🌻; Sus regaños.

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A solo un maldito día de regresar a casa, y había terminado en la enfermería porqué se había sentido mal.

Se supone que era la maldita noche de banquete más baile de despedida, pero apenas había despertado de una larga siesta y un horrible dolor de estómago le hizo retorcerse de dolor. Así que ahora ahí se encontraba, en su soledad mientras los demás se divertían.

La razón de estar ahí, por no comer. Por suerte la señores Pomfrey le dió un buen remedio por lo cual podría irse a la media noche para ir a terminar de preparar su baúl. A la mañana siguiente, tendría que estar tomando el expreso de Hogwarts para ir a su maldita realidad. Y le jodía, no iba a estar nadie para recibirlo, tendría que irse solo, huir. Si, era lo mejor que sabía hacer.

Al escuchar que la puerta se abría, no pudo evitar rodar los ojos al saber de quién se trataba. Ya todos sus amigos habían ido a verlo, y le resultaba raro que este no se hubiera aparecido, cuando se supone irían juntos, al baile.

—Me dijiste que estabas comiendo bien, Draco.

Sin decir nada, se le quedó mirando para ver cómo estaba vestido. Ese atuendo, se veía tan bien como cuando sucedió el baile del torneo de los 3 magos, aunque era un palo para bailar.

Si se peinaba, seguramente se vería mejor.

—Te estoy hablando, no tengo porqué andar detrás de ti para que comas...

—Ya se me pasó el dolor, ya voy a comer bien Potter.

—Harry.

—¿Harry que?

Entonces sé dió cuenta de la mirada de enojo que tenía en ese momento, tanto que me obligó a suspirar un poco antes de querer sentarse en la camilla pero el contrario se lo impidió al tomarlo por los hombros.

—Ya voy a comer bien Po... Harry, eso. Deja de poner esa cara, solo le quedaba bien a mi padrino —bufó cruzando los brazos pero provocando más molestia en el contrario.

—No se que haría sin ti Draco.

No pudo más que verle sorprendido, ese chico si que lo sorprendía cada día más, además, cada maldita palabra que salía de sj boca, provocaba que se sintiera como un estúpido.

Tragó un poco de saliva, le alegraba saber que este se preocupara a pesar de todo.

—Estoy bien, no me voy a morir por un dolor de estómago —Hizo un ademán con sus manos para que se fuera, era un lugar muy aburrido como para perder la última noche de Hogwarts ahí—, anda ya lárgate.

Pensaba que si se iba a ir, y estuvo a punto de insultarlo porque le haya tomado la palabra. Pero lo que Potter había hecho, fue acercar la otra camilla hasta donde estaba la de él, dejando más espacio para acostarse.

—Aquí me quedo, mi pareja está aquí y yo me quedo aquí.

—Pero..

—Nada. Además, eres tan tonto, testarudo, orgulloso...

—Si, bueno ya parale —sonrió de oreja a oreja para acostarse de lado y tener una buena vista de este—, si nos vamos a regañar, tengo que hacerlo yo contigo. ¿Donde te has metido Pot... Harry?

Había dado en el punto, este desvío la mirada, siempre lo hacía cuando trataba de de buscar las palabras en una gran mentira que no se iba a creer.

Entrecerró los ojos esperando escuchar que carajos iba a inventar.

—Ya verás mañana. Te va a gustar.

¿Que? Draco se sintió más confundido.

—Pero mañana nosotros nos vamos a nuestras casas. ¿Acaso te vas a mudar conmigo?

• Criticando a Potter; [ Harco ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora