I Promise (Zoro x Sanji)

Capitulo 41: ¿Deberíamos continuar?

"Cada beso, cada caricia, era un puro sentimiento desnudo. 

Podían pasarse horas mirándose a los ojos y nada más, 

pero cuando se acariciaban, se besaban... 

Entonces... No hay palabras para describir esa emoción."

The Notebook - Diario de una pasión

08 de enero (Lunes)

—¿Que? —preguntó Luffy con asombro, mirando desconcertado al rubio frente a él. El peliverde a su lado bajó la mirada con pesar y repitió—. ¿Qué fue lo que dijiste?

—Yo...regresaré a París con mi abuelo al graduarme.

El animado ambiente en la mesa de aquel restaurante se desvaneció cuando aquellas palabras salieron con dificultad de su boca. Los Mugiwaras le observaron incrédulos sin saber que decir, era tan repentino.

—¿Porque? —inquirió Nami contrariada—. Creí que no querías volver.

—Así es, pero hay una escuela increíble allá. Es el alma mater de mi abuelo. Si en verdad quiero ser cocinero no hay mejor lugar que ese

—Pero, ¿estás seguro de eso? Después de lo que pasó...

—Usopp —replicó Luffy con molestia. No quería traer malos recuerdos al rubio mencionando aquello, pero este último solo negó con la cabeza afirmando estar bien.

—Está bien, es precisamente por lo que pasó que me iré. Creo que me ayudara mucho volver y enfrentarme a eso. Ya saben, salir de mi zona de confort —comentó con una escueta sonrisa tratando de levantar los ánimos.

—Eso es entendible pero... —«¿Qué hay de ustedes?», quiso preguntar la peli naranja, pero solo puedo observarles con lastima. Luego de escuchar su historia, en verdad deseaba que fueran felices juntos. Que tuvieran que volver a separarse luego de por fin haberse reunido debía ser duro para ellos.

—¿Ustedes están bien? —preguntó Robin, a lo que la pareja asintió.

—Ya hablamos sobre ello y...es lo mejor para el cocinero. Si para lograr su sueño y vencer sus miedos tiene que irse, entonces está bien —explicó Zoro con tranquilidad tratando de sonar confiado, pero la tristeza y melancolía oculta en lo profundo de la mirada de ambos les hizo tragar en seco. No podían imaginar siquiera el desastre que era el corazón de la pareja, sobre todo el del peliverde. Aunque había aceptado esperar, el miedo y la inseguridad seguían acechándole al igual que sus recuerdos. Tenía tanto temor de que el día prometido llegara y de nuevo se quedará esperando.

—¿Por cuánto tiempo, Sanji-san? —preguntó Brook, a lo que Sanji resopló con desgano.

—Cuatro años.

—Tanto tiempo...

—Oigan, oigan, ¿qué pasa con este lúgubre ambiente? —preguntó Franky, dando un par de aplausos para llamar la atención de todos—. Sé que es triste que se vaya, pero no es como si Sanji se fuera a morir. Vas a regresar, cierto —afirmó el peli azul tomando un poco por sorpresa al rubio, quien asintió con firmeza.

—Si. Definitivamente volveré.

—Entonces te esperaremos junto a Zoro —habló convencido, pasando un brazo por los hombros del peliverde—. Nosotros cuidaremos de él, tú esfuérzate allá.