Capítulo XXII

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Por la mañana Milo no perdió tiempo y apenas despertó se puso lo más presentable que pudo y se dirigió a la empresa Acuario, cuando se encontró ahí ya estaba Kardia afuera de su auto esperándolo.

-Llegas temprano, a decir verdad pensé que no vendrías - le comentó Kardia mientras se colocó a su lado para comenzar a caminar al interior de las instalaciones.

-No quería desperdiciar tiempo valioso más si se trata del amor de mi vida, espero comprendas...

-Me cuesta un poco, teniendo en consideración lo que hiciste, pero si tu lo dices creo que confiare un poco en ti.

-Gracias.

Subieron ambos al elevador en silencio, Milo se sentía bastante tranquilo pues a pesar de todo lo ocurrido sentía por fin que recuperaba un poco de confíanza con su padre, tal vez si se esfuerza un poco más logre que lo ayude para recuperar a Camus.

El ascensor dio aviso cuando llegaron a su destino, salieron de el y caminaron directo a la sala de juntas donde seguramente ya eran esperados.

Una vez frente a la amplia puerta, Milo tocó un par de veces y la autorización de ingreso por parte de Camus realmente logró ponerlo nervioso, pensó en todas las maneras posibles para hacer que regrese con él pero realmente no se puso a pensar en lo que le podría provocar el simple hecho de verlo a la cara de nuevo.

Kardia se percató de la indecisión de Milo por lo que él mismo empujó la puerta y al mismo tiempo impulsó a Milo para que entrara de una vez.

Milo reaccionó al ver a su enemigo sentado a un lado de su Camus.

-Señor Kardia, sea bienvenido - saludo Camus con la educación que lo caracteriza- de igual forma, sea usted bienvenido señor Milo, permitanme presentarles a los señores Capricornio, el señor El Cid y su respetable hijo Shura.

Milo saludo y cuando estrechó la mano de Shura casi se lanza a golpearlo por la mirada de burla que le dirigió.

-Tomen asiento por favor - la voz de Krest interrumpió el incomodo momento que se formó entre ambos chicos.

-¿Que era tan importante como para mandarnos a llamar a ambos Krest?

-Creo que eso me corresponde explicarlo a mí señor Kardia.

-Y a mí - comentó Shura ganándose la curiosidad de Milo.

-Bien los escuchamos.

-La situación es que deseamos conocer su opinión sobre una posible alianza e intercambio  de capital entre las empresas Acuario y Capricornio.

-Pero pequeño eso es decisión exclusivamente suya.

-Pero tú como socio mayoritario de estas empresas tienes todo el derecho de estar al tanto de esto, ya que si algo sale mal también podría salir afectado tu capital- dice Krest mientras se acomoda un poco mejor en su silla

-Entiendo pero...

-¿Y como se supone que piensan realizar el convenio entre las empresas? - Milo interrumpió a su padre para aclarar la duda que lo empezaba a sofocar cada segundo más con sólo imaginar que se tratase de lo que estaba imaginandose.

-Con matrimonio por supuesto - contestó Camus a su duda con mirada firme y voz fuerte.

-¿Pero como diablos se les ocurre?, acabas de diborciarte de mi y ya te comprometeras de nuevo.

-Con todo respeto señor Milo, esto es algo que he compartido con usted por mera obligación no por que precisamente sea mi voluntad y si en todo caso quiere actuar de buen samaritano y resguardar mi imagen le aseguro que el joven Shura es una persona respetable que seguramente jamás me dejaría mal parado ante nadie, una vez aclarado todo y ante lo expresado por el señor Kardia podremos dar por hecho que se llevará a cabo esta negociación entre ambas empresas, la ceremonia para hacer oficial el compromiso se llevará a cabo este fin de semana en el salón "Eliceos"  a partir de las 6 de la tarde, ya tengo un grupo de trabajadores capacitados encargándose de todo lo necesario para que todo se encuentre listo para la fecha prevista, señor El  Cid ¿podría mandar la lista de todos aquellos a quienes deseen que nos acompañen, hoy por la tarde?.

-Desde luego que si Camus y me gustaría hacer un comentario a tu padre si me lo permites.

-Adelante por favor.

-Krest, tu hijo me ha dejado maravillosamente impresionado, su capacidad para organizarlo todo en tiempo y forma es sorprendente, sabe perfectamente que hacer y como hacerlo, pocas veces se tiene la fortuna de comprometer un hijo con alguien como él y me veo en la obligación de decirte que me siento honrado con la oportunidad de hacerlo parte de mi familia.

Kardia simplemente veía a Milo con mirada de reproche pues él opinaba exactamente lo mismo de Camus por eso estaba orgulloso de la idea de expandir su familia junto con el apellido Acuario, desde luego nadie le advirtió del nivel de estupidez que su hijo podía tener.

Por su parte Milo permaneció en silencio con la mirada gacha, esto definitivamente estaba fuera de su alcance, pensaba en los panoramas obscuros que se le vendrían si ese matrimonio se llevaba a cabo y sus ánimos se esfumaban poco a poco, escuchaba los alagos del padre de Shura para su Camus y pensaba en los comentarios tan absurdos que hacía, cualquiera con dos dedos de frente se percataba desde el inicio de la capacidad de mando de Camus, él lo vio pero por su estupidez lo soltó, ahora que ve en primera fila como lo arrebatan de su lado parece que también puede ver como le arrebatan el corazón con la mano, el dolor era tal que sin poder soportar un segundo más prefirió salir rumbo a la azotea del edificio dispuesto a descargar su dolor e impotencia por medio del llanto, un llanto lastimero como sólo alguien a quien le acaban de arrebatar al amor de su vida en sus narices puede emitir.

Kardia salía del edificio, sabía donde se encontraba su hijo en estos momentos y lo dejaría solo todo el tiempo que necesitará, sabía el dolor que bebía estar sintiendo en esos momentos pero no estaba en sus manos el ayudarlo, el tenía la firme creencia de que un padre no debía resolver los problemas de sus hijos puesto que cuando se topan  con uno estando solos es más fácil que caigan y no se levanten, lo único que podría hacer sería charlar con él, pero ya tendría tiempo para eso, por el momento dejaría que liberara su dolor.

Recuerdos del corazón (Milo X Camus) Where stories live. Discover now