CAMPOS CATALANES, NOCHE DEL SOLSTICIO VERNAL

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Llegarán a surgir en Campo de Interacción Recíproca (el Universo o Eternidad) dos facilitadores -uno de Orión y la otra del lucero Alción en las Pléyades-  quienes pertenecerán a una misma Repercusión (hay siete de estas Repercusiones o tipos mentales de persona o dioses) de la Pulsación Original (a cual suena 'Aum' -esto es, como fa mayor-); uno de ellos (la bruja) siendo tú, Amarylis, y el chico un duende de rostro tristón en vestimenta rojinegra cual el travieso dios Elegguá. Ambos os encontrareis, cuando tengas once años y él ocho, de visita en Teotihuacán/Nuumehalani (es decir, 'El Lugar En Donde Los Seres Divinos Se Reúnen En Consejo Para Ejercer Su Dominio O Cuidado' [lo traduzco... ¡para impresionarte con mi erudición!]) que está situado en el planeta Tierra. Ahí podreis notar, aunque sereis niños, dinosaurios y mastodontes lo mismo que en un museo, pero no de plástico sino arquetípicos. Y, aunque por supuesto no estareis enamorados el uno del otro y tal vez nunca ello  pasará, de todos modos vuestro compañerismo será de tal índole que su mera existencia hará imposible cualquier posibilidad de que sintais depresión melancólica ya que siempre os hará tener presente en mente que, aunque la Tierra se tratará de un planeta de expiación y prueba y por lo tanto en cuarentena, sus habitantes los humanos resultarán ser básicamente gente noble esforzándose por cohabitar basados en respeto mutuo. Ahora bien, a pesar de que os hallareis en el sitio que acabo de describir, en realidad no será ahí sino en las Planicies Catalanas, mientras transcurra el 21 de junio (el solsticio de estío) del año 451 de la era común, que habreis hecho acto de presencia entonces -en el preciso instante en que Atila, el Azote De Parte De Dios, estará siendo derrotado por el Imperio Romano de Occidente y sus aliados del momento: los visigodos, los sajones y hasta los mismísimos franceses aunque os sorprenda. Sin embargo, hablemos claro: a vuestros ojos no parecerán combatientes ni los hunos ni los otros, sino símbolos redondos de diversos colores transformados en jóvenes provistos de brazos con el propósito de acarrear bancos para que se siente el público a escuchar un concierto de música élfica al aire libre. Este espectáculo te recordará tu planeta de origen, en periplo alrededor de la estrella Alción (Martín Pescador) de las Pléyades: ¡tan hermoso, del matiz de tus propios ojos soñadores, con una civilización tan encantadora!  "¿Qué podemos hacer aquí de utilidad amorosa o de belleza?", suspirarás tú, pues, ¿de que valor es que el suelo reciba el martilleo de tus pisadas turísticas si como una secuela de ello algo de importancia positiva no descubre que ha sido creado por ti?Tu acompañante (llamado Diego) se destornillará de risa: "Pues estudiar a estas entidades conocidas como terrícolas y pasar a un nuevo capítulo". Lo que haré a continuación. 

EL DUENDE Y LA BRUJAWhere stories live. Discover now