Tres

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NATALIA POV

Rosmalen, Países Bajos.

Sonreí y me empecé a reír como una niña pequeña. Me agaché, soltando la raqueta en el suelo, y rozando, con la palma de mi mano, el césped de la pista que me había dado el mejor momento de mi vida hasta ahora. Había ganado el torneo. Después de haber empezado rematadamente mal, perdiendo 6-0, me llevé el segundo set, ganando el tie break, 7-6, forzando el tercer y último set, 7-5. Me levanté, saludé al público, que pese a que su favorita había perdido ante mi, me aplaudían y alababan. Me acerqué a mi amigo, lo abracé y comencé con todos los actos que habían preparado para el ganador. La verdad era que, yo al venir en modo entrenamiento y al ser la primera vez que asistía a un torneo WTA, no había pensado en el premio de la ganadora, y ahora que me habían dado el cheque con 250.000 dólares y las llaves de un deportivo, mis ojos estaban apunto de salir de sus órbitas, tanto que no pasó desapercibido para el público y todo el mundo comenzó a reír.

Nunca había visto tanto dinero junto en la vida. Todo lo que tengo lo he logrado a base de trabajo y sacrificio. Ahora lo único que era capaz de pensar, es que al menos de momento, podría dedicarme solo a entrenar y dejar el trabajo del pub. Pablo vino hacia mí para llevarme al hotel y ambos no podíamos parar de reír. Más tarde, cenando, me comentó los planes que teníamos. A la mañana siguiente viajaríamos a Londres, allí nos alojaríamos en el piso de su hermana Ici. Me pidió disculpas por no reservar un hotel, pero antes de esto, no teníamos presupuesto y era lo más económico. Yo acepté, la verdad es que Ici y yo habíamos sido amigas cuando ambas no levantábamos ni dos palmos del suelo. Con el paso de los años y mis entrenamientos nos habíamos distanciado, luego ella se fue a Londres para terminar el instituto y estudiar la carrera allí y no nos volvimos a ver más. Me caía muy bien, y sabía por Pablo que era fan de este deporte.

Estaba más entusiasmada que nunca por pisar las pistas de Londres, no esperaba nada, quizá llegar a segunda o tercera ronda, dependiendo del lado del cuadro que me tocase. Solo quería seguir manteniendo el nivel y poder entrar en el ranking para viajar y asistir a los torneos WTA. Mientras intentaba relajarme con los ojos cerrados en el asiento del avión, la imagen de la ganadora de Roland Garros de este año y actual número uno, se me vino a la mente. Ojalá pueda jugar contra ella. Fue mi último pensamiento antes de caer en brazos de Morfeo.

ALBA POV

20 de junio de 2019. Londres

- Te he dicho millones de veces que en esta clase de eventos no tienes que pedir alcohol, Mari.- dije mientras veía a mi amiga beber directamente del botellín que le acababan de servir. Maria simplemente sonrió y encogió los hombros.

Nos encontrábamos en la comida oficial de Wimbledon. El comité organizador lo preparaba todos los años, con el fin de reunir a todos los tenistas invitados, que en un par de días comenzarían a batirse en duelo por uno de los trofeos más importantes del año. El evento era enorme y contaba con muchos periodistas venidos de todas partes del mundo, no sólo deportivos sino también de la prensa rosa. Mañana, seguramente, alguna de esas revistas de pacotilla sacaría algún titular con los mejor y peor vestidos de la noche. Como si importara algo el ser el más guapo y estiloso en nuestro trabajo. Odiaba toda esta parafernalia. A pesar de ello, este evento tenía toda mi atención desde que vi la final del torneo de Rosmalen. Según Julia, mi entrenadora, Natalia debe de estar ya por aquí. Me gustaría conocerla. Me había encantado su forma de jugar, siempre era maravilloso encontrar gente buena en este deporte y compartir. Sumado a ello, era española y nosotros siempre hemos hecho piña. Tanto chicos como chicas, éramos todos amigos. Siempre viene bien, y más estando tanto tiempo fuera de casa, sentirse en familia al menos en algunos momentos. El tenis en muchas ocasiones significaba soledad.

Todo lo que soyWhere stories live. Discover now