CAP 34- La encontraremos

4.1K 224 12
                                    

PUNTO DE VISTA DE

Cargué el cuerpo inconsciente de Jane hasta el auto que esperaba frente a nosotros, aliviado de que el plan había funcionado y ya no tendría que soportarla más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Cargué el cuerpo inconsciente de Jane hasta el auto que esperaba frente a nosotros, aliviado de que el plan había funcionado y ya no tendría que soportarla más.

Mientras más repasaba en plan en mi mente, más me emocionaba el hecho de por fin destruir a Liam Williams y a su querida prometida, dos desgraciados con ojos de ángeles.

En el fondo, no quería que Liam sufriese las consecuencias, pero había dejado de importarme en el momento en que se había enamorado de Ziel.

Él me había forzado a ser esto, era todo su culpa.

Arranqué el auto y conduje hasta llegar a la carretera para luego detenerme frente a la diminuta casa abandonada que ya había preparado para la venganza.

No estaba seguro de que pediría por el rescate de Jane, pero lo único que deseaba, era verlos sufrir como yo lo había hecho todos estos años, sentado en una esquina, quedando siempre entre las sombras.

La até a una silla sin tener mucha delicadeza y una vez lo hice, le tomé una foto y se la envié a Liam desde un número desconocido.

Sabía que tan solo bastarían horas para que me hallaran, pero iban a ser esas mis mejores horas y las peores suyas.

Aún recordaba todos los momentos que había pasado con Liam en la banda, siendo nosotros contra el mundo, pero la llegada de Ziel lo había arruinado todo y aún más cuando la noche del anuncio de su compromiso Ziel había notado mi enojo por la situación.

Pensé que ayudar a Sofia a secuestrar a la tía de Ziel, Bianca, haría que al fin ella lo culpara por la situación y lo dejara, pero nada de eso había ocurrido.

Eso era lo que quería más que nada.

Su separación.

Sin duda sabía que corría el riesgo de que me asesinaran por traición , pero conocía bien a Liam y sabía que él no lo permitiría. No permitiría que mataran a su mejor amigo.

Eso era en realidad lo que dolía, ser su amigo queriendo ser más. Como darle pan al que tiene sed o luz al que quiere oscuridad.

Desde aquel momento no deje de pensar ni un instante de como me vengaría de aquellos que me habían hecho sufrir, y después de meses de búsqueda, las pistas me llevaron a Jane.

Una niña ingenua desesperada por amor.

Patética.

Me senté tranquilo en la silla junto a ella esperando una respuesta de Liam Williams, ansioso por escuchar su voz desesperada.

PUNTO DE VISTA DE

Mi teléfono cayo ruidosamente al piso, haciendo que Ziel voltease la mirada hacia mí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Mi teléfono cayo ruidosamente al piso, haciendo que Ziel voltease la mirada hacia mí.

Estábamos en su oficina, discutiendo algunos detalles de archivos del banco cuando la foto apareció en mi pantalla.

Al verme allí paralizado, Ziel recogió mi teléfono y miró la foto unos largos segundos.

-No puede ser posible- dijo en un susurro.

Me quedé en un silencio tranquilo aunque asfixiante, revisando en mi mente los posibles culpables.

Ninguno venía a mi mente.

Vi Como Ziel se puso de pie y llamo a Kalum, quien era también el encargado de rastreo, pero antes de que llegase, me acerqué a la puerta dispuesto a ir a buscarla yo mismo.

-¡Liam espera!- suplicó Ziel interponiéndose entre la puerta y yo, sabiendo perfectamente en lo que estaba pensando.

-No puedo quedarme aquí sin hacer nada- dije con profunda amargura, sintiendo como cada músculo de mi cuerpo se tensaba bajo la presión de la ira que empezaba a dominarme.

-No conseguirás nada actuando impulsivamente, la rastrearemos e iremos todos- dijo poniendo sus manos en mi pecho, intentando alejarme de la puerta.

Suspiré ruidosamente y me senté en mi silla sabiendo que tenía razón.
No pude evitar pensar en Bianca y en el secuestro de Zarah, y fue cuando me di cuenta, de que era la misma historia.

¿Pero quién era el desgraciado esta vez?

Mike y Dante habían muerto, frente a mis ojos, yo mismo había disparado. La banda Roja se había disuelto después de la muerte de mi padre y no habíamos tenido más problemas desde entonces.

Kalum irrumpió en la oficina alarmado con al menos tres computadoras en mano, listo para intentar rastrear el teléfono de mi hermana.

Mi hermana.

Eran palabras a las que aún no me acostumbraba y me dolía demasiado perderla sabiendo que acababa de encontrarla. Como si la vida insistiese en quitar todo lo bueno de mi camino.

-La encontraremos- me dijo Ziel en un acto de apoyo sabiendo exactamente lo que sentía.

Eran las primeras palabras que me había dicho que no tenían que ver con trabajo desde mi llegada, y sentí que de alguna forma, el enojo que sentía había desaparecido unos segundos y había vuelto a encontrar a la Ziel que había conocido un año atrás y que buscaba cada vez que miraba sus ojos grises.

Olvídame Ángel (Completa) #OLVIDADOS#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora