CAP 21-Pasado de Aris

4.1K 237 12
                                    


PUNTO DE VISTA DE

Al caer la noche y la llegada de la cena, me senté con Maya y Camila en el refectorio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al caer la noche y la llegada de la cena, me senté con Maya y Camila en el refectorio.

No me sentía de humor para sentarme en la mesa de Aris y sus amigos. Necesitaba algo de paz.

-Esa chica es una bruja- dijo Camila después de que les expliqué lo que me había hecho Amanda.

-Sin duda lo es, pero después de todo, con los padres que tiene...- agregó Maya.

-¿Sus padres?- pregunté curiosa.

-Amanda es hija de los Hills, su madre es doctora y su padre es uno de los abogados más famosos. Mis padres y sus padres son amigos y he visto cómo tratan a Amanda, como a una muñeca, en realidad. Amanda obedece a sus padres en todo y su madre la controla hasta en lo más mínimo, como Aris en realidad, pero antes del accidente- me explicaron.

-¿Qué accidente?- pregunté cada vez más interesada.

-La hermana menor de Aris, Elizabeth, falleció hace 4 años, creo que fue esa la razón por la que volvió-

Miré a las chicas confundida aún sin poder creer lo que acababan de decir.

-¿Pero volver de dónde?-

-Del internado. Amanda, Aris y yo crecimos en el mismo lugar, en el internado Hamptons, es como una escuela, excepto que vives allá. Aris se salió del internado cuando murió su hermana y se fue a vivir con sus padres, pero ellos se separaron poco después.-

Saber todo aquello sobre Aris me sorprendía demasiado y me entristecía darme cuenta que en realidad, no sabía nada de él.

-¿De qué murió?- pregunté en un hilo de voz.

-La secuestraron y la asesinaron-

Al escuchar eso, sentí que se me rompía el corazón.

Volteé mi mirada a la mesa en la que estaba Aris, tan pacífico y frío a la vez, un ángel de hielo.

Cuando terminó la cena, me dirigí a la biblioteca como siempre hacia a esas horas.
Tomé un libro al azar de la sección de literatura francesa y me senté en el suelo, pero no lograba concentrarme. Aris era lo único que tenía en mente.

Quería aclarar las cosas con él, preguntarle que era lo que queria de mí, decirle toda la verdad, aunque fuese una realidad que yo misma me negaba a aceptar.

Porque después de todo, la verdad era que estaba perdidamente enamorada de Aris Baner.

PUNTO DE VISTA DE

PUNTO DE VISTA DE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Cuando Amanda me llamó llorando diciéndome que la habían expulsado del campamento, sentí una clase de alivio. Tenerla a mi al rededor se había vuelto asfixiante y mientras pasaba el tiempo y sus acciones se hacían más intolerables, más perdía la lástima que sentía por ella.

Me tiré en mi cama con todas las luces apagadas, aunque sabía perfectamente que no lograría dormir.

Después de la cena había venido directamente a mi habitación aunque me habían invitado a una fiesta, pero no quería salir de allí. Tomé mi teléfono a duras penas y marqué su numero.

-¡Aris!- se exclamó mi madre con alivio.- Te he estado llamando, yo...-

-No quiero hablar de eso- le corté.- trataremos el tema cuando vaya a verte.-

La escuché suspirar dolorosamente con ese aire de víctima que había tomado desde que ella y mi padre se habían divorciado. Desde la muerte de Elizabeth, más precisamente.

-Llegaré en 2 semanas- le dije frio.

-Perfecto- respondió entusiasmada y sin esperar a que dijera nada más, le colgué.

De tan solo pensar en que mi madre estaba embarazada de otra niña me daba nauseas.

¿Cómo diablos se atrevía?

Si yo moría, ¿también tendría otro hijo para remplazarme?

Una traidora, eso era, pero yo nunca traicionaría a Elizabeth, mi única verdadera hermana.

El silencio en mi habitación y los pensamientos en mi cabeza fueron interrumpidos por tres toques en la puerta.

-Adelante- dije suavemente, esperando a que fuese Josh, el encargado que pasaba por las habitaciones para asegurarse de que todo estuviese bien antes de la hora de apagar las luces.

La puerta se abrió suavemente dejándome apreciar a...Zarah.

-Hola-dijo tímida y yo me reincorporé rápidamente sentándome en la cama. No esperaba verla.

-Hola- le dije prendiendo la luz de mi mesa de noche para eliminar la oscuridad.

Nos quedamos unos segundos mirándonos, o más bien, esperando a que alguno de nosotros diga algo.

-Tengo algo que decirte- dijo en un hilo de voz y pude ver como su rostro se tornaba de un violento color rojo.

De inmediato me preocupé.

-Si claro-dije ya impaciente por saber.

Entonces Zarah dió un par de pasos hacia mí, muy lentamente, como si tuviese miedo, y antes de que pudiera hacer o decir cualquier cosa, me besó.

La besé devuelta sin medirme en lo más mínimo. La deseaba demasiado.

Como yo estaba sentado en mi cama y ella de pie, en un giro rápido la halé haciendo que su espalda quedase sobre la cama y yo sobre ella, apoyado con mis brazos a ambos lados de su cabeza.

Era sin duda una conversación interesante.

-Espera...-dijo cuando nos separamos para poder retomar el aliento.- tengo que decirte algo-

-Te escucho- dije sin despegar los ojos de sus labios rosados.

-Me gustas- soltó finalmente, y vi como abrió sus ojos como platos, como si esas palabras hubiesen salido de su boca sin su autorización.

No pude evitar sonreir.

-Te tomó mucho tiempo- dije recordando que le había dicho lo mismo el día en que se había emborrachado, pero era obvio que no lo recordaba.

Antes de que pudiese preguntar, la besé nuevamente y todo el mundo a nuestro alrededor desapareció.

Zarah Castellan, ¿Qué me has hecho?

Olvídame Ángel (Completa) #OLVIDADOS#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora