4: Tan Tierno.

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▪》

-Christopher, ¿cuantas mesas me faltan?

-Solo dos y la barra.

-¡Pero la barra es enorme!

-Si, mientras más te quejas menos limpias. Ya termine con todo el piso del lugar sólo voy a acomodar los vasos y voy a hacer unas llamadas por si quieres irte.

-Pero no hemos hablado mucho...

-Si, me has dicho más de 7 veces que estas cansado y que tu querías que te follara y no limpiar, me quedo claro.

-¡Si! Bueno no exactamente follar pero si por lo menos no tener que limpiar.

-Esto es el servicio completo.

- Ya entendi... - Erick giró los ojos terminando las mesas caminando a la barra.

-Voy a pagarte, deja de suspirar.

Christopher comenzó a poner los vasos en su lugar llenando los servilleteros acomodando las pajillas y los licores como iban.

-¿Estudias?

-No. -contesto Christopher simple.

-¿Por qué?

-Termine la preparatoria y creí que el papá de Yoandri ya había gastado mucho en mi y comencé a trabajar.

-Entonces tu mamá se cas-

-No.

-¿Y trabajar aquí es lo que te gusta?

-Si.

-Pero que parte exactamente, no creo que también limpiar el lugar sea de tu agrado.

-Lo es. Por lo que creo eres un chico mimado pero a mi me gusta, logró pensar que cosas hice en el día o las que estoy por hacer. Me alejó de todos con la música que me gusta, es algo que tal vez no entiendas.

-No lo hago, soy un chico mimado.

Erick cruzó los brazos parado tras de Christopher.

-Oh, vamos. Hace un momento no sabías como ponerte el mandil, no te ofendas por algo como eso. ¿O dime que no tienes a alguien que recoja tu cuarto por ti?

-Si tengo a alguien pero eso no me hace un mimado.

-Claro, ¿cuando fue la última vez que tuviste que preparar tu propia comida?

-Hace mucho...

-¿Vas a la escuela? Estarías cursando segundo de preparatoria...

-Estoy en tercer año.

-¿Con 17?

-Si, de hecho estaría en la Universidad pero mi madre no quiso.

-¿Como por que? ¿Las escuelas ya no son exigentes?

-¡Lo son!

Erick camino lejos de él para continuar con la barra, tal vez si era un mimado pero el era peor por no darle la oportunidad de contarle nada. Lo bueno era que estaba por terminar, igual a quien le interesa, no debería estar limpiando como si el dinero le importara.

Se quito el mandil molesto y dejó lo que estaba usando sobre la barra, desconecto su teléfono de las bocinas del lugar y camino la puerta.

Se maldijo al notar que esta estaba cerrada con llave tanto dentro como por fuera.

Dio un respingo al sentir su cadera ser apretada por las grandes manos de Christopher.

-Lo siento. -sintió el mentón de este en su cabeza. - las llaves están en la última mesa que limpiaste, si te quieres ir esta bien, sino estoy en la oficina, aún tengo algunas cosas que hacer antes de abrir.

En Lo Más Oscuro. 《CHRISERICK》Where stories live. Discover now