CAP 32-Jane y James

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PUNTO DE VISTA DE

Me quedé mirando a la chica sentada frente a mí, tranquila, aunque confundida

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Me quedé mirando a la chica sentada frente a mí, tranquila, aunque confundida.

No lograba entender cómo es que nos habíamos enterado de su existencia de manera tan tardía y me preguntaba qué otros secretos nos eran desconocidos.

Samuel Williams había creado un juego peligroso, algo incontrolable, cruel y doloroso.
Me puse de pie y suspiré profundamente para luego revolver mi largo cabello en señal de frustración.

-¿Que hay de tus padres adoptivos?- pregunté finalmente- ¿Quiénes son?-

-Son Silvia y Daniel Fiters, no creo que conozcan esta historia, pero si sabía que era adoptada- respondió con tristeza  en su mirada.

Asentí sin saber qué más decir.

-Por ahora te pondremos a salvo mientras los chicos te entrenan para... el negocio- dijo Liam tratando de consolarla.

Jane asintió y se puso de pie para luego salir al jardín, sabiendo que lo más sabio era dejarnos a Liam y a mí solos.

-Yo aún te...-

-Concentremonos en el trabajo- le dije cortante evitando empezar la conversación que sabía que debíamos tener, pero que no me atrevía a escuchar.

-No podemos dejar las cosas así- dijo casi en una súplica.

Fue entonces cuando me quité el anillo de compromiso que había tenido en el dedo todo aquel tiempo y se lo entregué.

El anillo que me había dado la noche del anuncio de nuestra boda.

El anillo que simbolizó un contrato y después un amor real, pero que hoy, no simbolizaba más que un corazón roto.

Se lo tendí, pero Liam no lo tomó.

-Es tuyo- dijo esta vez más frío.

Asentí levemente y lo deje sobre la mesa frente a él.

Liam se quedó observándolo largos minutos, cómo si ese simple objeto le trajera los recuerdos de su vida entera.

-El funeral de Miranda es esta tarde- le anuncié- yo no asistiré, pero pensé que tú querrías ir- agregué sin el más mínimo rastro de sentimiento en mi voz.

Liam frunció el ceño.

-¿Porqué no iras?-preguntó como si le hubiese dicho algo intolerable- Es tu madre, después de todo-

Sonreí levemente al escuchar palabras tan ingenuas.

-Una madre que no quiere a sus hijos no es una madre, Liam- le respondí para luego salir de aquel lugar y subirme a mi auto.

Aún tenía que ir a la base y encargarme de un par de cosas.

PUNTO DE VISTA DE

Había pronunciado aquellas palabras con una frialdad cruel y casi inhumana, como si ya no tuviese corazón

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Había pronunciado aquellas palabras con una frialdad cruel y casi inhumana, como si ya no tuviese corazón.

La actitud imperturbable e indiferente de Ziel me sorprendía cada vez más y no podía evitar pensar que era mi culpa.

Yo había agotado todo el amor y la bondad que le tenía a la vida, y la había transformado en alguien igual de fría y rota que yo, cuando ella me había ayudado a mí a encontrar luz en mi oscuridad.

¿Como recuperarla?

El tiempo.

Solo el tiempo diría.

Me puse de pie y me dirigí a la que algún día fue la oficina de Samuel Williams y que al parecer, no se había utilizado desde su muerte, ya que Ziel había hecho otra en el primer piso.

Me senté en la imponente silla de cuero negro y bote a la basura todos lo que indicaban que Samuel Williams estuvo allí, para remplazarlo con mi computadora y mis pertenencias.

Ya era hora de volver al juego.

PUNTO DE VISTA DE

-Hola cariño- saludé a través de la linea, feliz de al fin escuchar su voz

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-Hola cariño- saludé a través de la linea, feliz de al fin escuchar su voz.

-Hola linda, ¿cómo va todo?- me preguntó, tan atento como siempre.

-Estoy bien, ansiosa por verte- respondí con una sonrisa aunque sabía que él no podría verla.

James y yo llevábamos saliendo 4 meses y no podía estar más feliz.

Aunque había insistido en que nuestra relación debía mantenerse en secreto, esperaba impaciente poder presentárselo a Liam y a los demás miembros de la banda.

-¿Estás en casa de tu hermano?- me preguntó. Ya le había contado todo lo ocurrido y había sido él quien había insistido para que fuese a Londres a buscar a Liam, y sin duda se lo agradecía, porque conocer a Liam era algo de lo que no me arrepentía.

-Si, ¿cuándo podremos vernos?- pregunté ya impaciente.

-¿Qué tal sí vamos a cenar esta noche?- me propuso.

-Perfecto- respondí aún con una sonrisa.

-Nos vemos esta noche en el restaurante Dumont, a las 8- dijo a modo de despedida.

Salí de la mansión con prisa y me dirigí a mi departamento que por suerte no quedaba muy lejos.

Entré y corrí a mi armario para buscar qué ponerme, quería lucir linda para James.

Olvídame Ángel (Completa) #OLVIDADOS#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora