sᴄʜᴏᴏʟ ʟɪғᴇ《x1》

T R E S

En la mente de Yohan, había alguien que no paraba de rondar, alguien que lo tenía hecho un lío en tan sólo unos días.

Cha Junho.

Y es que el chico se había portado de forma tan linda, lo había ayudado y sonreído con esa hermosa sonrisa que tenía, en las pocas veces que lo habia vuelto a ver mientras este caminaba por el instituto lo había flechado.

Yohan jamás se había sentido así y supo que eso del amor a primera vista si es real, había dicho muchas veces que era una tontería pero ahora sabía que era una víctima más.

Lo del amor a mi primera vista se había confirmado para Yohan cuando veia al pelinegro, es más no podía ocultar la emoción y el cosquilleo que sentía cuando este le sonreía y le saludaba de lejos.

Siendo Eunsang el primer en notarlo, no lo dejaría así no más, puesto que ver a si a Kim era realmente extraño, este siempre parecía estar demasiado ocupado hablando de taekwondo y de sus estudios.

-¿Qué mosca te pico?- hablo y al instante Yohan negó.

No iba contarle como una colegiala enamorado sus amores a su amigo, no era de esos, Dongpyo siguió con su historia del molestó chico que lo saco del salón.

Hyeongjun se limitaba a asentir y Dohyon a comer, en fin la mesa estaba en una perfecta armonía.

-Yohan, algo te pasa-lo miro con seriedad mientras el otro comía- ¿Te gusta alguien?¿Se te declaró alguien?

El sonrojo de Kim se hizo evidente llamando la atención de todos en la mesa, Eunsang sonrió, había dado en el clavo y Kim no iba a poder negarse.

Claro podía ser cualquiera de las dos opciones, pero seriamente creía más en la segunda que en la primera, es que apesar de ser becado el chico había llamado la atención de muchas personas en el instituto.

Aun asi su curiosidad aumento a mil, y sus ganas de saber quién superaron todo.

Pero ese momento fue pasado a segundo plano, cuando cierta persona responsable de los sonrojos de Kim se hizo presente en la mesa.

Cha Junho, estaba ahi parado con una bandeja en las manos y la sonrisa más grande en su vida.

- Junho, milagro los ojos que te ven- dijo Son para despues darle un sorbo a su bebida de fresa, Junho solo se alzó de hombros.

El mencionado se sentó en la mesa y al instante Lee lo envolvió en sus brazos y lleno de besos.

Yohan sintió como su estómago se revolvia y la ira recorría su cuerpo.

¿Porque Eunsang estaba tan pegajoso con Cha?

¿Porque Junho se dejaba abrazar?

¿Acaso se conocían?

Eunsang noto la mirada de Kim pero lo tomo como si fuera curiosidad.

No quería pensar mal , sería loco en verdad y el no era de esas personas con pensamientos raros.

-Oh, que despistado soy- se topó la frente y sonrió-El es Junho mi novio

Y entonces el perfecto mundo de Kim Yohan se vino al suelo.

Hyeongjun odiaba las clases de deportes, no porque fuera un vago pero no le agradaba jugar voley y más con los brutos de sus compañeros.

Se suponía que tenía que batir pero sus habilidades para ello eran nefastas y estar en el equipo más competitivo no ayudaba.

Sus manos temblaban mientras sus compañeros lo alentaban que en vez de hacerlo, lo ponían más nervioso.

Tenía miedo de no lograrlo y que todos se burlen de el, tomo el balón y lo lanzó para arriba, aterrizando en su cabeza.

Las risas se hicieron presentes y muchas burlonas,  seguido de los gritos del líder del grupo, Dongpyo se paró e hizo que todos se callaran, no iba a soportar que su burlaran de Song.

Miro a Hyeongjun y este entendió que no debía dejar que el tonto del frente le este gritando como ahora.

Apretó los puños y los dientes, lo miro y al instante hablo.

- No es necesario que me grites

Se veia tierno pero al líder no le agradó en lo mínimo, ese mocoso se atrevía a hablarle de esa forma.

-¿Qué dijiste?

Lo tomo de la camiseta y lo elevó mientras su puño estaba alzado, lo iba a golpear.

Dongpyo intentó ir en ayuda de su amigo pero fue retenido.

Esos chicos eran unos matones y claramente harían picadillo al chico y al que se atreviera defenderlo.

El profesor no estaba así que podía golpearlo con plena libertad, nadie abriria la boca por que sería peor.

-¡HEY!- se escuchó un grito, el matón dio la vuelta soltando a Song, en busca de quién había detenido su acción.

Siendo Lee Hangyul el causante, pues bien con los de grados mayores era distinto, aún así no se dejaría no en frente de todos sus victimarios.

-Dejalo en paz, no te hizo nada- el mayor lo miro y el contario sonrió burlonamente

-¡¿Quién te crees que eres?!

Lo empujó y al instante la bestia despertó, bastaron dos golpes en la nariz como para que el matón quedará tendido en el suelo.

Hyeongjun alzó la vista y sonrió, corrió en busca de su salvador.

-Gracias hyung, no se que sería de mi si usted no me ayudaba- hizo una reverencia y Lee revolvió su cabello.

- Esta bien, sólo ten cuidado- tomo su balón-si otra vez te molesta no dudes en buscarme, te voy a proteger.

Y desapareció de allí, Song estaba mucho más que feliz, aquel hyung era tan bueno.

Son palmeo su espalda y empezó a molestarle diciendo que le gustaba el mayor.

Hyeongjun sólo se sonrojo y paso la tarde pensando en su salvador.

Wooseok era cómo una piedra, a los ojos de Yohan era la persona más extraña.

Y sobre todo inesperado.

Porque cuando el llegó llorando a su habitación después de enterarse de que Eunsang y Junho eran novios, esto lo abrazo y palmeo su espalda.

Es más fue a la cafetería y le trajo comida.

- No seas tonto Kim Yohan, ¿qué ganas llorando?

El menor negó y sorbio su nariz, no le dijo a Wooseok el porque de su llanto, no quería que lo viera como un arrastrado o algo así.

Y es que le dolía, puesto que Junho se había vuelto en su obsesión y que de una rato al otro sus ilusiones se fueran a la basura de esa forma, fue realmente cruel y sobre todo triste.

No iba a fallarle a Lee, entonces se alejaría de Cha y olvidaría su sentimientos.

Era lo mejor, al final no sería mucho tiempo seguro y lo olvida en unas semanas.

Pero Yohan no entendía que encerrar sus sentimientos era mucho peor.

(No tengo la más mínima idea de que acabo de escribir)