, pero no entendía que decían —, escucha todo estará bien, seguro el guardia salió a cenar cuando vuelva no estaremos aquí.

—De acuerdo — empecé a contar mientras caminaba o pensaba en lo que haría mañana, cualquier cosa que ocupará mi mente y alejara esas voces —. ¿Por qué justo a esta hora Patrick? Hubiera sido menos tenebroso si fuera por la mañana.

—En el pueblo pusieron un toque de queda después de que las muertes aumentaron, nadie sale de casa después de las diez, solo están los guardias o personas que trabajan toda la noche, alguaciles que vigilan las áreas donde han sido encontrados la mayor parte de los cuerpos, en fin, está hora es la adecuada ya que no hay mucha gente y estarán durmiendo — explicó mientras abrió una puerta, supuse que era donde estaban todos esos cuerpos sin vida que nadie reclamaba e iban directo a la morgue —. Solo veremos su cuerpo, buscaremos señales de que no murió a causa de drogas, encontraremos la verdad y volveremos a casa sanos y salvos.

—Será un vistazo rápido y ni cuenta nos daremos cuando estemos en nuestras camas durmiendo — dije para tranquilizarnos porque sabía que, aunque Patrick lo ocultaba también sentía un escalofrío al invadir este lugar.

—Exacto.

Cerro la puerta y encendió una lámpara de las que había decidido empacar en mi mochila, se acercó al almacén de metal que tenía varios compartimientos en los cuales estaban escritos los nombres de las personas y sus causas de muertes, solo era cuestión de deslizar uno de ellos y estaría el cuerpo sin vida de alguien con una bolsa negra cubriéndolo, ¿Que? Tranquilos, es la primera vez que estoy en una situación así solo que he visto muchas películas donde así protegen los cadáveres. Y no estaba equivocada en cuanto deslizó uno un chirrido se escuchó y pronto estaba el cuerpo cubierto.

—Es ella — señaló, mire a Patrick y él me miró, sin decir nada supimos que nos preguntábamos lo mismo.

¿Quién abriría y verificaría si nos mintieron acerca de la muerte de Elena?

Apreté mis labios y se formó un silencio, Patrick se acercó queriendo tomar la iniciativa, pero antes lo tomé de la muñeca y negué.

—Lo haré yo, solo dame la lámpara y asegúrate de que nadie entre y si escuchas que alguien se acerca me tendrás que avisar y nos esconderemos.

—¿Estás segura? Puedo hacerlo...

—Estoy segura, te diré lo que vi cuando todo esto acabe solo necesito diez minutos — lo interrumpí, Patrick miró de nuevo el cuerpo cubierto de Elena y suspiro asintiendo.

Me dio la lámpara y fue hasta la puerta, volví mi vista hacia el saco negro y me acerqué, conté regresivamente desde el tres mentalmente. Tres, probablemente no encontremos nada. Dos, quizás ellos supieron cubrir sus huellas, no serían tan estúpidos para dejar evidencias. Uno, si fueran profesionales seguros habrían desaparecido también el cuerpo y declararían su caso como desaparecida, pero no lo eran porque por lo visto mandaron a alguien sin experiencia a realizar el trabajo sucio. En cuanto baje el cierre pude notar el rostro de Elena sin vida y pálido pero lo que destacaba era la mitad de su cara deformada por las quemaduras que tuvo en aquella fiesta, acaricie su cabello en silencio, ella no merecía esto, era injusto. Bajé mi vista y en su cuello había marcas de dedos, me imaginé por un momento la escena de su muerte mientras miraba su cuerpo.