CENTRO DE LA TIERRA, 1 000 000 AÑOS ANTES DEL PRESENTE DÍA

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Con esto, también decido proseguir la corriente novela pero recurriendo a personajes diferentes de los que he empleado hasta ahora (¿por qué no, a ver?). Pues bien: Barranquilla, Santa Marta y Cartagena son tres perlas sembradas en la arena; y en Santa Marta vivirá un chico andrógino sin hogar llamado Patrici@ -¡el cual será tú mism@ amig@ lector[a]!- y quien tendrá[s] al inicio de la presente narrativa dolor de muelas en el molar del juicio pero sin que [t][s]e atreva[s]a visitar la Casa de Socorro por miedo a que te lo extraigan y, por otra parte, a que te encierren en una Casa Hogar. Sin embargo, de pronto se te aparecerá delante una mujer y te dirá: "Hola. Me llamo Gloriana Peso. Vengo de la isla de Santa Inés, la cual es lo único que queda de Poseidonia, el último vestigio de la Atlántida (aquel supercontinente que existió una vez y que ha sido llamado Laurasia por los científicos). Mi abuela, jefa de la familia (en ambos sentidos: extendida y nuclear) de brujas italianas o 'stregas' a la cual pertenezco, y quien se aloja en el tercer piso de la torre de tres plantas en cuyo interior todos los miembros de mi parentela habitamos, me sugirió que me ocupara de ti: te puedo, por ejemplo, llevar a un chamán para que te cure la dentadura sin mucho sufrimiento, y, en adición, para divertirnos viajando". Aceptará[s], así que amb@s emprenderán primero un vuelo astromental teniendo como punto de destino el geoglifo gigantesco con apariencia estilizada de hombre y la cual estará en la desolación que será Atacama; y ahí tomareis el elevador [ विमान, Metro mental ] que se dirigirá a las antípodas de la figura: a La Paz, o sea, a aquella erigida en medio del inhóspito Gobi (de paso, las antípodas de la otra Paz, la de Bolivia, son un arrecife coralino en el archipiélago de Paracelso). Durante el trayecto efectuareis una parada en la discontinuidad de Gutenberg (específicamente, dentro de un 'erdstall schlupf' -en concordancia a como lo denominarán los alemanes capaces de desdoblarse fuera del cuerpo {y añadamos que los cuerpos físico y astral de un tolteatlante no serán concéntricos}) para que José (un ser estelar de aura alba como la luz {¡pues oirá[s] correr la luz!}, quien andará visitando a la gente con alas postizas que reside allí) te cure la pieza dental de su neuralgia en un santiamén por medio de magia, oh Patrici@. En general, este recorrido en ascensor [ विमान, Metro mental ] a lo largo del Árbol original (el Yggdrasil; el eje astral de la Tierra) de la Danza del Sol de Verano celebrada en Mayo no resultará ser tan cómodo como turistas habrían esperado de haberlo realizado ellos, por culpa de la ley de exuberancia (que es inversamente proporcional a la de gravedad, la cual última, por su lado, como estamos bien enterados los terrícolas, rige en cambio el plano físico). No obstante, finalmente saldrá[s] a la superficie en pos de tu preceptora Gloriana Peso a través del fondo de un enorme lago no tan distante de la susodicha Paz del hemisferio norte: la ciudad del 'Gran Rey' (a saber, el venusiano de cuya alma de fuego cada uno de nosotros habrá adquirido por entonces una chispa conocida como 'espíritu' o 'yo' en la era cuando la Atlántida [Laurasia] y Mu [Gondwana] aún formarán una sola masa de suelo rojo en honor a la Madre Patria: Marte, y el único terruño existente en nuestro planeta: Adamah [Pangaia]). El antedicho mar interior -Tetis- se mostrará casi tan hermoso como el Edén costanero de Santa Marta en cuyo litoral, Patrici@, te habrá[s] criado en la calle. Desde la Cachemira (tan renombrada ahora por sus Siddhas; y en el período histórico intermedio por haber devenido una urbe de refugiados, Manasaravar, que escaparán del diluvio), cerca de la era en la cual la embestida de la India contra el Tibet (un acontecimiento geológico conocido por el título 'el Ramayana de Valmiki') habrá acabado de producir los Himalayas; sí, al tiempo, Patrici@, de tu arribo guiad@ por tu mentora y tutora Gloriana Peso (esto es, un millón de años en retrospecto), en se extenderá la Atlántida hasta el vastísimo no-todavía-desierto de Taklamakán. Y subsequentemente, a pie enjuto, llegarán amb@s de vosotr@s, cruzando (a partir de la tundra) la taiga con sus setas y musgos y mamuts (que no habrán aún perecido ahogados y en seguida devenidos congelados por la caída del dosel de acuoso: un acontecimiento que constituirá el diluvio universal) y, por expresarlo de esta manera, el aún inexistente estrecho de Bering (bastante lindante vuestro paradero, por ende, con el área en donde dos de las cuatro corrientes de energía del Hades: la verde del Labrador y la azul del Golfo, se lanzan la una contra la otra), hacia, del imperio atlante (Plaksha o Neserser por nombres) de los toltecas ( = kimpurshas), su capital: Aztlán -nombre que significa 'Sargazos'-, la Metrópolis de los Nueve Portales Áureos situada en la ubicación exacta en que hoy día se yerguen los Cerros Negros de la Dakota del Sur. Una humanidad será ésta de personas que desarrollarán tecnología pero con desdén por el detalle -lo opuesto a nosotros-; que tomarán decisiones, no basadas en la lógica matemática del pensamiento de tipo concreto, sino en esos autorreferentes bloques de información abierta que más modernamente hemos bautizado con el apelativo 'símbolos'. Comoquiera, Patrici@, fingirá[s], para pasar inadvertid@, ser de la ciudadanía de Hiperbórea (la Avalonia de los científicos) cuya sola ciudad estado es la argéntea Tula (incidentalmente, la Habana es, del mismo modo, blanca). Pero, aún así, Gloriana Peso te apremiará a continuar la jornada a Teotihuacán, pues será ahí, entre las Pirámides de la Vida y de la Muerte, que estarán a punto de congregarse los 'dioses' (los Blandidores de la Fuerza) para decidir el porvenir de las naciones. Gloriana Peso, reina -o 'Primera Entre Iguales'- de los toltecas (literalmente 'artistas': un término equivalente al de 'atlantes'), defenderá la posición de su pueblo: "Vosotros, ¡oh caudillos de la evolución de la raza terráquea!, insistís sobre justicia y paz; pero, desde nuestro punto de vista, esos dos valores resultan ser meramente una oportunidad de ejercer la dictadura, por, pongamos por caso, Dios. Nosotros, para variar, nos estamos esforzando por generar otros dos nuevos en el universo: libre albedrío y respeto por la individualidad de cada cual". A continuación, Raja Gopal, el Señor Desfachatado, desde detrás de una tenebrosa capucha o halo de verdugo que no más dejará entrever su bigotito cuadrado o de estilo 'cepillo de dientes', aducirá: "Nosotros los terroristas (ya infiltrados por doquier en el Imperio de los toltecatlantes y habiendo adquirido la auto-conciencia propia del nivel humano como un resultado del miedo que experimentamos cuando fuimos animales), no somos anarquistas como esos cobrizos bronceados, sino socialistas a quienes nos molesta que los no privilegiados coman ceviche mientras que  los sí privilegiados comen sashimi: creémos en la validez de la repartición obligada bajo coacción de las masas, dando un mero segundo lugar al romanticismo, y no adorando a ningún dios excepto al 'Uno' (quien es, si entendemos la verdad apropiadamente, expresado, mejor que nada, por el militarismo). Otro elemento a subrayar y no soslayar acerca de nosotros es que sí aplicamos la ciencia: pongamos por caso la ingeniería genética, que nos ha permitido crear mascotas feroces y de rapiña e inteligentísimas todo junto parcialmente a partir del genoma humano". Después el Gran Kahuna de Mu tomará la palabra: "¡Aloha! ¡Os bendigo a todos, os elogio con todo mi amor! ¡Sintámonos felices juntos! Quizás haya algo en eso de la ingeniería genética, pues, ¿no fuimos nuestros propios organismos originalmente diseñados (aunque con excesiva prisa) según los canones de tal disciplina? De acuerdo con el principio que he decidido que dirija mi vida -'pono': reajuste- hago esta digresión; pero ya retorno al tema del cual había decidido comentaros: el papel de mis nativos o linaje en lo que debatimos ahora (el 'ahora' siendo, evidentemente, como una ola marina en que de hecho nunca se menea, puesto que lo único que se desplaza en realidad es el movimiento mismo a través de ella). En realidad, ya los habitantes de Mu hemos terminado, nos vamos, fuimos 'el Tercer Sol' o era. Cumplimos nuestra función a la deidad Lono de la Cruz: aceptamos la mente; establecimos una ruptura en nosotros para ser ora masculinos ora femeninas. Nos amistamos con los velociraptores emplumados o nos enfrentamos hombre contra hombre en ordalías que ya la humanidad no podrá nunca repetir por endeble. En el Mundo de los Sueños con ayuda de los menehunes (djins) y meneheunes (homo floresiensis) edificamos nuestras verdaderas poblaciones. Pronto nuestra civilización terrenal, al otro lado de los columnas de la Tierra -los pilares de Hércules o Melkart-, el número 11, los volcanes Toba y Krakatoa, arderá en lumbre y sulfuro, perecerán nuestras dos islas: Ruta y Dayta (Sumatra y Java), sucumbirán hasta los elefantes, el fango impedirá todo nuestro comercio de flotas de barcos mercantes, desapareceremos, seremos olvidados... ¡Adiós, península de Mu tornada en continente, similar a como nosotros habíamos salido de Africa a pasear antes de que la raza negroide se consolidara en el sur de la misma!" Luego de este discurso tan extraño, de las Cavernas de Acero en Capadocia y Rondonia y donde no intervendrá Puck, el tloloani, el Primer Orador, de la Fundación Lumania, explicando: "Danae Oliva, nuestra esencia colectiva, nos sugiere no entrometernos para nada en los asuntos de los mortales, sino consagrarnos a nuestros propios problemas. Mae'n ddrwg gennyf". A fin de cuentas, los Maestros de Espejos Humeantes del Sector de Sirio (tales como Tlatlauhqui Tezcatlipoca, cuyas aliases serán Camaxtle y Xipe-Totec), se verán inclinados a decidir tres cosas con respecto de esta terrible situación: 1) si derribar o no el palio de nubes para limpiar al planeta Tierra y recomenzar su ciclo; 2) si, en el proceso, 'embotellar' la evolución humana a una sola especie -quizás dejando con vida las decaídas, a saber, los cuadrumanos; 3) si hipnotizar a la hombres desde ese instante en adelante en una especie de ensoñación general, de manera que, tanto en la vigilia como dormidos, se recuerden a sí mismos sólo intermitentemente. Será aprobado por unanimidad. Deshecho en lágrimas, Xipe-Totec te sentará a su mano derecha en la mesa redonda y sollozará: "¡Con placer te adopto como hij@, oh, pura e inocente criatura! Mandaré a buscar a La Paz para ti una varita de virtudes. Cuando la bajes, las aguas anegarán la Atlántida en un día y una noche de dolor ". Amén: así ocurrirá; y, como una secuela, los egrégores o ánimas grupales de las etnias: Palas Atenea, Yahweh, Huitzilopochtli (Colibrí Zurdo), Wakynian, etc. -todos ellos exigiendo devoción exclusiva- conducirán a sus protegidos favoritos a terruños en donde tanto la leche (lo nutritivo) como la miel (o delicioso) manarán con la misma abundancia conque lo hace el agua... con esto empezará la caída libre por culpa de la agricultura.

EL DUENDE Y LA BRUJAWhere stories live. Discover now