Te veré en los astros.

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Ya estando en el hotel, Valmont saco un par de mapas de su maleta, repetía una y otra vez lo que Brand nos había dicho, si era una ubicación no deberíamos tener problema en encontrarlo, pero, Valmont no se veía concentrado, algo lo inquietaba, no dejaba de mirar el calendario, no creo que podamos llegar a nada mientras el este en otro lado mentalmente.

—¿Está todo bien?—, pregunté, creí que debía intentar conversar con el.

—No del todo—, respondió alzando la mirada al techo mientras mordisqueaba un bolígrafo, dio un gran suspiro—tal vez no debería contarte esto, no creo que sea de tu interés, pero estuve casado hace mucho tiempo.

Curiosamente no me había preguntado por la familia de este hombre que estuvo acompañándome ya hace un par de días, era un anciano, supongo que tendrá hijos, nietos y una gran cantidad de personas que lo cuiden, 400 años no es un numero pequeño y tenia razón, no me interesaba en lo mas absoluto después de todo lo que he visto, pero parece estar triste, debería mostrar un poco de atención.

—No me lo había preguntado, ni siquiera lo imaginé, pero es bueno saberlo—, dije.

—Si, estuve casado durante 54 años, hasta que mi esposa murió, es uno de las desventajas de poder vivir por mucho tiempo, ves a las personas que amas abandonar este mundo sin poder hacer nada—, su mirada estaba perdida en el techo, jugaba con el bolígrafo entre sus dedos.

—¿No podías hacer algo al respecto?

—Por supuesto que podía, pero ella me pidió que no lo hiciera, que quería irse a su tiempo, no quería estar mas de lo necesario en este mundo, respete su decisión, lamentablemente no pude despedirme como hubiera querido—, comenzaron a brotar lagrimas de sus ojos.

—Lo siento mucho, podrías intentar hablar con ella aun, invocando su alma tal vez.

—Eso es imposible, el plano en el que se encuentra esta fuera de mi alcance, aun que pudiera hacerlo por respeto a su memoria no podría hacerlo, la amo tanto como la primera vez que la vi.

—No comprendo muy bien, pero entiendo lo que sientes, yo también perdí a alguien importante—, dije intentando hacerlo sentir un poco mejor.

—Pero yo fui responsable de su muerte—, sus lagrimas fueron aun mas abundantes y su voz comenzó a quebrarse —una misión muy sencilla en una exploración se convirtió en su inevitable muerte, ella realmente sacrifico su vida para salvarme.

—¿Quisieras contarme?—, Pregunta un poco fuera de lugar.

—A pesar de que ella ya sobre pasaba los 60 años nunca dejo de acompañarme en mis exploraciones, habíamos estado juntos por muchas otras, era lo que compartíamos, lo que nos unió en un principio, era nuestro sello, 2 grandes exploradores juntos descubriendo el mundo entero, ella era preciosa, tenia el cabello tan negro, que podías perderte en el si lo mirabas por mucho tiempo, ojos café, su piel era clara y suave como la porcelana, una sonrisa deslumbrante, podía convertir el peor día en el mejor con solo sonreír, era un poema de esos que lees una y otra vez y te conmueve todas y cada una sin perder el sentido, jamas había sentido algo como eso por alguien, hasta que la conocí, pero, un día, en mis largas búsquedas por la caja de panera cayó en una trampa muy antigua, intente sacarla de ahí, con todos mis medios, yo la había arrastrado a ese lugar, era mi culpa.

El interés había cambiado, era una historia muy trágica, quería saber como había terminado, que fue lo que paso después, mi atención estaba totalmente atrapada.

—Ella se percato que si me acercaba demasiado yo también estaría atrapado, así que me pidió que no hiciera nada, que ese era su momento, ¿Sabes algo?, siempre obedecía al pie de la letra lo que ella me pedía, esa no fue la excepción, aun recuerdo lo que me dijo:

"Val, se que tu podrás encontrar la caja y evitaras la destrucción, por eso debes continuar sin mi, te amo, nunca lo olvides, eres y siempre seras mi mas grande descubrimiento, invaluable entre todos e incomparable con cualquiera, te veré en los astros, amor mio".

—Aun puedo recordar su rostro tranquilo, mientras la llamas azules de la trampa la consumían poco a poco hasta que no quedo mas que ceniza y polvo de ella, me tire de rodillas sin creer que se había ido, mi única razón de vivir, acababa de desaparecer de una forma horrible frente a mis ojos sin poder hacer nada.

—Pero no entiendo por que no puedes invocarla—, ¿Realmente debía seguir hablando?

—Después de intentarlo descubrí que las llamas azules conocidas como fuego del alba, era un sello para las almas que irrumpieran en aquel sitio, así evitando que regresaras a intentarlo de nuevo, así que es imposible, al menos por mis medios.

—¿Tuvieron hijos?

—No, ella no era capaz, lo intentamos por mucho tiempo, al final nos quedamos solos el uno con el otro, después solo yo.

—¿Como se llamaba?

Valmont esbozo una sonrisa, mientras volteaba a ver una ultima vez el calendario.

—Su nombre... su nombre era Luna Blaze y hoy 21 de julio estaría cumpliendo años.

Lloraba y sonreía al mismo tiempo, era feliz de recordarla, pero ese mismo recuerdo partía el corazón de Valmont, se levanto por un momento y saco cuna foto y una vela de su maleta, la coloco sobre el escritorio, después encendió la vela, era una foto de Luna, en verdad era hermosa.

—Luna, te extraño todos los días, no dejo de pensar en ti, he tenido que dejar de hacer alguna cosas que hacíamos juntos por que me dolía mucho hacerlas solo, feliz cumpleaños, espero poder verte pronto y decirte una vez mas que todo estará bien, te amo.

Le dio un beso a la foto, como despedida, seco sus lagrimas en señal de fortaleza, recupero el aliento después de una gran exhalación y se quedo un momento viendo por la ventana con una gran sonrisa.

—Te veré en los astros, amor mío— Susurro Valmont —Bueno es hora de continuar con nuestro trabajo, así que manos a la obra.   

Tomamos los mapas y comenzamos a buscar señales de lo que brand nos había dicho, sera un largo día.

Poder y oscuridad.Where stories live. Discover now