Capítulo 5

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Tenía jardín al frente y una fachada bastante bonita. La mayoría de las habitaciones que podía ver tenían un balcón, algunos más conservados que otros pero todos poseían un tono verde que contrastaba con la pintura purpura del fondo.

—Por cierto, Waka-chan. ¿Sobran muchas habitaciones en este dormitorio? No está tan mal después de todo.

El más alto ignoró la primera pregunta y fue directo al otro tema

—El director lo mandó modificar con los colores del equipo luego de que fuéramos al nacional el año pasado. Es purpura por fuera pero las habitaciones por dentro son blancas.

A Oikawa le gustaba el lugar, pero no iba a dejarse impresionar tan fácil. Cualquier otro hubiera sido deslumbrado, pero él iba a mantener la compostura.

—No creo que tengan una habitación más grande que la mía en casa Waka-chan.

Ambos caminaron hacia el edificio, tenía una bonita recepción con un lobby bastante amplio y acogedor, claro, con algunos imperfectos por pertenecer a un grupo de hombres de preparatoria pero mantenía el ambiente serio de Shiratorizawa.

Había poca gente para ser un dormitorio de hombres a las 6:00pm, quizá algunos continuaran en sus clubs o ya hubieran ido a casa para las vacaciones.

—Iremos en el ascensor, estamos en el cuarto piso— Se encaminó hacia la caja metálica —Si lo necesitas, hay baños en la recepción y en el quinto.

Ambos se hicieron camino después de que Ushijima presionara el círculo con el número 4 en él. Esperaron unos cuantos segundos dentro mientras las luces de este iban marcando la distancia recorrida del primero al cuarto piso. Una vez que las puertas se abrieron los dos bajaron y Oikawa siguió a Wakatoshi esta vez.

—Quizá no es tan grande como tu habitación en casa pero tampoco es lo peor en dormitorios— Hurgó en su bolsillo sacando un llavero —Dormirás aquí los próximos....

— ¡Wakatoshi-kun!

Saltó un chico desde la mitad del pasillo, tirando con el unas cuantas frituras de una bolsa que cargaba consigo.

— ¡Oh! Conseguiste traer contigo al raro armador del Seijo, genial

—Ushiwaka-chan, tu amigo acaba de llamarme raro ¿Con ese feo corte de cabello?

— ¿Feo?

— Oikawa. Satori Tendou— Los presentó —Seguro lo conoces de algún partido. Tendou, no deberías saludar a los demás llamándoles raro la primera vez que los ves.

Oikawa sacudió una mano, restándole importancia.

—Siempre recuerdo a los problemáticos— Se encogió de hombros —Estaré aquí un par de días por una apuesta, así que no se acostumbre tanto con mi presencia. En cuanto termine la semana me iré

Ushijima asintió, mirando al suelo por un segundo más de lo que sería normal, pero sólo Tendou lo había notado, ya que Oikawa estaba más ocupado fisgoneando dentro de la habitación.

Era amplia, sí. Casi como la suya, pero en esta estaba más organizada. No había cajones fuera de su sitio o ropa tirada por ahí, en efecto había un balcón que ahora daba vista a una cancha de tenis, el sol quedaba justo a espaldas, por lo que lo más seguro es que los amaneceres desde ahí se vieran hermosos.

La cama era bastante grande, no era un King size pero no le faltaba mucho para serlo. Las sabanas eran de un claro azul a juego con las almohadas, que también eran bastantes y de buen tamaño. De solo ver lo cómoda que se veía, Oikawa esperaba con ansias cerrar la puerta para poder hundirse en ella.

La Semana en que Oikawa fue a ShiratorizawaWhere stories live. Discover now