C I N C O ✔

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- Anne, debes estar quieta en tu lugar si no quieres que te siente a la fuerza.- me dijo Emily, me senté de mala gana en sofá y me crucé de brazos como pude.- Quita ese puchero de tu cara, te ves fea.

- Es que no es justo, yo quería ir con Thomas a comprar mis dulces y resulta que se fue con Adam a escondidas y me dejó aquí en esta cárcel.- dije y ella rió.- No te rías que no es gracioso, ellos no van a traer los dulces que a mi me gustan y me harán enojar como siempre.

- Eres muy dramática, sólo te lo dejo pasar porque en cualquier momento puedes iniciar labor de parto y no quiero que mi sobrino nazca en la sala por un enojo tuyo.- dijo ella.- Verás que ya vendrán pronto y traerán tus dulces de fresa.

- Son chocolates, no dulces de fresa.- dije y la fulmine con la mirada.

Escuché el auto llegar y me paré, justo en ese momento un dolor se instaló en mi espalda baja y me hice del uno, o eso fue lo que pensé primero. Pero luego me di cuenta de que había roto bolsa y que debíamos ir al hospital lo más pronto posible. Vi a Emily muy desesperada y ella corrió a la puerta y la abrió, me sacó de la casa con sumo cuidado y Thomas al vernos así supo que era lo que estaba pasando y lo que necesitábamos.

Nos subimos a la camioneta que ya estaba equipada con el bolso, la pañalera y el carro del bebé desde hace un mes a pedido del doctor. Porque como soy muy joven había muchas probabilidades de que tenga al bebé prematuro.

Con un nervioso Thomas al volante, una ansiosa Emily dándole indicaciones de cómo llegar y Adam a mi lado sosteniendo mi mano y dando palabras de apoyo, llegamos al hospital. Luego de haber ingresado me llevaron a una habitación y me hicieron un ultrasonido para saber que todo estaba bien.

- Si, ahí está.- dijo mi ginecólogo a cargo.- Hay que esperar a que dilates más y te llevaremos a la sala de partos.

¿Y que hago yo mientras con las contracciones?¿Las guardo en una caja mientras tanto? Esto dolía, dolía mucho y quería que cesara ya, pero era imposible, mi hijo o hija estaba llegando al mundo en ese momento y debía soportar todo lo que pueda para tenerlo sano y salvo en mis brazos.

- Doctor, es hora de llevarla a la sala de partos, ya está lista.- dijo una enfermera al hombre parado a mi lado, éste asintió.

- Por fin, ¿Han pasado como seis horas?- pregunté.

- Dos horas.- me dijo Emily al borde del llanto.

- Puede llevarla, ya pronto tendrá a su bebé en sus brazos, señora Cooper.- me dijo el doctor, las enfermeras me llevaron a la sal de partos.

- ¿Quién va a acompañarla?- preguntó una de ellas.

- Emily Jenkins.- dije su nombre apenas y se fue la mujer.

Minutos después llegaron Emily y el doctor que me ayudaría vestidos con batas, gorros y cubrebocas, que supongo estaban esterilizados. Emily me tomó de la mano y el doctor comenzó a trabajar.

- Voy a contar hasta tres y vas a pujar, mamá, ¿Está bien?- preguntó el doctor, asentí con una mueca de dolor.- Uno... Dos... Tres

- ¡Ah!- grité del dolor al pujar, estaba sudando y había comenzado a llorar.

- Vamos a hacerlo de nuevo.- dijo el doctor. Contó de nuevo y volví a pujar esta vez traté de hacerlo con más esfuerzo.- Eso es, veo la cabeza. Otra vez, pero no tan fuerte.

- Tú puedes, hazlo por Harold.- me dijo Emily.

Lo hice otra y otra vez, hasta que después de lo que me pareció una eternidad escuché un llanto muy agudo y los aplausos de Emily, quién no paraba de llorar. Ella fue a cortar el cordón umbilical muy emocionada.

- ¡Es una niña!- dijo Emily emocionada.

- ¡Mierda!- exclame al sentir más dolor.

- ¿Qué sucede, Annette?- preguntó el doctor.

- Me duele... mucho.- dije y volvió a checarme.

- Es otro bebé, son gemelos.- dijo él y mi miré a Emily con cansancio.

- Sé que tú puedes, Annie.- dijo ella.- Serán dos ángeles.

- Vamos, Annette.- dijo el doctor alentandome.

•••

- Estoy muerta.- le dije a Emily, ella rió y abrieron la puerta.- ¿Qué es todo esto?

- Pues no sabíamos si fue niño o niña, entonces trajimos azul y rosa, o eso me dijo Thomas.- dijo mi hermano, miré a los todos los globos de helio de ambos colores.- Si son de otro color no es mi culpa.

- Pues resulta que no fue un bebé.- dije y reí por sus caras de confusión.- ¡Son gemelos!

- Wow, eso es... ¿Cómo pasó?- preguntó Adam.

- El doctor no notó al bebé número dos porque estaba escondido, estaba casi en sus costillas.- dijo Emily.

- ¿Y?¿Qué son?- preguntó Thomas ansioso. Pero fue interrumpido.

- Hola, mamá.- dijo una enfermera entrando a la habitación, tenía un bebé y otra detrás, tenía el otro bebé.

- Aquí está la niña.- dijo la enfermera dos, me dio a la niña y lloré al verla.

- ¿Y ese qué es?- preguntó Emily mirando al bebé, ni nosotros sabíamos que era ya que se lo llevaron a ver si todo estaba bien.

- Es un niño.- dijo sonriendo, me mostró su rostro y seguí sin contener mis lágrimas.

- Se parece a ti.- dijo Emily mirando al niño.- ¿Puedo cargarlo?

- Claro que si.- dije y la enfermera se lo dio.- ¿Está bien, verdad?

- Excelente, al igual que su hermana.- dijo. Me enseñaron como darle mi leche materna y luego se fueron a seguir trabajando.

- ¿Y cómo vas a llamarlos?- preguntó Adam.

- Pues la niña va a llamarse Juliette como mi madre.- dije y miré a Adam sonriendo.- Y al niño... Aaron, como el padre de su padre y su tía Emily.

- Muchas gracias.- me dijo Emily sacando sus lágrimas con un pañuelo.

- ¿Quieren cargarlos, chicos?- pregunté.

- Claro.- dijo Thomas y se acercó a mí. La tomó entre sus brazos y la observó.- Es preciosa.

- ¿Adam?- preguntó Emily, él estaba sentado en una silla escuchando con atención.

- No creo poder.- dijo él, Emily se acercó a él y posicionó sus brazos.- ¿Que haces?

- Tú cargarás a tu sobrino, deja de creerte un inútil, Adam.- le dijo, con cuidado dejó a Aaron en sus brazos.- Cuidado con su cabeza, está a tu derecha.

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